Julen Lobete: "Mi ídolo era Toquero, no me identifico con Cristiano o Neymar"

El extremo blanquiazul atendió a Málaga Hoy en una extensa entrevista: "Me gustaba lo que transmitía"

Pellicer desgrana al Racing de Santander

Julen Lobete, posando para 'Málaga Hoy' / Javier Albiñana

Julen Lobete (2000) es uno de esos chicos talentosos que da Zubieta. Es también un buen compañero y un bromista. Es un jugador que sueña con marcar el gol del Málaga en una final con la Champions. Es un tipo que lo mismo se pierde solo para tomarse un café que se monta en el coche de un compañero sin destino cierto. Es alguien que admira a Toquero antes que a Cristiano Ronaldo. Esta entrevista con Málaga Hoy es una buena manera de entender todo esto. 

Pregunta.-Aparecen después de un entrenamiento con cachondeo y al agitador Manu Molina dándoselas todas juntas aprovechando su cumpleaños. ¿Ha vivido alguna vez lo que está viviendo en este vestuario?

Respuesta.-Para mí es lo mejor, tener un vestuario así. A mí también me lo hicieron por mi cumple y eso que no tenía tanta confianza. Está muy bien. Para integrar a la gente se agradece mucho. Te ríes, vacilas, haces de todo. Y eso es bueno. Le ha tocado a Manu por su cumpleaños y porque se lo merecía. Porque es un cachondo. Es muy difícil encontrar vestuarios así. 

P.-Así es más fácil afrontar el día a día.

R.-Sí, vienes más contento. Aunque estés un poco cabizbajo por lo que sea, te hacen una bromita y te alegra el día. Le puede pasar a cualquiera. A Manu, a mí o a cualquier otro. 

P.-Algunos compañeros comentan que usted entró rápido en la onda.

R.-Yo entré del tirón pero porque soy un cachondo también. Me gusta hacer bromas, vacilar, que me vacilen… Esto es bueno siempre que te lo tomes a bien. Sin pasarse, sabemos los límites. 

P.-Algún intocable hay, a los jefes se les toca menos.

R.-Eso es verdad también, pero intentamos acuchillar un poquito.

P.-Cuando vino al Málaga, ¿se imaginaba que sería así? Porque tenía contactos dentro que se lo podían contar, pero vivirlo es otro deporte.

R.-Una cosa es lo que te digan. No es lo mismo si lo has vivido y sentido. Yo hablé con Jokin, también con Luca cuando llegué. Pastor me decía maravillas del equipo en el sentido de que el grupo era muy bueno, de vente ya, no sé qué… Yo tenía muchas cosas pero decía, joder, a ver si se da. Todos me hablaban del grupo, que era muy bueno, que no había nada que desorientara o lo que sea. Y eso me convenció, la verdad.

P.-Una cosa es este clima, esta atmósfera que hay de buen rollo, pero luego no hay frivolidad. El equipo demuestra en el campo que para competir así esto no es un cachondeo continuo.

R.-Somos profesionales y sabemos cuando tiene que haber cachondeo o seriedad. En los días de partido estamos para competir y para jugar. El cachondeo no es una cosa de todos los días y todos los momentos. Somos jugadores de fútbol, estamos para competir, eso no se nos tiene que olvidar. Lo damos todo por el equipo.

P.-Como el otro día en Zaragoza. ¿Cree que a largo plazo puede ser más valioso empatar de esa manera que haber ganado en un 11 para 11?

R.-Yo veía al equipo muy, muy, muy bien mentalmente. Todos íbamos con esa mentalidad de que íbamos a ganar. Luego te puedes llevar el golpe por lo que sea. Pero mentalmente estamos fuertes, incluso para enfrentarnos al Racing. Es muy positivo, nos envía mensajes positivos. También el entrenador. Sabemos que estamos bien, hemos perdido sólo un partido en Liga. Hay que seguir manteniendo ese gran nivel que estamos dando y alegrando a la afición.

P.-El que está más alegre es Lobete.

R.-Estoy muy contento. Estoy mucho más tranquilo, más suelto, más todo. 

P.-Lleva un par de partidos en los que la cosa fluye, la chispita va apareciendo.

R.-Sí, sí. Al principio incluso en la primera jornada me vi cómodo. En la segunda la pena es que me lesiono. Estaba cogiendo ritmo, hablando con Julio, el preparador físico, de que estaba bastante bien. Pasó lo que pasó y no me dio un bajón pero sí fue un chasco importante. 

P.-¿Cómo es eso de que le digan a uno que tiene una lesión congénita y va a estar meses fuera?

R.-Es un chasco, te fastidia. Vienes aquí, eres el nuevo fichaje, y te lesionas en el segundo partido cuando yo vengo con una alegría y un hambre que me quería comer el mundo. Pero soy mentalmente fuerte y me ayudaron mucho mis amigos y mis padres, todos. 

P.-Y tras el chasco, de repente un día, le dicen ‘no, mira, que no es para tanto’.

R.-Eso fue un cambio que dije: ‘A tomar por culo, mañana voy a entrenar’. Que me voy a entrenar y ya está, a dejar de pensar en lo malo, en lo que he pasado. El estar ahí sin entrenar, viendo a los demás en todos los entrenamientos y yo ahí… Al principio me molestaba y sufría, era duro, pero tenía que trabajar para mejorar y tener confianza. Ha sido una cosa de día a día. Y voy a dar el mejor nivel.

P.-Le queda mucho por dar.

R.-Sí, sí, sí. Esto ha empezado ahora.

P.-En su carrera ya ha pasado por varios equipos. Le falta esa continuidad, asentarse en un club.

R.-Por eso he venido al Málaga también. Es un escenario muy bueno, un equipo brutal. Pienso que puedo mejorar mucho aquí y demostrar mi gran nivel.

P.-Cuando está eclosionando en la Real, donde se han abierto paso tantos canteranos de gran nivel, ¿se imaginaba que el fútbol le llevaría por otros derroteros?

R.-La Real ha sido el club de mi vida, siempre jugué ahí. Me lo ha dado todo, el sueño de debutar. Pero yo no veía la posibilidad de ser un One Club Man porque había muchos jugadores y yo pensaba que lo mejor era salir para mostrar mi nivel y seguir creciendo.

P.-El Celta de Vigo se gastó la pasta.

R.-Hubo una gran operación pero luego hubo mucho jaleo de directiva, cambiaron y quisieron hacer su proyecto. Y es respetable.

P.-¿Cómo fue la experiencia de la Eredivisie? Países Bajos es un lugar muy especial.

R.-Muy distinto, muy, muy distinto. Tanto el clima como la comida, todo. Al principio se me hizo duro, la verdad. De estar siempre con mi familia, mis amigos y demás a irme a un club de Holanda, en un pueblo de 40.000 habitantes, que no había nada en el pueblo.

P.-Y a las cuatro de la tarde, casi todo cerrado y de noche.

R.-Y a las cinco o seis de la mañana ya era de día y no tienes persianas.. Buah, yo sufría ahí, pero luego me adapté bien. De hecho, el club era muy bueno y el vestuario me recordaba mucho a este. Hablaba todo el rato en inglés y la mayoría en holandés. Así que no era el típico graciosillo, lo era pero menos que aquí.

P.-El dominio definitivo de un idioma se marca cuando uno maneja el humor.

R.-Esa es la cosa. Y he aprendido mucho inglés por ese año. Me voy con eso más la experiencia del país.

P.-¿Qué le impresionó de Holanda en lo futbolístico y como país?

R.-La liga me gustó mucho, mucho. Es un país muy bueno para mejorar para un chico tan joven.

P.-¿Jugó en el Arena, en De Kuip?

R.-Sí, sí, incluso marqué un gol en el campo del Feyenoord, que ese año fue campeón. Se llenaba el estadio, 60.000 personas de pie, una maravilla. El del Ajax también. Uno se decía es que estos equipos han jugado finales de Champions… Luego, es verdad que la vida era difícil, hacía mucho frío.

P.-¡Y usted es del norte!

R.-A ver, no me llevo mal con el frío, pero entrenar así o con nieve no me gusta.

P.-Y Andorra tenía buenos mimbres, buenos jugadores. Pero de estas cosas que pasan en Segunda, se tuerce todo y bajas.

R.-Fue una pena porque también teníamos buen grupo. Éramos buenos jugadores, pero no funcionó todo lo demás. Yo me lo pasé muy bien. Ese año me sentía tranquilo. Era el primer año que jugaba de extremo izquierdo más a menudo, con Eder Sarabia. Ya vino el otro entrenador las últimas jornadas y me puso por la derecha. Fue positivo en lo individual, lo peor es que descendemos. 

P.-Hizo buenas migas con Calvo.

R.-Sí, las hice con todos. No tengo nunca problemas con la gente del vestuario. Con Álex Calvo me llevaba muy bien. Tenía mucho talento, se le veía. Un jugadorazo.

P.-Muy del estilo de lo que sale de esta casa.

R.-Tal cual. Aquí en Málaga hay mucho talento.

P.-Igual a veces falta cierto academicismo o rigor más del norte, pero hay inventiva.

R.-Esa garra quizás… Es verdad que aquí ya me avisaron de que hay mucho talento y calidad. Se ve en este equipo tranquilamente.

P.-Ahora que proliferan las academias desde muy pequeños, parece que se crean clones. Muy aseados en lo técnico y táctico, pero se le ponen puertas al campo, a la imaginación.

R.-Parece que vienen ya los cromos hechos y te dicen tú tienes que ser así, tú así… El fútbol ha cambiado mucho. Pero es lo que hay. No sé si es malo o es bueno.

P.-¿Quién le llamó más la atención de primeras de este equipo?

R.-En lo futbolístico, Larrubia me gusta muchísimo. Puede jugar por dentro, por fuera. Lo de Alfonso Herrero también está siendo brutal. Podría decir muchos. La primera vez que entrené creo que fue en Marbella y me parece que quedaba un partido, Larru andaba muy bien en pretemporada ya.

P.-¿Y qué me dice de los tres juveniles?

R.-Estos también vienen muy fuertes. Y más que hay. Hay gente abajo que va a dar mucho de qué hablar. Además Loren trabaja muy bien la cantera. Me recuerda mucho a lo de la Real. Saca jugadores que debutan y dan la talla. Luego que lleguen ya a mantenerse y todo eso, es otra cosa. Ahora más difícil porque están en Champions, Europa League… Tienes nivel por lo menos para un Segunda División o un recién ascendido a Primera.

P.-¿Cuál es el mejor futbolista que ha visto en su vida?

R.-Tuve la suerte de jugar con Silva, que estaba en la Real en mi etapa. Me gustaba mucho Januzaj también, me impresionó mucho. Técnicamente brutal.

P.-¿Y que no haya llegado o haya sido un poco menos de lo que esperaba?

R.-Me gusta mucho Robert Navarro que no le han dado mucho bombo para la calidad que tiene. Ahora está en un buen equipo como el Mallorca, pero creo que podía aspirar a mucho más. Si él quiere, llegará más arriba.

P.-Se acaba el entrenamiento, ¿cuál es el recorrido a partir de ahí?

R.-Me encanta comer aquí, las cocineras son top, son súper buena gente. Me voy a casita, me echo unas plays (Play Station). No me gusta la siesta, no me sienta bien. Yo soy muy activo. Me gusta ir de aquí para allá, ir a tomarme un café solo o con alguien, cenar fuera… Turismo hago si es en compañía.

P.-¿Le gusta perderse solo?

R.-Sí. Me gusta encontrarme conmigo mismo.

P.-¿Qué más aficiones tiene?

R.-Leer es algo bonito. Estoy con un libro ahora de Zuhaitz Gurruchaga, que fue jugador de la Real Sociedad, que cuenta su vida y tuvo un problema bastante importante. Es muy interesante. Muy recomendable su libro. Luego también he empezado a jugar a golf, que es difícil. Ahí estoy con Einar, Juanpe y demás en Torremolinos. Nos lo pasamos pipa ahí. 

P.-¿Quién le da mejor? 

R.-Luca tiene buena técnica, Pastor ya le daba un poquito de antes. Juanpe ahora es baja porque ha tenido el niño. Castel también, pero es bastante paquetillo. Bueno, es que es un bruto. Einar y yo también le estamos metiendo bien.

P.-¿Es de los que hace una lista de objetivos a largo plazo o se deja llevar?

R.-En noches en las que está uno más inspirado, piensas y tal, pero no te marcas límites porque eso es ponerte un poco de presión. Prefiero que sea el día a día, dejar que pase el tiempo.

P.-¿Pero se ha imaginado metiendo un gol en un partido soñado?

R.-Sí, sí. Lo más gordo, eh. Me imagino una final de Champions metiendo un gol con el Málaga… buah. Ahí te mueres. Pensándolo se te pone la piel de gallina, se te pone aquello... Imagine que se mete el Málaga en una final de Champions y metes el gol, eres el héroe para siempre. 

P.-Cualquiera que le escuche diría, este tío está flipado.

R.-Risas. Pero bueno soñar es gratis.

P.-Vamos, usted ya tuvo un estreno… Debutar y marcar en el Camp Nou.

R.-Pero el segundo gol fue mejor. Fue en el minuto 90, con uno menos, en casa y era cuando ya no había Covid y podía entrar el 100x100 de la gente. 40.000 personas había en Anoeta. Brutal. Metí en el 90’ y no sabía ni lo que hacer, ni cómo celebrarlo. Se me echaron todos encima. 1-0 y para casa, bueno, en casa ya estábamos. Y más contento que… un niño que siempre ha querido que pasen esas cosas, las que te has imaginado toda la vida.

P.-Sei bella come un gol al 90.

R.-Joder, en el 90’... 

P.-¿Dónde le pilló el gol de Tarragona?

R.-Creo que estaba de vacaciones, no lo vi en el momento, pero luego sí vi todo lo que subían a las redes. ¡Porque yo entonces no sabía que iba a venir al Málaga ni nada! Cuando pasó todo, a la semana o así, contactó Loren y empezamos a hablar.

P.-¿Le han contado cosas?

R.-Me lo han contado todo. Ahora ya se habla menos, pero antes sí. Se comentan cosas de locura, ves los vídeos y se te pone la piel de gallina. Nosotros también subimos con la Real Sociedad a Segunda pero no me esperaban 80.000 personas en el aeropuerto. Uf...

P.-¿Qué supone ser local en La Rosaleda?

R.-Es una maravilla, cuando estaba en el banquillo y veía todo esto me decía, jo, cuando juegues titular, y entres al campo en las dos filas… Es una maravilla, un estadio de mucha calidad. ¿La gente? Hombre, es normal, Málaga es muy grande y la gente te para por la calle. Hay algún que otro personaje. Tienes que entenderlo, porque igual tú eres su ídolo.

P.-¿Había imaginado ser alguna vez el ídolo de alguien?

R.-Te escribe mucha gente. Ojalá ser el ídolo de mucha gente, eso es que lo estás haciendo muy bien y estás consiguiendo cosas bonitas.

P.-¿Y el suyo?

R.-No soy mucho de tener ídolos, pero es verdad que me gustaba mucho Toquero. Un tío luchador. Igual se pensaba que iba a decir Cristiano, Neymar... No me identifico con esos jugadores. 

P.-Pero usted tampoco es perfil Toquero.

R.-Pero me gustaba, es por lo que transmitía. Yo no lo conozco pero me parecía una persona súper humilde, lo veía de fuera y me decía, buah, este tío es mi ídolo.

Galería de fotos de la entrevista a Julen Lobete / Javier Albiñana

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