Kevin y su futuro: "Mi sueño lo sabe todo el mundo, jugar en Primera con el Málaga CF"

"El equipo tiene alma y cree hasta el final. Eso viene de la temporada pasada, es un grupo muy bueno, ha mantenido la base y creemos todos, nos dejamos todo en el campo", dice el canterano

Guerra de nervios por Horta

Kevin, en La Trinidad.
Kevin, en La Trinidad. / Javier Albiñana

Málaga/Kevin Medina es uno de los jugadores que acaba contrato con el Málaga CF en junio de 2025. El canterano volvió tras su lesión y regresa al once inicial e intenta recuperar su mejor nivel tras abrir con ese golazo en Ferrol. "Mi sueño lo sabe todo el mundo. Yo soy aquí de Málaga y jugar aquí es lo máximo. Ojalá estar Primera y de ahí, ya veremos", decía en Área Malaguista de 101TV en un reportaje que le llevaba por las calles de La Trinidad, su barrio.

"Esta categoría es muy difícil, lo importante es sumar y trabajamos para conseguir los tres puntos. El equipo tiene alma y cree hasta el final. Eso viene de la temporada pasada, es un grupo muy bueno, ha mantenido la base y creemos todos, nos dejamos todo en el campo. Meter las ocasiones que metamos es todo muy complicado. Tenemos a nuestro Alfonsito, que es un crack", decía elogiando al meta, al tiempo que recordaba ese golazo en Ferrol: "No me entraba el balón y la primera que tuve en Segunda, me entró. Quiero meter el jueves ya el próximo. En el entreno me entran, pero hay que entrenar para después hacerlo en el partido".

Kevin tenía palabras de ánimo hacia Antoñito Cordero, al que aupaba en Tarragona tras el gol del ascenso, tras fallar el penalti. "Yo estuve con el después del penalti porque es un niño. Le dije que había tenido los huevos y personalidad para coger el balón con 17 años. Que no se venga abajo, irá entendiéndolo mejor porque es una cosa normal. Yo creo que el próximo penalti va a intentar tirarlo otra vez, pero si estoy yo, lo voy a tirar", bromeaba el jugador, que destaca el buen ambiente que hay en la plantilla: "Manu y Dioni me dicen Shinchan, son muy pesados. Siempre hay buen rollo, las bromas a nadie le sientan mal, lo sabe la gente. Lobete se ha llevado ya unas cuantas. A Manu se la hemos devuelto, pero las que le quedan aún. Le echaron toda la ropa en el coche, ¿cómo te lo vas a dejar abierto? Ayer Lobete se lo dejó también abierto y le abrimos los paraguas, le tiramos las pelotas de golf... Eso es a diario. Pero cuando llega la hora de verdad, con el gancho. El míster tiene sus momentos de cachondeo, pero cuando llega la hora de la verdad, nos ponemos todos serios.Aquí hay mucha humildad".

"Desayunamos comemos y nos llevamos la cena, yo lo llevo bastante bien. He cogido un nutricionista hace un mes y estoy bastante contento", destaca Kevin sobre la alimentación que lleva el equipo para cuidarse y mantener la profesionalidad.

Expansión del malaguismo

"Hay más camisetas que nunca. Cada vez que me ve la gente flipa".

José Alberto López

"Creía mucho en mi, está primero ahora con el Racing. onfiaba mucho en mí y apostó. No habia jugado en el primer equipoo y primeros 15 partidos titular. Imagínate como estaba en el vestuario, comiendome las uñas y despues del covid con gente en el estadio..."

Importancia de la Trinidad

"Aquí he pasado parte de mi infancia, tengo muchos recuerdos y muchos amigos. El mejor recuerdo es el del ascenso del Málaga. Me quieren mucho los niños, yo también he sido chico y siempre he ido a ver al equipo. No pensaba q iba a estar tan lleno, cuando bajé dije 'esto es mi barrio'. Todo estaba lleno de gente llamándome por mi nombre. Mi familia estaba ahí en la esquina, nada más que los vi me fui a abrazarlos Suelo venir dos veces al barrio, las veces que puedo. Hay que hacer el trabajo invisible, pero intento venir lo máximo que puedo. Hemos jugado con lo que sea, si no había balón, con una lata. Y sino, al poli-ladrón. Siempre estábamos liados, todos los días".

Cautivo

"Yo soy muy del Cautivo, me lo han inculcado de pequeño. Si se hace algo del Málaga me llaman a mí. Los compañeros saben que el Cautivo es el rey de Málaga, no les hace falta ni que yo se lo diga. Tengo tatuada la entrada a la iglesia jugando de pequeño. En esta plaza jugábamos entre las palmeras (San Pablo) y las puertas de iglesia, que no está como ahora. De vez en cuando había algún pelotazo a una persona mayor, pero eran cosas de niños y que hoy en día se están perdiendo. Hemos empeñado muchos balones. Algún que otro cristal me he cargado, nos regañaban, pero éramos niños felices. Aunque nos regañaban seguíamos jugando. Esta es la pista donde jugábamos. Juan Reina es un grande del barrio, tuve el placer de conocerlo, pero no tanto como quería. Dio todo por que se hiciese esta pista y aquí está. Todos los barrios la tenían, nosotros no éramos menos. Al final se consiguió".

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