La lección de los alevines del Málaga ante la violencia de los padres

Málaga CF

Equipo y técnicos dieron la espalda a la grada en señal de protesta durante una pelea entre familiares en un partido de la Costa de la Luz Cup, celebrada en Punta Umbría

Los alevines del Málaga dan la espalda a la grada en señal de protesta.
Los alevines del Málaga dan la espalda a la grada en señal de protesta. / Canal Sur
R. D.

17 de junio 2019 - 12:00

Gran detalle el que dejó el equipo alevín del Málaga en el Costa de la Luz Cup de fútbol base, que se disputaba este fin de semana en la localidad onubense de Punta Umbría, durante el partido que los enfrentaba al Sporting de Portugal. En él se produjo un altercado con varios familiares en la grada, a lo que los pequeños, de entre 11 y 12 años, respondieron con un gesto de rechazo.

Apenas comenzada la segunda parte, el árbitro tuvo que parar el partido ante una acalorada discusión que se estaba produciendo entre varios padres del conjunto portugués. Entonces jugadores y técnicos se dirigieron al sector de fondo donde se estaba produciendo la pelea para abrazarse, dando la espalda a la grada. Y al darse la vuelta señalaron negando con el dedo para decir un claro no a la violencia en el fútbol.

Las imágenes, captadas por Canal Sur, que estaba retransmitiendo el torneo, sirven como ejemplo del rechazo rotundo del fútbol de formación a los actos violentos que se viven cada fin de semana en los campos y que solo van en perjuicio de los niños. El incidente no tuvo mayor repercusión, sí el bonito gesto de jugadores y técnicos, que bien vale como lección.

"Los niños lo que quieren es divertirse"

Fernando Moreno, miembro del cuerpo técnico del equipo alevín que vivió el episodio en el Costa de la Luz Cup, quiso quitar hierro a lo sucedido para dar solo importancia a la lección que se desprende de ello. "Simplemente fue un acto que se quedó en palabras, pero estamos en contra de todo ese tipo de acciones en el fútbol base cuando los niños están divirtiéndose en un campo de fútbol", comentó el preparador en una entrevista para A Diario, de Radio Marca.

"No nos dimos cuenta de ello porque estábamos en el banquillo más lejano, fue el entrenador del Sporting el que nos alertó. Ahí fue cuando tanto el cuerpo técnico como los niños lo consensuamos y ellos dijeron de ir. Fuimos a la grada y tuvimos ese detalle. Cuando los niños ven el reflejo de sus padres en la grada, ven que ese es un mal comportamiento. Los niños lo que quieren es divertirse", continuaba Moreno, que explica que se ejecutó un protocolo ya marcado: "Es idea del club, de la filosofía que tenemos. En el momento que ocurrió el cuerpo técnico lo consensuó, hablamos con los jugadores, fuimos todos a una y tuvimos ese acto que sirve poco a poco para mejorar el día de mañana el fútbol base formativo".

Por último, insiste en restar relevancia al altercado y alaba el papel de los familiares y aficionados del Málaga durante la temporada: "Es un hecho que ocurrió sin mucha trascendencia. Nuestros padres han estado durante toda la temporada mostrando un comportamiento ejemplar y la verdad que han tenido una temporada de chapó. Esto es para divertirse y que los niños aprendan cada día con su deporte favorito cada día, que es el fútbol".

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