El legado de los Zambrana continúa

El apellido Zambrana lleva vinculado al malaguismo más de 75 años. José Zambrana Carretero, más conocido como ‘Pepillo’, fue el primer utillero del Club Deportivo Málaga, donde sirvió con profesionalidad y esmero más de 40 temporadas. Con la desaparición del club, el Atlético Malagueño se convirtió en el primer equipo de la ciudad -posteriormente renombrado como Málaga Club de Fútbol- donde su hijo, Miguel Zambrana Gómez, era responsable de material. Cuidando con cariño este escudo ha trabajado más de 30 años y hoy le deja el testigo al tercer Zambrana, su heredero Miguel Zambrana Cueto.

Miguel Zambrana padre es un personaje muy querido y respetado en el seno malaguista. Su personalidad, amable y cercana, es de las más carismáticas del vestuario. Junto a su inseparable compañero, Juan Carlos Salcedo, ha formado un binomio perfecto que se ha ganado la admiración de todos y cada uno de los profesionales que han pasado por el equipo, tanto entrenadores como jugadores.

En la coyuntura que ha supuesto la nueva estructuración del club, Miguel se retira para dejar paso a su hijo, que tanto ha podido aprender de los ‘Pichitas’ -como son conocidos los utilleros del club popularmente-. Así se abre paso la tercera generación de los Zambrana, que presumiblemente hará cumplir a su apellido más de un centenario de blanco y azul. También se marcha del club gente carismática y emblemática arrastrada por el ERE, como Marcelino Torrontegui.