Camacho: "Se va un malaguista, volveré"

Malaga CF

Emocionante despedida de Camacho, rodeado de su familia

"Aquí he pasado los mejores años de mi vida", aseguró el maño

Camacho se despidió en la sala de prensa Juan Cortés.
Camacho se despidió en la sala de prensa Juan Cortés. / MH
Fran Navajas

09 de julio 2017 - 13:07

Ignacio Camacho le puso a su despedida el mismo corazón que se quedará por siempre guardado en La Rosaleda. Jugador impagable, el maño entrega el brazalete de capitán después de seis temporadas y media salvaguardando la identidad del Málaga. Se marchó, rodeado de familiares y tragando saliva para tapar la emoción. Tuvo mensajes para todos, pero sobre todo para un malaguismo que desde ya empezará a echarlo de menos.

Acompañado de Francesc Arnau, el nuevo jugador del Wolfsburgo comenzó su alocución señalando que tocaba el momento "de decir adiós a mi casa". Una decisión "difícil" pero que se enmarca dentro de "una gran oportunidad" tanto para el club como para él. Pero las emociones comenzaron a superarle acordándose "de un ciclo en el que he sido muy feliz". Tanto que remarcó que "aquí he pasado los mejores años de mi vida", haciendo mención a tantos momentos "únicos, buenos y malos que se quedan en el recuerdo".

"Desde el primer día me he identificado con el club y la ciudad. Me llevo el paso por la Champions, mi convocatoria por la selección y el orgullo impagable de llevar este brazalete. Cuando llegué era un niño que creció y maduró en esta gran ciudad", comentaba Camacho fijando la mirada en su círculo más cercano: "He formado una familia, aquí nació mi hijos que es malagueño y malaguista. Lo único que le calmaba era el himno del Málaga".

Agradecimientos para los directivos, para la familia Al-Thani, trabajadores y periodistas. Nadie, sin excepción, se quedó sin la mención de Camacho. Aunque la palma se la llevó Javi Gracia "por el que siento una debilidad especial". A Míchel, cuya relación catalogó como "corta pero intensa" le cede parte del testigo del equipo: "Dejo el Málaga en buenas manos".

Por último, con los ojos vidriosos, tuvo que parar al acordarse de su mujer: "Mi amiga, mi compañera de viaje". Para el final, pero no menos importante, un cálido y sentido homenaje al malaguismo. "Qué decir de Málaga, de los malagueños y de los malaguistas. Esta ciudad enamora. Hemos sufrido, reído y llorado, pero siempre juntos. Gracias por vuestro aliento, siempre me he sentido querido por vosotros. Se va un malaguista, pero siempre os llevaré en mi corazón. Gracias Málaga, volveré", se despedía Camacho, que deja al escudo del Málaga lamentándose por su marcha.

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