Málaga CF-Cartagena: Calladito pero matón (1-0)
Gana al colista dominando, sin especular y sin dejar de ir a por más hasta el final
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El Málaga es un suavón, un equipo que las mata callando. Agachadito, sin ir de víctima pero sin sacar demasiado pecho, va sumando puntos y tomando posiciones en la clasificación. 20 puntos para un conjunto calladito pero matón y al que sólo un equipo ha podido ganar por el momento. Duerme noveno y un partido menos que de sacar adelante le metería en play off. Lo hizo a costa del colista, el Cartagena, lo que también destierra el mito del resucitador.
Esto es Segunda y la seriedad tiene que ser un mantra, un modo de vida. El Málaga es serio y cada vez tiene más empaque. No es un conjunto que avasalla, pero tampoco especula. Ante el Cartagena no se arrugó y siempre fue a por más. Eso también debería servir para matar alguno de los tópicos que persiguen a Pellicer.
No se puede negar que fue una primera mitad para los amantes de las emociones fuertes. Al minuto de juego ya tuvo que sacar un disparo de Larrubia el portero del Cartagena tras el primer córner. El colista no se amilanó y amenazó un par de veces a la espalda de la defensa malaguista. La primera (la otra acabó en fuera de juego) de Vukcevic acabó con el atacante metido en el área y recortando a Gabilondo. No tuvo frescura. El efesé se mostró como un equipo afilado pero no atinado.
El Málaga fue adueñándose poco a poco del balón y dominó de manera casi completa la primera parte. Pudo adelantarse desde los once metros, pero falló su segundo penalti seguido tras el del Oviedo. Lo generó Kevin en un mano a mano con Cedric que Moreno Aragón no concedió de primeras pese a estar encima. Corrigió el VAR. El trinitario tenía el cuero en sus manos y en el último instante se lo quedó Dioni. Pablo Campos intuyó la trayectoria.
El partido era, de cualquier modo, blanquiazul. Sobre todo porque Manu Molina tomó el timón y lo gobernó a su antojo. El Cartagena era un frontón y procuraba tomar máximas precauciones después de venir de sendas goleadas. En ese escenario de 0-0, casi se puso por delante. En realidad, lo hizo. Un centro de Hugo González desde el flanco izquierdo del Málaga que Sipcic cabeceó en el segundo palo al imponerse a Jokin. En el origen estaba ligeramente adelantado, pero el centro no fue limpio y pegó en la cabeza de Manu Molina. Desde la sala VOR se entendió que no hubo intento de despejo y Moreno Aragón tuvo que corregir de nuevo su decisión.
No terminaba de romper el Málaga, con Lobete gozando de un par de opciones, Kevin sacando de quicio a sus rivales y arrinconando a base de córners y segundas jugadas. Así logró que bozara el cántaro del Cartagena, ya en el añadido. El centrocampista onubense ganó un medio duelo, la pelota llegó a Lobete y su centro fue culminado por Nelson Monte en boca de gol.
La segunda mitad comenzó de manera parecida a como se dio la primera, con el Málaga mandando y jugando casi siempre cerca del área murciana. Sin embargo, al Cartagena no parecía influirle demasiado, como si le sirviese pese a todo para su plan de partido. Así que Pellicer movió fichas. Sentó a los cocineros del gol de Nelson e introdujo a Izan Merino y Roko Baturina, por lo que pasaba a jugar con doble punta.
No supo matar el partido el Málaga, que veía cómo de vez en cuando el Cartagena se le subía a las barbas. Metió a Sangalli por Dioni viendo que sin Manu se le había ido un poco el control. También a Cordero, que recibió algunos pitos derivados del asunto de su renovación. También casi siempre que tocó el balón. Incomprensible pitar a uno de los tuyos cuando te estás jugando los puntos por más que no te guste su situación contractual. Le falta una semana para cumplir los 18 años y marcó el gol del ascenso, caramba. Sin contar sus tres goles y sus tres asistencias. Es víctima, sobre todo, de una historia mal contada por los dirigentes del club.
Tiene mucho mérito el Málaga, que no especuló con el resultado y no dejó de buscar el segundo hasta el final. Pablo Campos, el mejor de su equipo, repelió un disparo de Izan Merino, que volvió a tener buenos minutos.
Al conjunto blanquiazul le esperan ahora el Zaragoza, el líder Racing, la cita atrasada con el Levante, Castellón y Almería en un mes. Un pequeño Tourmalet que pondrá a prueba sus límites.
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