Málaga CF - CD Mirandés: Un punto que vino del cielo (1-1)

Dioni, que había perdido a su padre esta semana, rescata el empate

El equipo sigue siendo frágil en los centros laterales

Galería con las fotos del partido

Las fotos del Málaga CF - Mirandés / Carlos Guerrero

El Málaga cosecha su segundo empate consecutivo en el regreso a Segunda División. Esta vez contra el Mirandés. La categoría avisa de que esto va en serio y que lo que te permite con una mano te lo quita la otra. Tiene que corregir el conjunto de Sergio Pellicer su fragilidad en los balones que llueven al área. Pecado mortal en la ruta de plata. Cuenta, no obstante, con ese punto de lobo hambriento y de boxeador que siempre se levanta de la lona. Esta vez gracias a un tanto de Dioni que empujó una estrella que ahora brilla en el cielo. 

El primer acto trajo la noche y el día. De la fiesta al silencio. Todo en un abrir y cerrar de ojos en una primera mitad que alimentó dudas en un Málaga que reapareció en La Rosaleda cargado de confianza y certezas. Pero el fútbol es el gol y manda en el estado de ánimo. Cuando Panichelli cabeceó el centro de Lachuer y encontró las mallas de Alfonso Herrero, los blanquiazules se descompusieron.

Otra vez un centro lateral, con muy mala representación de Álex Pastor y Einar Galilea, con una sosa defensa sobre el argentino. Como un sandwich de pan de molde, la gracia está en lo que pongas en el medio.

Tanto el nueve del Mirandés como Lachuer estuvieron a punto de repetir minutos después con una falta lateral. Lo abortó Alfonso Herrero, que ya había tenido otra buena parada en el arranque.

No había sido una mala presentación la del Málaga. Ágil, con hambre y piernas, incluso con alguna entrada excesiva fruto de la pasión que costó amarillas a Víctor García y Juanpe. Se asomó por el área, sobre todo cuando el enérgico Puga logró que el tablero se volcara hacia su flanco. Dani Lorenzo anduvo cerca de marcar el primero con una buena maniobra en el área. 

El Mirandés se dedicó a aguantar con firmeza atrás, parapetado en su 5-3-2 y unos inteligentes mecanismos para aprovechar las transiciones. El Málaga llevaba la iniciativa y salvo alguna imprecisión, no sufría. Pero el control se desvaneció en el tramo final de la primera parte, coincidiendo también con la lesión y sustitución de Kevin, que seguía con la flechita hacia arriba y derrochando coraje para correr hacia atrás.

Reacción al descanso de Pellicer

Reaccionó Pellicer en el descanso con un movimiento ofensivo. El benjamín Ochoa al campo por Juanpe, lo que provocó que Dani Lorenzo diese un paso atrás. Pero la cuesta era empinada con el Mirandés replegado y perdiendo todo el tiempo posible en cada contacto. 

El Málaga era Sísifo contra la montaña, sin embargo, esta vez la historia se reescribió con algo de justicia poética y celestial. Entraron Dioni y Cordero de la mano al campo y fueron los actores principales del empate. El chico de oro botó el córner y lo engatilló el malagueño, que se lo debía a su padre, fallecido esta semana.

No fue el resto del choque un camino de rosas. El Mirandés siguió incordiando y rozó el 1-2 con un disparo de Homechenko que repelió la madera. El Málaga buscó la heroica hasta el aliento final. Pero Muresan Muresan no estaba para fiestas y selló el partido cuando el conjunto blanquiazul tenía una falta lateral cerca del área.

Las fotos del Málaga CF - Mirandés / Carlos Guerrero

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