Málaga CF-Deportivo de La Coruña: Chupete al rescate (1-1)

El pichichi del filial sale para firmar in extremis el empate malaguista

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Chupete celebra el 1-1 al Deportivo.
Chupete celebra el 1-1 al Deportivo. / Carlos Guerrero

Se llama Chupete, pero chupete no usa desde hace mucho aunque sea un filial. Carlos Ruiz Rubio es un hombre-gol. Metió 17 en la primera vuelta con el Atlético Malagueño y se ha presentado en La Rosaleda como los grandes. Y el domingo se irá a La Academia de Arraijanal a seguir la faena contra el Real Jaén. De paso le va a poner un poquito de picante al debate del delantero y del mercado invernal.

El fútbol se ha escrito con cientos de historias así. La oportuna lesión de Castel y la gripe de Roko Baturina le hicieron formar parte de la ecuación. Pellicer ya tenía previstos sus minutos dentro del plan de partido, que se puso en bandeja para la aparición de un nuevo héroe.

No lo tuvo fácil Chupete, que estuvo más fuera que dentro hace dos veranos y ahora se ha convertido en una de las grandes promesas de La Academia. Lo peleó entonces Duda por la vía judicial y lo terminó de atar en primavera Loren Juarros. La hoja de ruta con él estaba clara, pero esto es el fútbol y le presente, como le gusta decir al de Nules, es una trituradora. También en el buen sentido.

Chupete celebra el 1-1 al Deportivo.
Chupete celebra el 1-1 al Deportivo. / Carlos Guerrero

El Málaga regresó de Riazor en la primera vuelta con un 0-0 que no reflejó lo trepidante que fue el partido. Siguió la misma senda de belleza el envite de La Rosaleda. Fue lo que previó Pellicer en la sala de prensa el jueves. Los blanquiazules quisieron llevar el peso del juego, pero los de Óscar Gilsanz aprovecharon muy bien sus grandes virtudes en transición.

Yeremay y Mella se turnaron para poner en serios peligros al Málaga. El primero probó su primer disparo a los dos minutos y sacó amarilla a Jokin Gabilondo a los siete. Fue el extremo del costado opuesto quien tuvo las más claras. Una a los 20 minutos y, sobre todo, una a los 35 donde se quedó ante Alfonso Herrero y ejecutó de manera terrible. El achique del toledano fue culpable de que tomase tan mala decisión al dejarle con pocas opciones. A veces para hasta sin parar.

Cuando recuperaba el esférico, el Dépor trataba casi siempre de burlar el cinturón de seguridad de Luismi Sánchez, un perímetro desde donde el Málaga se ha hecho fuerte este curso. Con la necesaria colaboración de Mario Soriano, eso ponía en apuros a los blanquiazules. Además, reducía las recuperaciones en una zona donde los de Pellicer saben sacar mucho partido.

Al Málaga le faltó lo de casi siempre. Un poco de precisión aquí, un poco de suerte allá. En el toma y daca pudo sacar algún rédito, pero la zaga gallega anduvo de notable. Aun así, merodeó el área. Unas veces volcado hacia Kevin y Dani Sánchez. Otras, hacia Cordero y Jokin Gabilondo.

Arcediano Monescillo, que no es para nada un mal árbitro, estuvo demasiado quisquilloso a la hora de no dejar sacar un último córner con el tiempo cumplido al Málaga. No hubo mucha pérdida, pero sí lo suficiente como para arañar un minuto.

Segunda parte movida

Reinició el Dépor igual, con una para Yeremay y otra para Mella. Entre media, Lobete tuvo la ocasión del partido hasta el momento. Leite mandó mal un balón a Mfulu y el vasco se quedó con todo a favor, pero se hinchó de balón y su disparo de fue muy por encima del larguero. El siguiente en avisar fue Kevin con un disparo de los que le gustan pero que desvió ligeramente Navarro a córner.

Pellicer rebuscó en su arsenal y cambió timonel y enganche. Dio el bastón a Ramón y Aarón Ochoa para tratar de desnivelar un partido abierto e incierto. Y tanto que lo era.

Al final, Yeremay logró salirse con la suya. Un balón que pilló a contrapié a la defensa malaguista. El control del extremo fue exquisito y la definición eficaz, pese a que Alfonso Herrero logró tocarla.

Terminó de quemar sus naves Pellicer primero con Rahmani y después sentando a Nelson Monte y Dani Sánchez por Chupete y Víctor García. Acertó el de Nules. Y no es la primera vez en este curso.

El Málaga encontró oro a través de sus jóvenes. Luismi recuperó y abrió para Cordero, que en la izquierda es mortal. El jerezano la sirvió al primer palo. Ahí apareció Chupete, que se estrenaba en La Rosaleda, y que al alimón con un defensa, puso el 1-1.

El tablero se volcó y el equipo malagueño rondó el triunfo en los instantes finales, con el Dépor en pleno cortocircuito después de la igualada. No fue el regreso soñado a la competición para el Málaga, pero sí tuvo ingredientes para irse con media sonrisa. Épica y los niños haciendo diabluras cuando todo pintaba a pequeña tragedia.

Las fotos del Málaga-Deportivo de La Coruña
Las fotos del Málaga-Deportivo de La Coruña / Carlos Guerrero
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