Málaga CF - Deportivo: Fiesta tras las fiestas (18:30)

Con todo vendido, La Rosaleda se prepara para arrancar un 2025 ilusionante

La lupa del adversario

El Málaga CF-Eldense, en fotos
La afición, en el Málaga CF-Eldense / Javier Albiñana

Pasaron las fiestas, el parón, el merecido descanso. Le toca al Málaga retomar el sendero de Segunda División contra el Deportivo de La Coruña. Comienza la segunda vuelta y los 30 puntos ya no mueven molino. Se actualiza el rendimiento y la exigencia, dice Sergio Pellicer. Y es cierto. Aun así, no quita que la ilusión siga disparada y que la despedida de 2024, pese a que han pasado varias semanas, ha dejado al malaguismo con ganas de mucho más. La fiesta de inauguración de 2025 en Martiricos llega con el cartel de no hay billetes.

De cualquier modo, regresar tras las navidades nunca es una tarea sencilla. Las mismas dudas que hay un lado las hay en el otro porque los gallegos tampoco tuvieron Copa del Rey. Pellicer recordó que enero de 2024 fue malo para el Málaga, con regulares resultados y muchas dudas. No parece, sin embargo, que la plantilla esté en la misma onda que entonces. El bloque da otras sensaciones, tiene la capacidad de transmitir serenidad y generar confianza.

Más allá del plus que siempre supone estar en La Rosaleda con casi 30.000 espectadores, el Málaga tiene que seguir consolidando su idea a la vez que aumenta prestaciones. Se ha basado principalmente en ser un bloque solidario y compacto, capaz de amarrar bien los puntos a base de dejar la portería a cero. Luego, lo demás suele depender de la finura de los atacantes.

En la decisión y la definición está la otra gran clave. El equipo malacitano mostró en la primera vuelta liguera capacidad sobrada para imponer cierto dominio en el juego y transportar el balón a tres cuartos de cancha. Ahí es donde se baja muchas veces la persiana y vive de las apariciones esporádicas. Es una cuestión de mecánica colectiva pero basada en que los extremos, los mediapuntas y los laterales eligan y ejecuten de mejor manera.

Delante hay un equipo que por velocidad y calidad puede hacer daño a los espacios. Y el Málaga concede algunos en su casa. Tiene Óscar Gilsanz bien trabajado a su Dépor en cuanto a las transiciones se refiere. Y sus atacantes tienen recursos para formar un lío en cualquier momento. Aun así, es un equipo que lo mismo golea que es goleado, difícil de descifrar.

El Málaga tendrá que hacer cambios obligados. Alfonso Herrero es gran indiscutible. Jokin entrará porque Puga está sancionado. Cuál será el central descartado es otra incógnita. Y ojo en el lateral zurdo porque Dani Sánchez acabó con la flecha hacia arriba. Por delante, la dupla Luismi-Manu Molina.

Con la baja de Larrubia se abren las opciones. Pellicer tiene extremos donde elegir incluso si mantiene a Lobete en la mediapunta. Rahmani, Kevin y Antoñito Cordero... El jerezano será uno de los hombres a seguir, ya libre para firmar por quien quiera, continúa siendo uno de los futbolistas más decisivos.

En punta todo hace indicar que Dioni Villalba será titular. Castel está lesionado y Roko Baturina ha tenido algún problema por un proceso vírico. Por si las moscas, Pellicer ha tirado toda la semana de Chupete, pichichi del filial.

Chupete celebra un gol.
Chupete celebra un gol. / Carlos Guerrero
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