Málaga CF - Eibar: Este Málaga va en serio (1-0)
Victoria trabajada que rompe la racha de empates
Así te lo contamos en serio
El Málaga va en serio, muy en serio. 12 jornadas y una sola derrota ya son una demostración lo suficienteme sólida para que se le concedan ciertos honores. La victoria ante el Eibar colorea su senda de los empates y envía un aviso a navegantes. No regala nada, pero se regala en el verde. Juega a pecho descubierto, pero se protege con uñas y dientes sí toca. No tiene a todo el mundo en su mejor nivel, pero sí absolutamente entregados.
Echando todavía en falta a muchos jugadores de la plantilla. Con sus limitaciones, que no son pocas. Con jugadores que todavía tienen que crecer en madurez y toma de elecciones. Con eso y con todo lo que se quiera decir, este Málaga merece respeto y reconocimiento. Porque cuenta con un amplio abanico de virtudes que no siempre son visibles al ojo común. Pero están ahí.
Con la misma naturalidad de toda la temporada, sin dejarse atacar por los nervios y los dimes y diretes que se derivan de la racha de empates, el Málaga saltó francamente bien al campo ante el Eibar, un equipo que fue casi un Dream Team de Segunda en las pasadas temporadas pero que causa menos terror en la actualidad.
Cumplió Pellicer con lo anunciado en la rueda de prensa previa. Nadie puede sentirse engañado por el entrenador de Nules. Realizó rotaciones en defensa, porque lo que demás era más bien situar a su once de gala con permiso de Cordero y Ochoa, que se quedaron en el banquillo de entrada.
La apuesta por David Larrubia y Kevin Medina no pudo ser más acertada. Entre ambos, al cuarto de hora, facturaron el 1-0 con el que se llegaría al descanso. El trinitario se plantó en el pico del área, pero en lugar de buscar su clásico disparo por fuera, tiró hacia dentro. Su centro fue repelido por Fuzato, pero ahí andaba el 10 para introducirla. Con algo de suspense y la presencia de Dioni en boca de gol, que dimitió de la acción para evitar que señalasen fuera de juego.
Eso quería Pellicer y así lo contó en la previa. Más llegada y más atención de su segunda línea. Tuvo alguna intervención interesante Larrubia al margen del gol. Una contra que finalizó con un disparo ligeramente desviado y la búsqueda de las cosquillas a la espalda de Arrillaga, en lo que también contribuyó Jokin Gabilondo.
Kevin, por su parte, bien pudo ser víctima de penalti poco después del gol, en una acción dentro del área en la que sufrió un agarrón. El árbitro fue elocuente con sus gestos.
El Eibar hizo poco daño. Se desordenó en sus intentos de ataque y las pocas veces que logró asomarse a los dominios de Alfonso Herrero fue por la banda izquierda, donde las incorporaciones de Corpas -lateral esta vez aunque es un extremo de toda la vida- provocaron un disparo franco y un par de buenos centros.
El Málaga acaparó el balón casi todo el tiempo, pero no terminó de matar al Eibar, que aguantó la prolongación de la primera mitad con Matheus -dañado- fuera del verde para no gastar una ventana. Etxeberria introdujo a Peru Nolaskoain y también a un silbado Cristian, que ocupó el lateral de Arrillaga.
Emociones fuertes al poco de reanudarse el partido. Una falta al área botada por Manu y peinada por Einar acabó con mano de Peru. El árbitro fue a ver las imágenes pero no lo concedió.
Pudo dar un golpe casi de gracia el Málaga con un disparo lejano de Kevin que repelió con dificultad Fuzato, que intervino nuevamente de forma providencial para frenar el disparo de Dani Lorenzo.
Con vida el Eibar y el partido recalculándose tras los cambios, el Málaga se zafó por poco de la desgracia. Un córner que Alfonso Herrero evitó que culmanse en gol olímpico y una segunda acción seguida tras rechace que Manu Molina arrancó del mismo larguero.
Anduvo cerca en diversas ocasiones de conseguir el segundo a la contra (posible tercer penalti a Cordero) y también sufrió de lo lindo para frustrar el bombardeo del Eibar. Así se construyen los equipos de verdad.
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