Málaga CF y el permiso para soñar en grande

Tras 15 partidos jugados, el Málaga va adquiriendo la convicción de que no es inferior sobre el césped a ningún rival y, con los pies en el suelo, mira hacia arriba

"Este es el camino para hacer cosas muy grandes"

La afición, con el equipo. / Carlos Guerrero

“Este es el camino para hacer cosas muy grandes”. Fue la última frase de la comparecencia de Sergio Pellicer tras el partido ante el Racing de Santander, indiscutible líder de Segunda, que fue zarandeado durante el primer tiempo por el Málaga CF. Un 0-0 irreprochable, por momentos pareció un partido con ritmo Premier, con los dos equipos yendo a por la victoria sin remilgos. “Acabamos con dos delanteros porque el mensaje era ese, había que ir a por el partido”, incidía el técnico castellonense.

Son 22 puntos, casi el ecuador del objetivo cuando aún quedan seis partidos para finalizar la primera vuelta, así que clasificatoriamente las cosas marchan. Pero también en las sensaciones. Los dos últimos empates, en Zaragoza y ante el Racing, valen más. No en la tabla, que el punto en el campo del colista computa igual. Pero sí en la convicción y la confianza del grupo, que la ve reforzada porque no se ha sentido inferior a nadie, sólo al Elche. Y ya se ha enfrentado a los primeros cuatro equipos de la competición. También en lo que ve la afición. Hubo una ovación al descanso importante porque lo que se había visto era un espectáculo de primer nivel, quizá los mejores 45 minutos en años. Se repitió al final del partido. El equipo lo dejó todo, arriesgó, fue a por el partido y le pudo costar la derrota sin San Alfonso no vuelve a aparecer. Pero esta vez, no suele pasar, no fue el mejor portero sobre el campo. La actuación del navarro Jokin Ezkieta fue soberbia y salvó más ocasiones claras que el meta malaguista, que, no obstante, siempre está de guardia.

Esa visión ambiciosa de Pellicer, que la enunciaba en el contexto de una pregunta por los aplausos a Antoñito Cordero después de que en el anterior partido hubiera recibido pitos, refleja también lo que transmite el equipo. Nadie quiere públicamente alzar la voz más de la cuenta públicamente, pero en conversaciones privadas eso está en el aire. No sentirse inferior a nadie sobre el césped para un equipo que alinea habitualmente a la mayoría del equipo titular que no son fichajes (este ante el Racing fue el primero en el que hubo cinco contrataciones, Pastor, Luismi, Lobete, Yanis y Baturina, de manera simultánea de inicio) alimenta la autoestima de un grupo que va adquiriendo una virtud muy importante, que no se noten las ausencias. En la idea de Pellicer es básico tener enchufados a todos los jugadores. “Todos van a tener su momento”, insiste. Con la gran profundidad que dan los 28 jugadores, con tres canteranos de facto integrados en el primer equipo, la eterna Segunda División de las 42 jornadas premia a quien sepa cómo llegar al final a tope. Hay jerarquías, lógicamente. Pero Pastor completó quizá su mejor partido supliendo a un Einar Galilea que estaba a tope, Luismi es un caudillo en el centro del campo y volvió a hacer un partido sensacional ante el Racing. Se vio al mejor Yanis desde su vuelta aunque no tuviera la lucidez del gol tras regatear a Ezkieta. Y se ve también a un notable Lobete, en progresión. “Es indetectable”, dice Pellicer, que en esa posición de enganche tiene diferentes perfiles con Ochoa y Dani Lorenzo. Y el donostiarra que idolataba a Toquero ofrece algo distinto. En la era de los cinco cambios hay 16 jugadores que intervienen por partido y ello implica que hay más jugadores que se sienten activos. Puede que no se entienda la titularidad de Baturina con el estado de forma en el que está Dioni. Pero recuperar al croata puede ser más adelante crucial para dar algo distinto. Pellicer va con las luces largas.

Es esa falta de gol lo que impide que el Málaga CF no esté más arriba en la tabla. “En este deporte, sin goles no hay paraíso”, lamentaba Pellicer en la sala de prensa, señalando que ve más calidad en las definiciones en los entrenamientos. Las que tuvieron Yanis, Lobete o Baturina fueron clarísimas. Pero lo realmente preocupante es no crear. El crecimiento del Málaga es también el de Pellicer. El técnico va aumentando registros distintos, tiene un punto de osadía mayor en el contexto de una Segunda distinta a la que abandonó el Málaga en 2023, con equipo históricos con necesidades de estar arriba, que exponen y no rehuyen al intercambio de golpes. Y ahí el equipo blanquiazul se va sintiendo cómodo también.

Cuatro victorias, 10 empates y una derrota dan los 22 puntos que tiene ahora mismo el Málaga en la tabla. Son cifras proyectadas que no andarían lejos de los puestos de play off a final de temporada. El mensaje de los 50 puntos está diáfano, es el objetivo real de este equipo. Pero el sentimiento creciente, con datos objetivos por la tabla y subjetivos por lo que se palpa en el césped, es que igual se está para pelear por algo más. Semana clave con partidos de máxima exigencia en los campos de Levante y Castellón para constatar la progresión.

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