El Málaga CF proyecta una residencia con 350 camas en la Ciudad Deportiva

El Málaga CF está inmerso en una inestabilidad institucional que complica el crecimiento como entidad, aunque, tras los dolorosos EREs que se ejecutaron para reducir una plantilla de trabajadores que se entendía sobredimensionada desde la administración judicial para la situación del club, la inyección de CVC ha permitido ir recomponiendo y potenciando ciertas áreas que se consideran estratégicas. Sigue habiendo movimientos entre bambalinas, han habido interés serio de empresas solventes, pero es complicado desliar el nudo apretado por Al-Thani, BlueBay y demás actores de una película que dura mucho tiempo.

El club, mientras, sigue funcionando. Sin la capacidad para crecer que habría en otra coyuntura, pero buscando recursos para mejorar. La Ciudad Deportiva es un antes y un después en la historia de la entidad y seguramente sea el hito de este periodo de administración judicial. Ver hecha realidad lo que ha sido una entelequia durante décadas sí ha sido un mensaje potente sobre la solvencia actual de la entidad. De fondo está otra trama de complicada resolución, que es qué sucederá con La Rosaleda y dónde jugará el club en el periodo que dure la obra para tener el estadio listo para 2029, exigencia de la FIFA un año antes del Mundial que albergarán España, Portugal y Marruecos. Se espera la próxima semana el nombramiento oficial. Ya se publicó esta semana cómo está evaluada por la FIFA.

Están conectados ambos aspectos. El Málaga, independientemente de la categoría en que esté estas dos o tres temporadas de exilio, perdería una cuota importante de abonados. Se trabaja en la posibilidad de la mudanza al Ciudad de Málaga, se han hecho prospecciones para ver cómo se pueden tener 20.000 o 22.000 aficionados. Es una tarea ardua también desde el punto de vista logístico y burocrático, también con las peculiaridades de un terreno cercano al mar y al río que obliga a ser cautos. Las exigencias de LaLiga son altas aunque tendrá que dejar algo de manga ancha cuando un cuarto de los campos del fútbol profesional español tendrán profundas reformas. Cuando hay obras justificadas se permite, por ejemplo, menguar las entradas para visitantes o aumentar el porcentaje de abonados. 

Esa mudanza recortará ingresos de abonados y taquillas, más allá de otros daños colaterales como la tienda física del club, que ahora funciona como un tiro en el estadio, que también deberá ser cerrada en este proceso. Y uno de los lugares en los que el Málaga puede recuperar dinero es con la Ciudad Deportiva. Tiene en la actualidad un gasto alto de mantenimiento para los cánones económicos de la entidad, pero se trabaja en vías para aumentar ingresos. Se van inaugurando campos progresivamente en la segunda fase, lo que permite ir aumentando la cantidad de equipos de la cantera que ya trabajan físicamente allí. Y para la tercera se proyectan varias ideas. Desde el punto de vista del primer equipo, para paliar esa previsible mudanza desde La Rosaleda, están previstas las construcciones de instalaciones prefabricadas con una entrada particular en uno de los laterales para que tenga su sector propio dentro del terreno. Allí habría vestuarios, salas de masaje, gimnasio, comedores y demás comodidades para ese tiempo transitorio. Es algo que en la construcción original se contemplaba pero no se activó porque se consideró un gasto extra cuando en La Rosaleda existían todas esas construcciones y era el hogar habitual. Ahora se retomará de forma provisional.

Otro vector es la construcción de una residencia con capacidad con 350 camas. Más allá del uso para jugadores propios también se idea como modelo de negocio para atraer la concentración de equipos de otras latitudes. Y también un sugerente mercado creciente, que es la atracción de jóvenes becados desde Estados Unidos y China, que buscan lugares en Europa para desarrollarse. Málaga ofrece las condiciones, hay, por ejemplo, en baloncesto algunos lugares que lo ofrecen en la Costa del Sol, como el Novaschool. Y hay contactos con empresas que se dedican a este negocio, que se considera rentable. Otra vía para crecer también es la de aumentar el personal para no tener que subcontratar los acuerdos con clubes y selecciones con otras empresas y gestionar directamente con ellos su llegada a la Costa del Sol. 

Dentro de la aparente parálisis en este lustro de intervención judicial sí se van dando pasos para el crecimiento del Málaga. No con la velocidad que se desearía, pero sí con la seguridad de ver hecho tangibles como que Arraijanal ya es una realidad y se puede, más allá de esa idea de identificar a los chavales y mejorar las condiciones de trabajo evitando una dispersión que no era ideal, mejorar la economía del club y su modelo de negocio.