Málaga CF - Racing de Santander: José Alberto López y lo que pudo ser (21:00)

Lo de José Alberto López es un what if de manual. Muchos se siguen preguntando qué habría sido del Málaga CF de haber seguido apostando por el asturiano como entrenador, que se fue por la puerta de atrás un enero cualquiera tras un 0-5 del Ibiza. Le penalizó su falta de glamour desde el inicio, un golpe de clasismo que ya sufrieron otros técnicos antes que él en Martiricos. No le ayudó un vestuario egoísta y descosido, sin liderazgos ni generosidad. Nada que ver con el actual.

Nunca llegó a aceptar ese despido. Sentía que el trabajo quedaba a medio hacer, que su proyecto era a dos años y que el horizonte era pelear por el ascenso en la segunda cita. Por momentos y sobre fechas como estas, su Málaga fue el mejor local de Europa y no volaba más alto porque fuera de casa no terminaba de arrancar. Jugó, eso sí, aquel equipo blanquiazul algunos encuentros de nivel, con ritmo, vertiginoso.

Ahora regresa a La Rosaleda con un Racing de Santander intratable, que rompe estadísticas y que juega como siempre soñó que jugase aquel Málaga. El líder cuenta sus salidas por victorias, algo insólito en Segunda, donde cada punto conquistado vale un potosí. Quizás, sin las cicatrices, José Alberto no sería el mismo y tampoco lo sería su Racing, descabalgado en el final del curso pasado de las oposiciones al ascenso.

Tampoco Sergio Pellicer, su rival desde las 21:00 horas. El de Nules nunca lo tuvo fácil. Cada temporada malaguista ha sido como un bombero en Pompeya. Y sin embargo, casi siempre logró el éxito final. Este curso es otro rollo. Desembarazado de la presión del ascenso, el Málaga compite con alegría y nervio por LaLiga Hypermotion. Como el Racing, sólo ha hincado una vez la rodilla. Mucho empate, sí, pero también la convicción de que ganarle exige un pago de sangre.

El entrenador del Málaga metió el bisturí a la fórmula de juego del Racing, con su presión alta y sus deshinibiciones. Te acosa el cuadro cántabro, te lleva al límite, te invita a fallar. Lo saben en la casa blanquiazul, que quieren neutralizar al lídero pero no a toda costa, no sacrificando el sello propio.

Son extremadamente fiables en defensa ambos, los menos goleados por el momento junto al Mirandés. El Málaga acumula cinco jornadas sin encajar, pero ha perdido a uno de sus pilares: Einar Galilea. El central vitoriano encaja con suma naturalidad junto a Nelson Monte. Le toca de nuevo a Álex Pastor. Por lo demás, no se esperan demasiados cambios en el equipo más allá de tener que reponer la ausencia del injustamente castigado Kevin Medina.

Esto va a provocar que Pellicer dé su toquecito de autor, que no suele faltar en cada jornada. Lobete y Larrubia andan finos, aunque se han turnado relativamente dentro-fuera, el vasco seguramente caerá a la izquierda esta vez. Lo natural sería que apostase por un mediapunta, posiblemente Dani Lorenzo. Y debería regresar Dioni Villalba, el delantero más acertado y fino de todos pero que no jugó en Zaragoza por una mezcla de apuesta táctica y guion de partido.