Málaga CF - Real Oviedo: Abuelos y nietos (16:15)

El fútbol es lo que es en gran parte por la memoria colectiva, por el traspaso de abuelos a hijos y nietos de un álbum de recuerdos vívidos. En el estadio, en la televisión, en la vida. Aquel gol, aquel regate, aquel ascenso. No siempre son alegres, pero sí son alegres la mayoría de los que lo conforman. Entran aquí Javi Calleja y Santi Cazorla. Entrenador y estandarte de un Real Oviedo que visita este sábado La Rosaleda (16:15 horas).

Calleja fue el último fichaje de la era Asensio y prácticamente el primero de la era Sanz. Tenía que llegar a vestir de blanquiazul sí o sí y ni siquiera el cambio de propiedad lo evitó. Una permanencia sufrida, un ascenso histórico y una temporada brillante en Primera. Buen bagaje para el madrileño, al que se sigue guardando cariño.

El técnico superó los cien partidos. Cazorla no se acercó a esos números, pero siempre será la guinda del pastel que aquel Málaga que ponía al personal cachondo y que finalmente logró meterse en la Champions League. Alguno aún no perdona su salida abrupta al Arsenal, pero queda tan lejos y tuvo tantos matices aquello que en realidad no debe opacar que fue algo digno de guardar en el cajón de lo bueno.

Se plantan en Martiricos, que estrena césped, para medirse a un Málaga con un montón de zagales que apenas pueden recordar al primero jugando (Ochoa apenas sumaba un año cuando el Málaga de Muñiz subió en 2008) y tampoco al segundo en su breve periodo de blanquiazul. Ley de vida.

Pide Pellicer a su club de imberbes que tomen como ejemplo a Cazorla, que disfruten de su maestría de una carrera en tiempo de descuento. Seguro que lo disfrutan, pero esa fascinación no va a restar un ápice de descaro y desparpajo a los canteranos del Málaga, que se han plantado en Segunda con ganas de mambo.

No está mal el equipo malacitano, que tras el pescozón del Elche volvió con sendos empates de A Coruña y Cádiz. Pudieron ser más de dos puntos pero también ninguno. En ese alambre se mueve este año el conjunto de Pellicer, que reivindica que ahora son más osados en el tapete verde. 

Se aproxima el tramo más crítico del curso en la categoría de plata, cuando las jornadas intersemanales se abrazan a la Copa. Pellicer se prepara para las rotaciones, pero su prioridad es el Oviedo porque luego tiene a Tenerife y Eibar soplando cerca.

No debe variar demasiado el once del que salió en la segunda parte ante el Cádiz, lo que incluye a Carlos Puga en el lateral derecho. Puede que también Dani Lorenzo para no fatigar tanto a Ochoa.

Más dudas hay en la banda izquierda, con cuatro candidatos. Si ve a Cordero entero, no hay duda. De lo contrario es posible que siga Kevin. Rahmani y Lobete acechan.