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El Málaga CF continúa esperando una respuesta oficial de LaLiga acerca de cuál será su límite salarial con vistas a la temporada 2024/2025. El martes pasado, José María Muñoz y Kike Pérez estuvieron en Madrid reunidos con la patronal de clubes. Confiaban en saber la cifra exacta antes de este fin de semana, clave por alcanzarse la frontera del 30 de junio, y por el poco margen que tiene la dirección deportiva para renovaciones, fichajes y posibles ventas al haber acabado el curso anterior hace apenas una semana. De cualquier modo, la estimación de la entidad de Martiricos es que contarán al menos con unos 5 millones de euros de techo para la campaña que viene. Lunes o martes como muy tarde se espera saber algo más concreto.
Eso, al menos, de entrada. Luego tendrán semanas por delante para tratar de mejorar la primera cifra, como ha sucedido en otros veranos. LaLiga suele ser especialmente rigurosa con los recién ascendidos en este capítulo, pero no hay que olvidar que el Málaga seguramente se verá forzado a traspasar a su gran goleador, Roberto Fernández, que entra en el último año de contrato. El delantero, con el ascenso, pasa a tener una cláusula de rescisión de diez millones de euros, tal y como adelantó Málaga Hoy. De entrar una cantidad jugosa (las ventas son una de las grandes vías de inyección para aumentar el tope salarial), la dirección deportiva contaría con un margen mayor para la confección de la plantilla.
Loren Juarros tiene claro que es importante mantener el núcleo del vestuario del ascenso y que le puede servir la base de la plantilla, pero también que para ser competitivo en Segunda División, el Málaga necesita incorporaciones de cierto nivel y eso hay que pagarlo. Está un poco atado de pies y manos hasta que no tenga una primera cifra oficial. Mientras tanto, baraja opciones, estudia futbolistas que pueden interesar y termina de resolver las posibles renovaciones.
El ascenso a Segunda División obliga al Málaga CF a devolver un millón de euros a LaLiga que utilizó esta última temporada para afrontar el curso en Primera RFEF. Se trata de una cantidad del canon que los clubes están obligados a depositar cuando llegan al fútbol profesional y que alcanza los tres kilos. Sin embargo no tiene que ser algo inmediato, hay calendario flexible en el que se puede reponer en un periodo de dos años.
Al caer a la tercera categoría, ya dependiente de la RFEF y no de LaLiga, el Málaga podía hacer uso de esa fianza. LA patronal de clubes, no obstante, salvaguarda esa cantidad y no permite que sea utilizada de golpe. Sí un millón por temporada, que es lo que utilizó la entidad de La Rosaleda para completar sus cuentas en la ya pasada campaña en Primera Federación, donde los ingresos menguan de manera ostensible.
El Málaga también tiene que hacer frente a otros gastos derivados del ascenso como las primas. Por un lado, la bonificación conjunta rondaba el millón de euros, a repartir entre el grupo. Por otro, no pocos futbolistas tenían bonus si el cuadro malacitano subía a Segunda. Eso sin contar la mejora salarial en casi todos los casos al regresar al balompié profesional.
El Málaga tiene que abonar a Hacienda una deuda contraida por un garantía fiscal que se firmó en su día a Julio Baptista y que asciende a 1,4 millones de euros. La entidad de Martiricos negocia fraccionar el pago de dicha cantidad, que lleva años esquivando.
El Málaga viene de sacar más de un millón de euros en patrocinios directos a través de su camiseta y pantalón. En Segunda verá crecer esa cantidad. Sobre todo porque se queda con la partida de Diputación al no tener que compartir categoría con Antequera y Marbella y porque tiene pendiente cerrar con el Ayuntamiento un notable aumento de su ayuda.
Luego habrá que ver si realiza algún traspaso, pero de manera indirecta puede recibir una inyección extra si el Sevilla vende a En-Nesyri (tema recurrente en cada ventana de mercado), por quien le correspondería el 1,5% por el mecanismo de solidaridad de la FIFA. También ingresará otros 500.000 euros por el segundo plazo de Iván Jaime y sigue esperando el maná del caso Horta.
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