Diez estrenos y una ilusión
Siete fichajes y tres canteranos debutaron con el Málaga en otro arranque de competición con el corsé de la crisis institucional
La paciencia en Martiricos no es un tópico, es una necesidad
Con tres semanas por delante para que se cierre el mercado de fichajes y un par de veranos demasiado extraños en la memoria, el Málaga se estrenó como casi nunca en el Heliodoro Rodríguez López. Después de una pretemporada repleta de problemas, Sergio Pellicer sólo utilizó cuatro jugadores que ya sabían lo que era disputar un partido con el escudo malacitano en Segunda División. El primer día del presente curso futbolístico fue una serie de cromos novedosos, de los que iban en las últimas páginas de los álbumes cuando se necesitaba pegamento para colocarlos.
Basta repasar la el plantel dispuesto por el entrenador malacitano en los distintos partidos de pretemporada para entender que la alineación que arrancó la competición contra el Tenerife era inédita. Posiciones claves con protagonistas sin horas de vuelo en conjunto. Un equipo que está lejos de saber los pequeños detalles que en el juego necesitan los compañeros. Cuestión de tiempo. La extensa ventana de fichajes que terminará en la primera semana de octubre se convierte en cruel para los equipos más débiles económicamente que empiezan la competición a expensas de que los más adinerados les sisen piezas importantes sin margen de reacción. Y además está la situación tan peculiar y extraña de un Málaga recomponiéndose a base de salarios mínimos.
La derrota en Tenerife dejó diez debutantes en Segunda con el Málaga y una ilusión palpable: todo irá a mejor. Los fichajes Dani Barrio, Iván Calero, Escassi, Cristian Rodríguez, Rahmani, Caye Quinta y Orlando Sá; más los canteranos Ale Benítez, Issa Fomba y Larrubia fueron la decena de caras nuevas. Mientras el club espera cerrar el resto de salidas y poder ir reforzándose con jugadores de empaque en la categoría, rebajar la presión y las expectativas en las piezas más jóvenes es clave. El rendimiento será mayor en la segunda parte del campeonato e ir cocinando un equipo al gusto de Pellicer mientras que todo se adapta a su nuevo lugar es el reto.
En Martiricos, la paciencia no es un tópico, es una necesidad y de nada sirven comparativas con equipos que tuvieron situaciones similares a la hora de confeccionar un equipo en campañas anteriores. Ninguno de ellos posee piezas tan interesantes en su cantera como Larrubia, Fomba, Juande, o Benítez. Además otros jugadores como Hicham no estaban disponibles para el comienzo de Liga. Sólo Juande, Benkhemassa, Ismael Casas y Tete Morente habían jugado juntos en la categoría con anterioridad. Todo un reto cuando no se trata de fútbol de videoconsola.
En un escenario sin público en los estadios ni margen de maniobra en los despachos, el Málaga hará camino al andar sin los puntos que La Rosaleda ayuda a cerrar ni los referentes que sobre el césped que dan las fichas más altas de los equipos de la zona media y baja. Es el precio de los pecados económicos de Al-Thani, Caminero o Arnau.
Ahora los golpes de pecho ya no engañan a nadie, crear el clima para que un equipo tan joven y peculiar crezca en poco tiempo necesitará de tanto trabajo como comprensión. Faltan refuerzos para apuntalar roles y posiciones claramente deficitarias como el lateral izquierdo. Así podrá florecer la ilusión de una buen temporada, capaz de construir el futuro a medio plazo de un club llamado a ser protagonista en la categoría algún día. De momento están abonando el terreno, el agua y el clima en torno al presente proyecto harán el resto. Acecha que un mal arranque sea una rémora irreversible. Evitarlo es la prioridad ahora mismo.
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