El Málaga echa el freno de mano a la euforia antes del Deportivo
"Hay que renovar la exigencia con el año nuevo", afirmó el entrenador
Sobre el mercado de fichajes
Sergio Pellicer regresa a su otro campo de juego, la sala de prensa, ahí intenta rebajar la euforia y poner el contador a cero. No quiere equívocos pese a los 30 puntos y centra la mirada en el Deportivo, su inmediato rival. “Somos dos equipos muy parecidos, con extremos sobre todo muy descarados que intentan eliminar rivales con el regate, muy dinámicos. Desde la llegada de Óscar se encuentran más cómodos fuera de su estadio porque manejan bien las transiciones. Hay que renovar la exigencia con el año nuevo, con muchas ganas de volver a ver un estadio lleno ante nuestra afición, vimos la ilusión que tiene el malaguismo, nuestra identidad, tenemos margen de mejora. Segunda vuelta trepidante y muy complicada, que seamos nosotros y sigamos ese camino. Merecemos esos 30 puntos pero el rendimiento se actualiza. Cuando tengamos pérdidas que no encuentren espacios, tienes jugadores que con metros y transicion son de los más fuertes de la categoría. Nosotros también tenemos muchos argumentos según dónde nos presione el rival, si más alto o más bajo. El puntito de jugar ante la afición activa y el fútbol son emociones y el malaguismo está que emociona".
Sobre el tiempo de parón tan largo, apuntó: "Nos pasa a todos, quitando los de Copa todos hemos tenido ese tiempo de parón. El foco tiene que estar muy claro. Jugamos dos partidos en seis días y sumamos seis puntos. Si no lo hubiésemos hecho estaríamos hablando de otra cosa. Somos de los que tenemos menos derrotas pero también tenemos ese debe. Misma ilusión, mismas ganas, hay muchísima conexión, pero lo pasado se olvida y a pensar en el presente ilusionante. Los pequeños detalles marcan. Tenemos que tener claro cuál es el objetivo y a partir de ahí, esa ambición que estamos demostrando”.
Recordó que no queda papel y se avecina lleno en La Rosaleda: “El cartel de no hay billetes… La exigencia en este club es máxima. El fútbol es rabiosa actualidad, es una trituradora. Lo importante es pensar que podemos mejorar y dar pasos hacia delante. El año pasado el parón no nos vino bien y nos costó. Este lo veo totalmente diferente. No es una visión tan rebelde. Seguir teniendo esa solidaridad defensiva y tomar mejores decisiones a nivel ofensivo. Hay un camino muy claro, sentimiento colectivo. Esto no lo gana un jugador o el entrenador. Ganamos y perdemos como familia y equipo. Cuando un equipo es ordenado fuera del campo lo es dentro”.
Amistoso contra un rival de la Eredivisie
"Han venido bien, es un grupo muy responsable. Los veo con mucha ilusión como se vio en el entreno de puertas abiertas. Rival de mucho nivel, pudimos dar minutos a todos, dividir el grupo en dos partes y tirar de jugadores que están compitiendo menos. Ahora van a aparecer sanciones y lesiones, eso ocurre más en las segundas vueltas. Excepto Alfonso Herreno y Manu Molina ha habido buena carga para los jugadores. El parón es necesario a final de año, que desconecten y luego a recuperar el orden y la identidad. Buscamos nuevas ideas e identidad, para seguir mejorando, me fui contento, fue un buen ensayo”.
¿Cambia algo por estar con 30 puntos? No se podía esperar otra salida de Pellicer: "Afrontarlo como si tuviéramos 20 o 40, con la misma ilusión de los primeros partidos de liga, la ilusión de un niño y la fuerza de un adulto. Si pensamos que por tener 30 puntos ya… El elogio y en la vida y el fútbol es la mayor hipocresía. A por lo máximo sabiendo lo que somos. La permanencia y luego seguir peleando por lo que sea. El Tenerife tiene una gran plantilla y mire dónde está. Abajo hay equipos que no pensaban que estarían abajo y... Arriba está el Mirandés. Hay que seguir luchando y mereciendo pelear”.
Tras la cita de Gijón, la plantilla bromeó en Instagram con su entrenador. Le encanta al de Nules: “Es la espontaneidad, es una cuestión de pureza, de bondad. Aquí soy entrenador pero luego somos personas. Cuando ya no esté aquí y no exista ese rango con ellos, puedas estar, comer y hablar de todo. Los jugadores son unos privilegiados y ser mejores te quita felicidad, cuidarte mucho, no estar con tu gente… Yo aquí aunque parezca más serio, también me gusta la marcha. Es un sentimiento, una familia. Incluso los que no juegan. Ellos lo han entendido. Pero no es todo de color de rosa, hay que estar con el gancho que queda una segunda vuelta de mucha exigencia”.
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