Cuatro meses de caída
El Málaga llevaba 23 de 27 puntos en La Rosaleda tras ganar al Las Palmas el 20 de noviembre
Desde entonces, tres de 21 y ninguna victoria al calor de la afición malaguista
El 20 de noviembre fue el canto del cisne positivo del Málaga en esta temporada. El equipo ganó al Las Palmas (2-1) con un gol en los instantes finales de Sekou, había un ambientazo previo, con recibimiento incluido, que después se trasladó al césped para tumbar a un equipo objetivamente superior. Se tocaban los puestos de promoción. Han pasado más de cuatro meses de aquello.
Y el Málaga, que había convertido en un fortín La Rosaleda, no ha vuelto a ganar un encuentro. Hasta ese 20 de noviembre, el equipo malaguista sumó 23 de 27 puntos posibles en su feudo, con siete victorias y dos empates, invicto. Desde ahí, ruina. Sólo tres de 21 posibles. Tres empates y cuatro derrotas. La humillación ante el Ibiza (0-5) se llevó por delante a José Alberto López y con Natxo, que ha dirigido sólo tres de sus ocho partidos en La Rosaleda, dos empates y una derrota.
La Rosaleda puede dar alas, las ha dado de hecho en no pocos momentos en los últimos años, pero también puede devorar al jugador carente de personalidad. La poca competitividad, mejorada algo en las últimas semanas, del equipo lejos de Málaga da indicios de que no hay un bloque muy echado para adelante que sepa actuar en situaciones de mucha presión. Es uno de los temores por los que hay intranquilidad si el descenso se va acercando.
Es por ello que el partido ante el Huesca de este domingo es crucial, muy importante. Sería alcanzar los 40 puntos (en estos cuatro meses apenas se han sumado 11 en total) y ponerse cerca también de un rival directo. El último encuentro ante la Ponferradina fue de buen nivel, pero faltó el remache del gol. Sólo son cuatro los que se han marcado en los ocho partidos de Natxo. Y cuatro los que se han marcado en casa en los siete partidos jugados desde el 2-1 ante el Las Palmas. Hasta ese momento fueron 10 en nueve partidos, pero se optimizaron bastante mejor que desde ese Cabo de Hornos particular del equipo malaguista.
Natxo ha trabajado esta semana para preparar con mimo el duelo. Enfrente habrá un equipo que no estaba diseñado para encontrarse en una situación tan baja, pero es lo que tiene la Segunda División. Hay dudas sobre cómo recompondrá el equipo el vitoriano, tiene alternativas distintas, más donde elegir. Hasta ahora se está mostrando como un técnico tácticamente bastante solvente, pero falta esa puntería que haga bueno el trabajo. Eso y contundencia en las dos áreas. En suma, gente con personalidad para que La Rosaleda, sedienta de triunfos, no le engulla.
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