La mezcla no funciona

El Málaga volvió a evidenciar en Santander que tiene problemas para crear juego pese a los buenos jugadores, que no acaban de ser complementarios para sacar partidos

Loren se exhibe en La Rosaleda

Javi Jiménez intenta poner un balón. / La Otra Foto

El partido de Santander fue un tanto descorazonador para el malaguismo, para variar esta temporada. Lo mejor fue el punto conseguido ante un rival que ahora mismo es directo en la tabla. Urge ganar, no obstante, y no se puede decir que el equipo estuviera más cerca del triunfo en El Sardinero que en anteriores encuentros. Por encontrar algún resquicio positivo, dos jornadas seguidas sin perder por primera vez en la temporada y una puerta a cero, la primera de la campaña, aunque no se puede decir que no creara ocasiones el Racing. Tuvo más y mejores y Manolo Reina, después de su primera meta limpia, tampoco cuajó una actuación demasiado convincente. Puede haber debate en la portería.

Lo cierto es que son cinco puntos tras ocho jornadas. El cambio de entrenador no mejoró esta semana el juego del equipo malagueño, que fue pobre. Hay buenos peloteros, pero la mezcla no funciona. Lo reconocía el propio Pepe Mel: “No fuimos capaces de dar tres pases seguidos en el centro del campo”. 158 veces perdió el balón el equipo a lo lago del partido, casi dos veces por minuto. Los pases certeros fueron en zonas de poco influencia en el ataque. Y eso que Mel continúa alineando, como Guede, a jugadores con teórico buen pie y manejo de la bola. Llama la atención la frustración con la que está Aleix Febas, al que se le ve incómodo.

Se ha reducido algo esa debilidad defensiva en números, con un gol recibido en dos partidos por los 12 que se encajaron en los seis encuentros de Guede. Y seguramente es el camino para salir del pozo en el que se encuentra el Málaga, fortificar el área propia y sumar partidos sin recibir goles. En momentos de dificultad, toca hacerse fuertes en defensa, sobre todo en una categoría tan igualada como la Segunda División. Las bajas han pesado atrás, pero no hay tiempo para lamentos.

Habrá ahora otra semana larga, con ocho días entre un partido y otro, para mejorar de cara al encuentro del próximo domingo ante el rumboso Andorra presidido por Gerard Piqué, que ha comenzado su periplo en la categoría con bastante efectividad. Es necesaria una mejora importante en varios segmentos del juego para alcanzar más resultados con continuidad. Pepe Mel tiene faena y sus jugadores, también.

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