Mundial 2030 en La Rosaleda: Un convenio clave que incluye el Ciudad de Málaga

La obra en el estadio al que se debe mudar el Málaga por dos años empezarán en breve y el proyecto actual es acoger a 26.000 personas

Las sedes de la candidatura

Perspectiva del Ciudad de Málaga.
Perspectiva del Ciudad de Málaga.

Con pasos más lentos de los que se desearía, con el runrún externo constante de que es una candidatura viva y puede haber salidas y entradas, los movimientos para que el proyecto de la nueva Rosaleda sea una realidad se producen. El pasado viernes hubo una reunión entre las tres instituciones (Ayuntamiento, Diputación y Junta de Andalucía). No ha sido sencillo llegar a un convenio que satisfaga a todas las partes, pero ya está a punto. Aunque las tres propietarias del coliseo de Martiricos están gobernadas ahora mismo por el Partido Popular, cada institución tiene sus interventores independientes que lo supervisan. Se han salvado obstáculos y se ha puesto el tren en las vías sorteando el asunto burocrático. En breve habrá un acto público que también refuerce el compromiso común para que Málaga sea sede del Mundial 2030.

Uno de los asuntos más espinosos ha sido la inclusión en el convenio de la remodelación del Ciudad de Málaga para que los costes de la adaptación del estadio construido originalmente diseñado para el atletismo sean compartidos por las tres instituciones, aun cuando es una instalación municipal. Se están realizando ya trabajos de micropilotaje, técnica especializada en cimentaciones que se utiliza para soportar cargas estructurales en terrenos complejos, como es el caso de esa zona del Carpena cercana a la desembocadura del Guadalhorce, donde la estabilidad no es la idónea. En su día, en la inauguración del Palacio hubo problemas que obligaron a cerrar la instalación durante casi un año hasta que se obtuvo la seguridad de que no habría problemas. Pero fue una experiencia que valió para ser cautos y tener una base en cada obra grande en la zona.

El proyecto prevé que el Ciudad de Málaga esté ya listo para mayo-junio de 2026, con objeto de que el Málaga CF pueda ya trabajar en esa pretemporada allí y tener la certeza de capacidad, gestión de abonos, palcos VIP y demás conceptos que desde la entidad se entienden capitales para la economía. La construcción del graderío provisional, que será de alquiler aunque se construirá ex profeso para el estadio, permitirá que tenga una capacidad de 26.000 espectadores, respetando las pistas de atletismo y el uso que se hace de ellas por parte del Atletismo Málaga y las escuelas municipales que trabajan allí. Según la web del propio Ayuntamiento de Málaga, el aforo de la grada única del estadio Ciudad de Málaga es de 7.562 espectadores. Así que se ganarían casi 19.000

La mudanza implicaría un mínimo de dos temporadas para el Málaga CF, hasta la 2027/28 inclusive, aunque no se conocen casos de obras que hayan acabado antes de los plazos previstos, véase el ejemplo del Barcelona con su estancia en Montjuic mientras se renueva el Camp Nou. Se esperaba para últimos de 2024 la disponibilidad y se acabará la temporada en la montaña olímpica, sin la certeza de comenzar la próxima temporada en su casa.

No es el Ciudad de Málaga una casa ajena al Málaga, durante casi una década estuvo allí trabajando regularmente, el equipo de Champions estuvo allí, se realizaron mejoras en la instalación con salas de trabajo específicas adaptadas. Con la entrada de la administración judicial en 2020 se cerró esa etapa porque José María Muñoz estimó que el casi medio millón de euros que se pagaba anualmente al Ayuntamiento por su uso era un lujo que no se podía permitir. Se fueron haciendo algunas mejoras en La Rosaleda y se dejó aquella segunda vivienda que ahora, si todo sigue su curso, será el piso durante la gran obra en Martiricos, donde ya se están realizando de manera frecuente catas dentro de una primera fase que se centra en los trabajos geotécnicos que contemplan la investigación de campo y los ensayos de laboratorio. En la segunda fase se llevarán a cabo los ensayos en la estructura existente, en concreto de la resistencia de las superficies de hormigón, de la composición química y el límite elástico del acero, y de los espesores de los acabados para poder determinar las cargas sobre el forjado y las cotas de acabado respecto de la estructura. Todo debe estar listo antes del verano y los trabajos comenzar en el exterior para, una vez finalizada la temporada 2025/26, sí entrar dentro para acometer el grueso. La FIFA pide que los estadios estén terminados en 2029. Así que es una carrera contrarreloj por el calibre de una obra que en otro contexto se hubiera acometido con un debate más profundo sobre su localización o tipo de instalación, pero que con el Mundial no ha admitido mucha vacilación. Y una coyuntura igual no habría para financiarla.

El Mundo publicaba este lunes un informe de la Federación confidencial con las puntuaciones internas que tenía cada candidatura entre las españolas y La Rosaleda aparecía en el séptimo lugar en una primera versión, con 11,5 puntos (máximo de 17,4 de Bernabéu y Metropolitano) y en octava después de un cambio de baremo que metía a Anoeta en lugar de Balaídos entre las 11 elegidas. Por detrás de Málaga aparecen La Romareda de Zaragoza, candidatura en la que ya se trabaja con un estadio alternativo en el que las instituciones malagueñas se han fijado, Abanca Riazor y el propio Reale Arena donostiarra. "En Andalucía hay dos sedes ahora mismo", decía la semana pasada Rafael Louzán, presidente de la Federación en una visita a Sevilla. Málaga va haciendo sus deberes progresivamente.

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