Nàstic - Málaga CF: La historia les espera (20:30)
El partido más importante de la historia reciente del club
Al equipo le vale con empatar en Tarragona
La locura con Roberto
El Málaga está nuevamente delante de las puertas de la historia. A un partido de la plata o el plomo, de la gloria o la nada. En Tarragona dirá si escribe otra página brillante, si salda esa cuenta que quedó en números rojos una temporada atrás con el descenso de Segunda División a Primera RFEF. Espera el Nàstic en Tarragona (20:30) con toda la fuerza de su gente y el factor campo a su favor (elemento clave para los desempates).
Es uno de esos partidos que marcan carreras y proyectos, uno de esos días en los que la línea que separa a héroes y villanos se vuelve más fina que nunca. Las puertas de la memoria colectiva están a un pequeño giro de llave. Jerez de los Caballeros, Tarrassa, Albacete, Tenerife. La leyendas de los ascensos quedan para siempre. Y los héroes. Como Basti, Guede, Bravo, Hidalgo y tantos otros.
En Málaga, salir de los infiernos tiene la dignidad de un título. Y la ciudad (la provincia podemos decir) está como loca por tomar las calles. Pero para ello hay que cumplir en el verde. Parte el equipo blanquiazul con una mínima ventaja fraguada en La Rosaleda. Ahora le toca abrochar el ascenso en casa ajena, con un ambiente que promete ser caliente y hostil.
Decía Pellicer el jueves que es el partido más importante de su vida tanto en lo profesional como en lo personal. El de Nules sabe mejor que nadie lo que ha costado llegar hasta el último día con vida. Trató de salvar sin éxito la nave que zozobraba en Segunda y con los restos de madera frenó la caída y puso a competir una plantilla en la que había un tres capitanes heridos, un puñado de jóvenes entusiastas y más de una decena de profesionales de todo tipo.
Los más madrugadores ya se estaban entrenando la primera semana de julio. Casi un año después, se ha conformado una familia de esas que ríen y lloran juntas. Muchos de esos futbolistas bajaron el peldaño hasta Primera RFEF para poder formar parte de algo histórico. Así lo intentó transmitir desde el principio el director deportivo, Loren Juarros.
No ha sido una travesía sencilla y no parece que el último puerto, el Costa Daurada, vaya a ser un lugar plácido. Aquí ya no hay sitio para el ensayo y error. Parecen responsabilizados y convencidos de ellos los futbolistas del Málaga, que tras algunos baches han llegado en buen momento al momento de la verdad. Algunos se encomiendan a El Cautivo. Ala mayoría la semana se les ha hecho eterna, como eterno puede ser el recuerdo que dejen para siempre en el malaguismo.
El Nàstic avisa de que si el Málaga especula, lo pasará mal. Pellicer asegura que irá a por el partido, no a encerrarse. Se avecinan emociones fuertes. Como las que se vivieron en el aeropuerto en la salida. Todos quieren contar algún día que estuvieron allí, que fueron también parte de la historia.
¿Cuál será el último once? Seguramente el mismo que el de la ida, quizás con la duda de si Nelson Monte o Juande. No mucho más. A no ser que Pellicer guarde su último toque de autor.
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