Nelson Monte y Einar Galilea, más que una pareja de centrales
Málaga Hoy reúne a Nelson Monte y Einar Galilea, dos de los pilares del Málaga desde el curso pasado
Se analizan mutuamente y muestran su complicidad
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Nelson Monte y Einar Galilea forman una sociedad limitada con sede social en Martiricos. Son capitanes, son amigos, son parte del escudo. Todo fraguado en una temporada y poquito más. Se entienden a la perfección, se admiran y hasta se coordinan para dar caña a los demás. Este Málaga es difícil de explicar sin ellos. Jueguen más o jueguen menos.
Málaga Hoy los reunió tras el difícil partido de Córdoba y la antesala de la cita ante el Huesca. Siempre sonrientes, cómplices habituales. “Ha sido una sorpresa conocer a Einar, lo considero un amigo fuera del campo. Y dentro nos conocemos perfectamente. Sé lo que le gusta y lo que no, nos llevamos súper bien durante la semana y en los partidos”, disparaba primero Nelson Monte.
Einar Galilea recogió el guante: “Me quedo con lo que ha dicho, que fuera del campo también somos amigos. Compartimos momentos juntos, que también en muy importante por todo lo que se está viviendo en este vestuario, que somos todos una piña y se demuestra. Sé que puedo contar con Nelson para lo que sea. Luego en el campo, nada que no sepa todo el mundo, que es un líder, que es un tío que te aporta mucha tranquilidad, mucha experiencia. Es un espejo donde mirarse. Estoy muy contento de tener esa química que tenemos y seguir juntos este año peleando por el Málaga”.
"Jugar de centrales exige mucha química entre los dos y nosotros la tenemos”
Conectan bien, a veces, con una mirada se entienden. “Hay veces que sí”, admitía el vitoriano, que continuó:“En algunas situaciones hay que hablarse. Eso lo va haciendo el tiempo. Después un año juntos vas conociendo más de esa persona, cómo juega, qué quiere o qué no quiere... Jugar de centrales exige mucha química entre los dos. Nosotros lo tenemos. Pero también con los que estaban del año pasado y con Álex (Pastor), que ha sido el único cambio por Juande. Se ha acoplado perfectamente. Estoy muy contento con los centrales que tenemos, con lo que hemos generado entre nosotros”. “Hablamos mucho entre nosotros, dentro y antes del partido. Eso facilita el trabajo del uno y el otro. No hay ninguna señal. Si yo hago bien mi trabajo, hago más fácil el de Einar. Hablamos mucho, eso simplifica las cosas”, remataba Nelson.
Hablamos mucho, eso simplifica las cosas;discutimos más con los de delante”
¿Discutir?¿Eso qué es? “No, igual alguna vez. Pero no me gusta discutir y menos en el campo, que te ve la gente. Si tienes que decir algo, mejor dentro”, decía Einar, interrumpido por Nelson: “Discutimos posiblemente más con la gente que está delante”. Entre risas, lógicamente, confesaron que forman equipo también en esto. “Sí, con la gente de delante peleamos un poco más. Entre él y yo es muy raro que discutamos”. La carga conjunta para los mediocentros.
Ver las virtudes en el compañero es en sí una virtud.“Me gusta mucho de Einar la salida de balón que tiene, el momento de saltar, la anticipación. Pero lo que más, más, es que tiene una lectura perfecta de juego”, arrancó el portugués, que recibió más loas del vasco:“Lo que transmite jugando. Calma, seguridad. Eso es muy importante para mí cuando estoy a su lado pero también para los compañeros, al rival y a los aficionados. Si una persona transmite confianza, calma cuando hay que tenerla, y agresividad, pasión y demás... es un balance perfecto y creo que Nelson lo tiene. Eso me hace sentir más cómodo”.
El cambio de categoría se tiene que notar en diversos aspectos. “Obviamente, cometer un error en Primera RFEF y Segunda División no es lo mismo. Aquí te penaliza mucho más. Es además una Segunda muy complicada, que por suerte nos ha tocado vivir, con esos pedazos de equipos que la formamos. Afortunadamente somos el Málaga y los demás nos consideran un equipo importante en la categoría. Tenemos que hacer valer el escudo que llevamos, tenemos que pelear cada partido como estamos haciendo. Nos saldrán las cosas mejor o peor, ganaremos o perderemos, pero que el aficionado se sienta identificado con nosotros y sienta que los jugadores que están defendiendo su escudo lo dan todo los 90 minutos. Este equipo eso lo tiene y lo vamos a intentar mantener todo el año. Pelear cada balón”, desarrolló Galilea. “Sin duda”, dio la razón Monte, que siguió: “La diferencia de calidad de los equipos... al mínimo error, como dijo Einar, cualquier te puede marcar. Nosotros jugando desde atrás sabemos eso perfectamente. También la organización de los equipos. El año pasado tengo la sensación de que creaban un poco de caos y eran confusos algunos partidos. Somos un equipo que sabemos que podemos ganar a cualquiera, pero también que si no tenemos el día podemos perder. Pero como ante el Córdoba, aunque no juguemos bien, es difícil meternos mano porque defendemos el escudo a muerte. Los 11 tíos que estamos en el campo tenemos ese compromiso con el equipo y el escudo. Jugando bien estás más cerca de ganar, pero principalmente es darlo todo”.
Sufrió mucho el Málaga en el balón parado, en A Malata sobre todo. Para Nelson, después de ver partidos de Segunda, admira que el Racing de Ferrol “tiene cinco o seis tíos que van bien al balón parado, ya no es que sean grandes. Sufrimos en ese aspecto allí. En Segunda con todo tan igualado y partidos cerrados es clave. Pero creo que en Córdoba,que tuvieron nueve córners, lo hicimos muy bien”. “No es lo mismo el balón que ponían el año pasado en Primera RFEF que el que te ponen en este. Va más tenso, más fuerte, más preciso, con más mala intención. Es mucho más difícil de defender. Pero hay que hacerse. Nos meterán algún gol o golazo más, pero se lo vamos a intentar poner lo más complicado posible”.
Hablaron anteriormente de Álex Pastor. Ambos han compartido césped con el nuevo central malaguista. Su radiografía resulta interesante. “Se ha adaptado perfectamente al grupo, aunque aquí es fácil. Ya es uno más. Como si llevase años. Es normal, humilde, se puede hablar de todo con él. He podido compartir momentos fuera con él y encantado. Se ha adaptado también a la idea de juego, nos da salida de balón que trabajaron en el Andorra estos años pasados. Defensivamente es un animal que se parte el pecho en cada entrenamiento. Contento con su aportación porque cuanto mayor sea el nivel de las incorporaciones mayor será el nuestro. Un acierto”, razonaba Galilea.
Asentía Monte: “Es un jugador que ha venido para sumar. Ya lo ha dicho Einar. Se adaptó rapidísimo al vestuario, un tío muy sencillo, nos llevamos súper bien con él. Dentro del campo es muy agresivo, tiene una salida de balón perfecta y un aspecto que para mí es muy importante:es un central muy rápido. La verdad es que tenemos una pelea muy buena los cinco centrales porque nos va a salir muy caro cada semana el puesto”.
Inevitable preguntar por Moussa Diarra, al que se sigue esperando. “¿Cómo está? Lo que me transmite es que está en un bucle, cerca de salir pero en un bucle. Intentamos animarle en los momentos malos que tiene, pero hay días que viene feliz. Son sensaciones, depediendo de cómo se vaya encontrando él. Es jodido cuando estás en esas lesiones que quieres y no puedes, que no entiendes el porqué. Pero sumando también en el vestuario”, desarrollaba el vitoriano.
Murillo, el futuro del Málaga
“¿Murillo? Para mí el Málaga tiene aquí un pedazo de jugador para ya y para el futuro. Pones a Muri de central y te hace un partidazo. Si el míster necesita un lateral izquierdo, te da. Lo pones de lateral derecho y también. Tiene unas condiciones muy buenas para decir yo estoy aquí y voy a pelear con vosotros. Muri aprieta bastante en los entrenamientos. No sé si este año o el próximo, pero Muri va a ser el central del Málaga”, afirmaba con rotundidad Nelson. “Central, lateral... de lo que le pongas”, tomaba el relevo Galilea: “Es muy positivo. Sabes que Murillo lo va a dar todo y va a competir por cada balón como si fuera el último. Además lo hace con nivel”. “Y lo hace con una mentalidad muy buena. Porque no es fácil jugar un partido sí y otro no. pero llega y entrenando todos los días es de los mejores, con una competitividad altísima”, recuperaba la palabra el luso.
En un vestuario con mucho ‘personaje’, ¿quién es la revelación? “Castel, Castel”. Al unísomo los dos centrales lo tienen claro. “Lobete, cuidado, eh”, sumaba Einar. “También, Lobete también”, coincidía nuevamente Nelson: “Pero creo que Castel va a acabar en el Top5”. “Castel es el típico compañero del que te vas a acordar toda tu vida”, apuntillaba el vasco.
Y Nelson avisa, ya en lo deportivo otra vez, de cómo ha vuelto Ochoa: “Cuidado con este niño, cuidado. Y tiene 17 años”. Galilea, otra vez a compás de su pareja de baile: “Es muy bueno, el año pasado ya lo sabíamos pero ha dado un paso adelante. ¿Rascarle? Si es que no puedes, no lo pillamos”. Nelson, otra vez con guasa, contaba un cara a cara con él, que además de talento no teme meter el pie: “La semana pasada me hizo daño en el entrenamiento en una acción en el área y le dije: ‘A la próxima te pego”. Y más risas de ambos, más complicidad y más compromiso. Los cimientos de este Málaga.
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