"Es normal que yo sea referente, tengo que ser un ejemplo"
Alfred John Momar N'diaye | Jugador del Málaga
El centrocampista atiende a 'Málaga Hoy' y hace una extensa reflexión sobre el fútbol y la vida
Su discurso es cuidado y sincero: "En el vestuario no se escucha la palabra ascenso"
Málaga/Alfred N'Diaye es un parisino que tiene medio corazón en Senegal, aunque sus sentidos y su alma son para sus hijos y su familia. Comprometido en lo social, curioso para la vida, añora conocimientos porque el fútbol profesional no le dejó seguir cultivándose. Valiente en el campo, enemigo del VAR, tiene sus prioridades muy claras. Después de años de coqueteo, al fin vino a Málaga. Pero ahora para ser el jefe y un "referente".
-Seguro que ni en sus mejores sueños podía imaginar que el Málaga empezara con un cinco de cinco.
-Es perfecto para nosotros. La mejor manera de empezar posible. Cinco partidos, cinco victorias, sólo un gol encajado. Es perfecto para la confianza, para que la afición crea en nosotros.
-¿Sabía que el Málaga de Muñiz empezó con un siete de siete en una etapa anterior?
-Ah,no lo sabía. Habrá que intentarlo, tenemos dos partidos para ello. Si podemos ganarlos bien, pero hay que seguir el mismo camino de trabajar duro, ganar y crecer.
-Hay partidos que ustedes han ganado por detalles, ¿por qué estos detalles favorecen al Málaga y no al contrario?
-Porque trabajamos muchas horas a la semana. No es por suerte, es que trabajamos duro, lo hacemos bien. Menos ante el Córdoba, los partidos eran muy igualados, pero al final ganamos nosotros porque trabajamos detalles como las faltas y todo eso. Gracias a ellos hemos marcado cuatro goles.
-Trabajan las faltas... y los saques de banda.
-Luis Hernández es increíble, lanza balas. Nos ayuda mucho, marcamos así contra el Córdoba, mi gol ante el Lugo viene de él... No sé cómo lo hace. Hace 15 años que soy profesional y nunca vi a nadie hacer eso. Es una ayuda.
-¿Cuáles son las mejores armas de este Málaga?
-Trabajamos todos en el mismo camino. En Segunda somos casi todos los equipos iguales. No hay un Messi, no hay un Neymar. Hay pocas diferencias. Por eso creo que hay que trabajar tácticamente, encajar pocos goles y tener un grupo unico.
-¿Está preparado el grupo para cuando vengan los malos resultados?
-Creo que sí, por lo que he visto en estos meses tenemos buen ambiente y es un grupo trabajador. No vamos a ganar los 42 partidos. No sé cuándo, pero habrá un momento en que no vamos a ganar. Cuando llegue ese momento habrá que seguir unidos.
-Y unión con esos cerca de 20.000 fieles.
-No me sorprende porque sé que el Málaga tiene buena afición. Algunos me dicen que el año pasado fue diferente. Pero en este nos están ayudando a ganar y es importante ganar en casa lo máximo posible.
-¿Nota el calor de la gente en la calle?
-Lo noto, lo noto. El andaluz es así en general. Cuando las cosas van bien te apoyan, te apoyan, te apoya. Se nota que quieren subir a Primera.
-¿Se escucha la palabra ascenso en el vestuario?
-No, llevamos cinco partidos, queda mucho por delante, no hablamos del ascenso, de verdad.
-¿A quién ve favorito al ascenso que no sea el Málaga?
-Al Las Palmas. Es un buen equipo, con buenos jugadores y afición. Para mí son favoritos.
-Pues allí juegan el domingo.
-Sí (risas), son favoritos pero queremos ganar. Vamos primeros y salimos cada partido a ganar. Sabemos que tienen buen equipo, pero nosotros también y queremos seguir en el mismo camino que hemos seguido hasta ahora.
-En Las Palmas está el máximo goleador de la categoría, al que conoce muy bien.
-A Rubén (Castro), sí. Lo conozco, lo conozco bien. Este chico tiene algo diferente. Sin tocar mucho balón, te mete uno, dos, tres cada partido. En Segunda mete 30 cada año y en Primera, 15. Es increíble, y tiene 37 ó 38 años. Es un veterano, pero tiene mucha experiencia y mucha calidad.
-¿Tenían mucha relación en el Betis?
-Es alguien muy tímido, no hablaba mucho en el vestuario, pero era muy buen tío. Me lo pasé bien con él, metió muchos goles para nosotros [risas].
-Ya le habría gustado tenerlo de compañero en el Málaga...
-Sí [risas].
-Pues el club lo intentó.
-¿En serio? Había que intentarlo... pero es canario, es su casa, es normal que fuera allí.
-En el centro del campo también tiene calidad Las Palmas. Timor, Maikel Mesa...
-Sí, sí, sí. Tienen calidad y va a ser complicado, pero también nosotros la tenemos. No tenemos miedo de ellos. Es un partido más y hay que hacer el mismo camino. Encajamos pocos goles y eso en Segunda es muy importante.
-¿Es de los que se agranda en este tipo de partidos?
-Yo prefiero los partidos complicados, con mucha gente, con presión. Después hay que jugar todos los partidos, yo siempre salgo a tope, es mi mentalidad. Pero si pudiéramos jugar cada semana un partido complicado, mejor para mí.
-¿Recuerda alguno en el que se creciera?
-Sí, en el último Mundial. O en Turquía con algún equipo anterior, en un derbi donde te pitan todo el partido y eso te hace crecer. Aquí en España el Betis-Sevilla. Mucha presión. Toda la semana está la gente hablándote de eso. Si es en tu campo, con 60.000 apoyándote y si es fuera, pitándote. Me gusta mucho.
-¿Qué le pareció el último Betis-Sevilla?
-Estoy contento porque ganó el Betis [risas]. Son pequeños detalles. Creo que el Betis hizo mejor partido y que está mejor que el Sevilla. Ha crecido mucho. Estoy contento por eso.
-¿Y la polémica del VAR con Roque Mesa y Pau?
-Puff, creo que... para mí los dos hacen falta. Creo que Roque lo empieza y el Pau López lo acaba. Es complicado ser árbitro. Igual habría sido mejor no señalar nada.
-¿El VAR qué le parece?
-Es complicado porque no es siempre lo mismo. Favorece a algún equipo y a otros no. Te ayuda si las reglas son las mismas para todos. Pero si el árbitro lo pide para un equipo y, por la misma cosa, no lo pide para el otro... Manda el árbitro.
-¿Puede ser que haya jugadas como las faltas que a cámara lenta se desvirtúen?
-Sí. Para mí el fútbol es mejor sin el VAR. Y no hay emoción. Antes de celebrar hay que esperar [hace el gesto como si mirase al árbitro]. En Segunda no lo hay.
-Vayamos a sus orígenes, ¿cómo fue su infancia en París?
-Mis padres llegaron de África en los años 60. En Francia no es tan complicado porque es un país multicultural. Me crié en un barrio donde había de todo, gente de Portugal, de España, franceses puros, chinos, árabes... La gente se ayuda. En Francia la mentalidad es diferente porque es algo normal.
-¿La convivencia es natural?
-Sí, la gente dice que en los 70-80 había problemas por ser de otra nacionalidad.
-¿Cuándo comienza a jugar al fútbol?
-En el barrio a los cuatro años. En un club, a los ocho.
-¿Era entonces más grande que los demás?
-Hasta los 16, 17, era muy fino. Luego en un año crecí 20 centímetros y 20 kilos.
-¿Siempre jugó en el centro del campo?
-No, empecé de delantero, luego extremo. Cuando cogí altura y peso, pasé al mediocentro.
-¿Qué delantero quería ser?
-Patrick Kluivert. Me gustaba mucho en el Barcelona. Me encantaba, con Rivaldo. También Batigol, Batistuta.
-¿Y el fútbol en África cómo es?
-Yo empecé jugando en Francia hasta la sub 23. Pasé por todas las selecciones. Luego me fui con Senegal. En África es algo muy, muy importante. Allí no hay otro deporte como en Europa, que tienes baloncesto, balonmano... Allí se vive para el fútbol, para la emoción que te da. Si ganas algo importante en África, es un día especial para todo el país, increíble. Cuando nos clasificamos para Mundial, duró una semana.
-¿Es una vía de escape?
-Sí, porque la vida en África no es fácil. Hay muchos pobres, muchos problemas. Cuando el equipo del país logra algo, es una manera de escapar, de vivir algo bueno.
-¿Cuándo se dio cuenta de que prefería jugar para Senegal?
-A los 21 estuve en Francia sub 23 y ya hablé con la selección de Senegal. Mi familia prefería que jugase allí. ¿La primera vez que estuve allí? 2012, con 22 años. De pequeño nunca estuve. Ir allí es caro y complicado.
-¿Cómo está la situación en su país?
-Cada vez mejor. Ahora en 2018 hay mucha diferencia con respecto a la primera vez. Se han hecho muchas cosas y hay que seguir así. Mejorando y creciendo. Aunque hay cosas que arreglar, claro.
-¿Mucha corrupción?
-Senegal es diferente a muchos países de África. Es uno de los países con menos corrupción. No hay guerras civiles, es estable, cada seis o siete años se cambia de presidente. Eso es bueno. Menos mal, porque casi todos los países son así. El que manda no quiere salir porque quiere seguir ganando dinero. Porque en África hay dinero, pero...
-A países y grandes corporaciones les conviene que sea así.
-Es algo malo para África y para el mundo entero. Los países con poder ponen presidentes para hacer lo que quieran y al final lo sufren los africanos. La gente no puede sufrir tanto. Allí hay quien no tiene para comer y aquí en Europa, yo el primero, tenemos cosas que no necesitamos. Tengo muchas cosas que no necesito. Pero es complicado hacer algo.
-¿Encabeza alguna iniciativa?
-En mi barrio ayudo a la gente. Mi madre es la que va a Senegal, intentamos ayudar a la gente, dar cosas. No puedo hacer cosas grandes yo solo, pero sí lo que puedo. Dinero, camisetas para hacer felices a los niños... Yo estoy allí tres o cuatro veces al año pero siempre en el hotel de concentración con la selección. Así que mi madre se ocupa.
-Precisamente el último en llegar, Lombán, está colaborando con Common Goal.
-¿Lo de Juan Mata? No lo sabía. He visto que hay jugadores como Hummels, Schmeichel y otros. Los futbolistas tenemos dinero y si podemos hacer algo... Hay mucha gente que lo necesita. Y en todos los países. Aquí en Málaga también hay y en el país más rico del mundo.
-Hablando de ayudar, N'Diaye es muy de eso. Al menos es lo que se vio en el campo de Osasuna con aquel niño.
-No, no. Para mí fue algo normal. Haría lo mismo es cualquier estadio. No es cuestión de ser futbolista, ayudaría a cualquiera que viese en problemas.
-¿Espera un recibimiento especial allí?
-No. Como he dicho, para mí es normal. Sé que la gente me guarda cariño y Osasuna tiene buena afición y su estadio siempre lleno. Si me dan un buen recibimiento, mejor para mí [risas].
-El otro día estuvo en Madagascar jugando cuando se produjo una tragedia. ¿Se dieron cuenta de algo?
-No. Cuando empezamos hicimos un minuto de silencio pero no sabíamos por qué. Al final del partido nuestro entrenador nos dijo que había un muerto y 50 lesionados. Eso no me sorprende. El estadio si es para 30.000 hay 40.000 ó 45.000. Eso es terrible, uno se va para ver un partido de fútbol y deja a su familia para siempre. Imagine que su hermano se va a La Rosaleda y no vuelve... por el fútbol... Hay que hacer algo.
-Volvamos a temas menos desagradables, ¿cuándo va a ganar un Mundial una selección africana?
-Puff, tenemos calidad. Cinco, seis, siete equipos con capacidad. Siempre faltan cosas. Tenemos que crecer. Hay jugadores de Champions, Europa League, que juegan en LaLiga, la Premier. Tenemos también unas cualidades que son distintas a los europeos o los sudamericanos. Hay que crecer rápidamente porque hace mucho que no hacemos algo grande en un Mundial. Lo tenemos todo, experiencia en el fútbol de máximo nivel. Creo que es mental. Hay que creer que podemos hacerlo. Croacia llegó a la final del Mundial y nosotros jugamos antes de disputarlo y estábamos igualados.
-¿Y la Copa de África?
-Es nuestro objetivo. Todo el mundo sabe que tenemos uno de los mejores equipos africanos. Queremos hacer feliz a nuestra gente. ¿Rivales? Marruecos y Nigeria. Hervé Renard, que ha ganado la Copa dos veces, le ha dado disciplina a ese equipo.
-Se puede perder usted el final de temporada.
-Es malo, muy malo, a ver cómo va la temporada...
-¿Qué le ha sorprendido más de este Málaga?
-Conocía el fútbol español, más o menos el club y la ciudad, pero podría decir que un comienzo tan bueno.
-¿Y de los compañeros?
-No conocía a Fede Ricca porque no había jugado contra él antes, pero me gusta su actitud. Siempre tiene hambre. Me gusta eso. Conocía a muchos y por eso no me sorprenden. Los jóvenes tienen mucha calidad. Tenemos cinco o seis y nos ayudan mucho desde el principio aunque son los primeros pasos para ellos en el mundo profesional.
-Ahora el que está de moda es Blanco Leschuk.
-Buen jugador. Conoces sus cualidades y juega con ellas, no hace otras cosas. Trabaja todo el partido, guarda el balón bien, es goleador... Es un delantero de verdad, eso se ve cuando tiene ocasiones.
-¿Y N'Diaye se siente referente en este equipo?
-Sí, porque tengo más experiencia que la mayoría de mis compañeros. Ahora no soy el jugador joven de 22 años. Ahora tengo 28, llevo muchos años como profesional y he jugado unos 400 partidos. Es normal que yo deba ser un referente de este equipo. Es normal aportar mi experiencia al equipo y ser un ejemplo para los compañeros.
-¿Siente que está en su madurez absoluta?
-Sí, porque físicamente estoy bien pero también tengo la experiencia para saber lo que necesito, cuándo hay que correr, cuándo ayudar al compañero, cuándo esperar. Como he dicho, son 400 partidos. También cuándo hablar, porque no todo es pelota. Hay momentos para hablar y para callar. Dentro y fuera del campo.
-¿Quiénes son los que más hablan en el vestuario?
-Adrián. También Ricca, Lacen... los capitanes son los que más hablan. Luego los jóvenes hacen más tonterías, más bromas. Como Harper. De verdad es buen grupo.
-Ahora comparte con Adrián el centro del campo y parece que están yendo a más.
-Él juega un poco más adelantado normalmente, pero como usamos el 4-4-2 está en el pivote y lo hace bien. Tiene calidad, es un buen jugador. En esta posición se necesita más pelea que cuando juega delante, pero es un líder, habla mucho.
-Usted también reúne cualidades de líder. ¿Qué espera N'Diaye de su carrera ahora?
-Que las cosas vayan mejor que en Villarreal. ¿Qué falló? Que cuando llegué había un entrenador y a los dos meses se fue y el que llegó no contaba conmigo. Así que jugué poco, 15 partidos en seis meses. Al final seguí trabajando, me fui cedido a la Premier, hice bien las cosas y eso ya es pasado.
-Y ahora al Málaga en Segunda, con la de veces que estuvo a punto de venir...
-La primera vez, hace ocho años, cuando la Champions. No se hizo por pequeños detalles. Estaba en el Nancy. Hace un par de años también. Mucha gente que no lo entiende, que cree que es un paso atrás, porque tenía ofertas de Premier, Ligue1, Bundesliga... Pero yo hablé con Caminero y de verdad que me encantó el proyecto. Me querían de verdad, ¿sabe? Me llamaron muchas veces.
-¿Y Muñiz?
-El míster es bueno. Antes de venir me dijeron que conocía muy bien la Segunda, que había subido a varios equipos, y se ve, de verdad que se ve. Estamos fuertes, bien tácticamente. Él nos ayuda. Nos dice qué hay que hacer contra uno u otro. Es tipo Marcelino. Un entrenador que intenta hacer mejor a sus jugadores. No va diciendo que necesita a un jugador más o quiere esto y lo otro. Tiene sus 25 jugadores, con los niños, y trata de sacar lo mejor de ellos.
-¿Cree que aún es capaz de sacar más rendimiento a esta plantilla?
-Sí. Tenemos cosas que mejorar. Estamos con 15 puntos, un gol encajado y todavía tenemos muchas cosas que mejorar. Hay jugadores que llegaron al final del mercado y que han jugado poco hasta el momento pero nos van a ayudar mucho. Tenemos más que once jugadores.
-Ya sólo falta que Juanpi termine de entonarse...
-Juanpi tiene calidad, todo el mundo lo sabe. No ha hecho pretemporada normal, necesita algo de tiempo para volver a su estado físico perfecto, pero nos va a ayudar porque tiene talento.
-Juanpi es un gran amigo de Samu Castillejo, al que usted conoce bien.
-No me sorprendió que firmase por el Milan. Al principio no lo conocía bien, sólo de enfrentarme con él dos veces con el Betis y el Villarreal. Pero no sabía que tenía tanto talento. Cuando lo ves cada día, te das cuenta. Para mí tiene rendimiento suficiente para ir a la selección española absoluta. Y lo del Milan es normal, tiene nivel para esos equipos.
-¿Y de Fornals que me dice?
-Otro que es muy bueno, te da 10 ó 15 asistencias todos los años.Es un jugador con talento y encima se pelea, tiene eso. Creo que va a hacerlo bien en el Villarreal pero terminará yendo a un equipo más alto. Tiene calidad, actitud y es muy joven.
-¿Habló mucho con ellos?
-Sí, sobre todo con Samu. Porque él es de aquí, de la ciudad. Pero sí, ambos me dijeron cosas buenas de Málaga y me aseguraron que estaría bien aquí a todos los niveles: club, afición, ciudad...
-Los futbolistas gozan de mucho tiempo libre a diario. ¿En qué suele emplearlo?
-Estoy con mis niños, con mi familia. Para mí, lo más importante son mis niños. El año pasado, por ejemplo, era imposible para mí irme a la playa con ellos. Ahora puede ir cualquier día, siempre hay sol y calor. Mire, por ejemplo, el lunes estuve en mi jardín tres horas con ellos. El tiempo lo permite. Y todavía no conozco bien la ciudad. Tengo muchas ganas de coger el teleférico de Benalmádena. Estuve hace poco en el zoo. Para hacer con los niños hay muchas cosas. También los parques acuáticos. Todo esto influyó para firmar.
-Es un lugar para quedarse.
-Me han dicho que muchos futbolistas han jugado aquí y se quedan toda la vida. Es uno de los mejores sitios de Europa.
-¿Alguno de sus hijos le da al fútbol?
-El pequeño, sobre todo. Está claro que ahora quieren ser como papá. Pero a mí me da igual, lo que es importante es que hagan algún deporte, aunque sea baloncesto, balonmano... Lo que ellos quieran hacer. No tienen que ser futbolistas por su padre.
-Al margen del tiempo que dedica a los niños, ¿qué más hace?
-Me gusta mucho el cine, también jugar a la Play, pero hay algo que mucha gente desconoce y es que me gusta la Historia. Estoy muchas horas en internet o con libros. Conozco más la historia francesa porque he crecido allí, pero me gusta todo, saber cosas de todo el mundo. Cada día me gusta descubrir cosas de este tipo, soy muy curioso. Cuando no conozco algo, intento saber por qué.
-¿Hasta qué edad estudió?
-Hasta los 18. Empecé muy temprano a jugar en la primera división francesa. Con 17 jugué mi primer partido profesional y luego ya eran por lo menos 20 al año.
-¿Le queda esa espinita?
-Por eso cuando puedo intento saber cosas. Hay muchas cosas que no he aprendido. Me gustaría estudiar cuando acabe el fútbol, no sé el qué. Pero hay muchas que no conozco y que quiero conocer. Y no para la gente, para mí. No para tener un diploma, sino para mí. Soy de los que piensa que mientras más sabes, mejor estás.
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