La oración de Shon Weissman

El delantero israelí, que metió 14 goles esta temporada, principal amenaza ofensiva pucelana

Shon Weissman celebra un gol.
Shon Weissman celebra un gol. / Real Valladolid

Shon Zalman Weissman (1996) nació en Kiryat Bialik, cerca de Haifa, al norte de Israel, a pocos kilómetros de la frontera con Líbano. La ciudad recibe el nombre del poeta Jaim Najman Bialik, uno de los más trascendentes en lengua hebrea. Como los tiempos son cíclicos, nació en Ucrania, ahora desgraciadamente en el foco informativo mundial por la invasión rusa y la posterior guerra, en el siglo XIX y fallecido en Viena en los años 30 del XX. Allí tiene sus raíces el principal peligro del Málaga este sábado en el césped de La Rosaleda. Weissman es el fichaje más caro de la historia del club pucelano, cuatro millones de euros se pagaron en 2020 para contratarle desde Austria, desde el Wolfsberger. Había metido 37 goles en 40 partidos y había disputado el Pichichi con Haaland antes de que el noruego se fuera a Dortmund.

El club que preside Ronaldo Nazario invirtió en el delantero hebreo, pero ello no valió para conseguir la permanencia. Metió siete goles en su debut en España en Primera y gustaron sus maneras pese a ese descenso. Y se le eligió para que liderara el proyecto del ascenso. Ahora se ha convertido en un icono en Valladolid. Lleva 14 goles esta campaña, máximo realizador del equipo y a tres del pichichi, donde empatan Stuani, Stoichkov y Bastón. Tuvo un frenazo tras un primer tercio de liga bastante bueno, pero ya ha asomado en las últimas semanas. El israelí se ha involucrado bastante en la vida pucelana. Se le veía a través de las redes sociales cantando por Joaquín Sabina ‘No puedo enamorarme de ti’, visitando las fiestas locales o colaborando en la búsqueda de una chica perdida.

Su celebración de los goles también tiene su historia. Empezó dirigiéndose a las cámaras diciendo ¿Qué pasa?. Después emula un tipo de oración judía, tapando con su mano derecha ojos, nariz y boca y con la izquierda levantándose la camiseta hasta la coronilla. Es imitada por el público de Zorrilla. Es hombre de profundas creencias religiosas, se perdió un partido el año pasado con el Yom Kippur, día en el que se para toda la actividad para los judíos.

No es el único, hay delanteros del calibre de Sergio León, con decenas de goles en Primera, pero Shon Weissman es el principal peligro pucelano. Si no reza sobre el césped de La Rosaleda será una buena señal.

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