Pablo Fornals y su polémica salida del Málaga al Villarreal: "Me llamaban rata"

"Nunca me insultaron como en La Rosaleda, pero aun así volvería las veces que hiciera falta", afirmó

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Fornals celebra un gol en un Málaga-Betis / Efe

Pablo Fornals volvió a hablar del Málaga CF. El jugador del Betis estuvo en el podcast Offsiders. Narró del principio a fin su historia blanquiazul. De la residencia a la salida al Villarreal. "Yo firmo con el Villarreal una opción prioritaria después de un partido en un hotel de Málaga. Faltaban tres o cuatro meses para que acabara la temporada. Metí siete goles como mediocentro ofensivo. Yo empecé la pretemporada con el Málaga, estábamos en Holanda. Se fue Camacho a Alemania y quedó como un salvador porque dejó dinero y se lo merecía por lo que había hecho. Salió Sandro al Everton. Y el último en irme fui yo, y me revientan. Aficionados que me llamaban rata... también es verdad que el Villarreal había pescado bastante en Málaga, se había llevado a los Samus el año anterior, a mí, al siguiente se llevó también a Ontiveros. Yo iba a jugar ese año con ficha del filial en el primer equipo y no me habían hecho ni oferta de renovación. Llega un momento en el que se empieza a escuchar que puedo salir y Míchel vino a hablar conmigo. Le dije: 'Míster, unos quieren pagar mi cláusula y jugaría en Europa y aquí no me ofrecen nada. Días antes de irnos a Holanda los utilleros me decían que me iban a dar el 6 de Camacho, pero me lo decían los utilleros. Haciendo algo de fuerza para que me quedara. Pagaron 11 millones por mí cuando yo venía del filial, como empresa... Se acrecentó porque ese año el Málaga acabó bajando. No lo he pasado tan mal en un estadio ni me ha dolido tanto un estadio como volver a La Rosaleda y me insultaran como me insultaron. También insisto, volvería a La Rosaleda las veces que hicieran falta. E intentado ir a fases de ascenso, he ido a ver al filial en un play off de ascenso en Castalia... que no guardo ningún tipo de rencor porque yo sé lo que pasó. No puedo pedirle a la gente que sepa lo que sucede dentro de los equipos y lo entienda", explicó. Contó también la broma que le gastaba Míchel por los pasillos cuando se rumiaba su salida: "Me cantaba 'Traicionera".

La narración de su viaje

"Ir al Málaga fue una gran decisión en mi vida. Pasé de vivir en casa, de comer con los abuelos, a vivir en una habitación con dos compañeros. No me costó mucho el cambio porque me fui con un chico de Castellón también, portero, Aitor Embela. Él es de Guinea Ecuatorial. También Pepín, que era de Tarragona y venía del Barça, ahora está en Italia. No estaba en casa pero estaba con gente cercana a mí. Llegué con un cagazo tremendo. Yo era juvenil de primer año pero me meten con los de segundo. Yo decía: 'Ostras, van a ser buenísimos'. Ya había gente que iba a la selección española. Pero fue muy natural todo. Me salían las cosas, metía goles. El año siguiente en División de Honor ganamos la Liga y fuimos a la Copa de Campeones. Y el año después empecé en el filial pero a mitad de temporada comencé a entrenar con el primer equipo. Coincidí ya con Juanmi. Yo era juvenil de tercer año", comenzó a contar.

"En la residencia había muchos chicos. Era la etapa de Manel Casanova, que junto a Arnau, en paz descansen. Trajeron mucha gente de fuera de distintas edades y nos apoyábamos unos a otros. Ahora muchos de los chicos que hay jugando en el Málaga, que lo están haciendo espectacular- entonces tenían diez u once años. Los ves a todo y es muy guay. Se recuerda todo con mucho cariño. Ramón en ese momento tenía 11 o 12 años. Les veías que eran pequeños, cuando les dejaban sus padres lloraban", siguió.

"Yo llegué el año de Champions. Me acuerdo de ver ese Málaga. Nosotros podíamos entrar pero no teníamos entrada, nos sentábamos en los vomitorios. Mi experiencia fue buenísima en todos los aspectos. A pesar de cómo se fragua mi salida del Málaga, yo a Málaga vuelvo todos los veranos, tengo muchos amigos allí, Málaga es espectacular. Empecé a entrenar con el primer equipo siendo Juvenil A y ya ese verano hago la pretemporada con el Málaga. Fui a una gira por Sudamérica, tuve la suerte de jugar en el Monumental de Uruguay, en San Lorenzo de Almagro y contra el Deportivo Cali. Era una gira que hacía LaLiga para expandir el fútbol por allí. El entrenador era Javi Gracia", recordó el castellonense.

Javi Gracia le echó el ojo

"Hubo un partido de Copa en juveniles en el que empatamos en El Sardinero. Yo estaba cabreado porque habíamos empatado. Luego pasamos de ronda, pero empatamos ese día, estaban los San Emeterio. Pero me llama Ruano, que era el entrenador, me enseña el teléfono y veo un mensaje, que no era oficial pero habían fichado a Javi Gracia. Me mostró un whatsapp que decía: 'El que más me ha gustado del equipo es el 8'. Buah, que diga eso un entrenador... Y teníamos un gran equipo en División de Honor. En esos tres estadios que dije antes, tuve minutos. Yo veía que de todos los compañeros que habían subido, y hasta algunos de primer equipo, había tenido yo más minutos que ellos. Entrenaba con ellos y bajaba al filial a jugar en Tercera. Jugué cinco o seis partidos con el filial y aunque nunca he sido de meter muchos goles, iba a uno o dos goles por encuentro entonces. Javi daba oportunidades a debutantes en partidos muy importantes. Lo normal ya sabes lo que es, pero si juegas tu primer partido en el Bernabéu y como titular, y además empatas, la carretera está abierta. Ahí ya me quedé con ellos".

El debut en el Bernabéu

"Yo estaba convocado. En el hotel, en la charla, puso el once en la pizarra y miré directamente los suplentes. Y veo que no estoy. Me empiezo a buscar. En el Málaga siempre había jugado en el doble pivote con Deco. Y me veo de extremo derecho. Qué paradójica es la vida, cuando te dan la oportunidad quieres que lo hagan además en la posición en la que crees que rindes mejor. Y ahora, cosas de la vida, juego en banda. Llegué al Bernabéu y estaba acojonado. Si ves las imágenes del túnel, las uñas... me faltaba medio dedo. Te ves bajando a Isco, a Cristiano, a Marcelo... que sabes que te juegan los dos por tu banda. Jesé ese día jugó en la izquierda...".

"Fue uno de esos días en el que a Kameni se le aparecían todos los santos que era imposible meterle gol, que solía pasar ante el Madrid y el Barcelona. Kameni hacía partidos espectaculares. No hubo manera de que nos marcaran y quedamos 0-0. Y así empieza la historia de Pablo Fornals en Primera División".

Su eclosión en Primera

"Tuve ficha del filial hasta que me fui, jugué con el 31 siempre. Me renovaron pero tenía ficha del filial. Ese fue mi contrato. ¿Mi último año? Javi se fue al Rubin Kazan y vino Juande Ramos. Estábamos bien, hice muy buena pretemporada, pero no contaba, banquillazos, desconvocado... Yo pedía bajar al filial a jugar que era lo que yo quería, competir. Hasta que un día por las bajas me tuvo que poner e hice un doblete en un 2-2 en Mestalla. Ya empecé a jugarlo todo, pero en banda porque teníamos un doble pivote muy fuerte con Camacho-Recio. A veces en la mediapunta. En Navidad decidió irse y nos dejó en la estacada. Metieron al Gato Romero de interino, ocho-nueve partidos que no ganamos ninguno o uno, y fichan a Míchel. Mira que después lo echaron y bajó el Málaga, pero esos meses con él disfruté muchísimo. Jugamos 4-3-3 con un trivote con Camacho, Recio, que era un perro de presa y yo con algo más de libertad. Era muy divertido jugar suelto y hacer lo que te daba la gana sabiendo que si tenías a los dos pitbull por detrás. Jugamos muy bien al fútbol esos últimos meses. Le ganamos al Barça de Neymar, Messi y Suárez con un 2-0 en casa. Competíamos muy bien".

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