Pablo Guede: "Es lo peor que viví en mi vida"

Pablo Guede, tras el Málaga CF-Burgos

El entrenador blanquiazul muestra su dolor por la imagen exhibida en La Rosaleda pese a conseguir la permanencia

Pablo Guede, en el banquillo de La Rosaleda. / Marilú Báez

21 de mayo 2022 - 23:12

El Málaga selló la permanencia en Segunda División, donde competirá la próxima temporada. Lo hizo de una manera decepcionante, con derrota ante un Burgos que no se jugaba nada y en La Rosaleda, donde había más de 25.000 personas. Un cierre a la altura de una campaña gris, que se salvó sobre la bocina. Había un ambiente casi fúnebre en la rueda de prensa de Pablo Guede, al borde del llanto y dolido por cómo fueron los acontecimientos. "Estoy igual que ellos. Hay que pedirle perdón. Creo que se comportaron como la gran afición que son y nosotros no fuimos capaces de corresponderles con lo mismo. Esa es la verdad. Esa es la verdad", comenzaba.

"Los sentimientos son encontrados porque con la satisfacción de haber salvado al equipo, que es para lo que me contrataron, pero las formas... Lo que hicimos bien fuera no fue capaz en casa. ¿Qué pasó? Lo que viene pasando. En casa no controlamos los momentos como los controlamos fuera. El fútbol te pone donde te mereces. Por ahí nosotros merecíamos salvarnos y por ahí desde esta manera. Sin ganar delante de tu afición y eso es triste. Más con cómo se volcaron con nosotros. Cuando llegué se me caían las lágrimas de toda la gente después de la temporada que le dimos no poder responderle en la cancha. Eso me duele en el corazón. Es la verdad, al que le pique que se rasque. Es así de claro", decía el argentino: "¿Sabes lo que duele no poder ganar en casa? Pedirle a la gente que venga, que la gente te responda y que no puedas darle el triunfo que merece. Pfff. Eso duele, eh. Hay que juntar energía. Hay que juntar energía. Este fue el peor partido de todos, por lejos es el peor partido".

El entrenador blanquiazul desgranaba el duelo. "Nos hacen el gol de una pelota parada. No tuvimos la fluidez que teníamos que tener en nuestra casa. Se les pone el partido de cara con el 0-1, hubiera sido otra cosa si hubiéramos marcado nosotros primero. Se dio así el partido y no fuimos capaces de contrarrestar cuando ellos se metieron atrás. No encontramos la forma de romper su defensa. No hay más. Ahí viene apresurarse, era un partido para tener mucha paciencia pasara lo que pasara. No la tuvimos", explicaba: "No tuvimos la paciencia ni la lucidez que correspondía en este partido tan importante. No te podría decir esto pasó porque lo hubiera tratado de resolver en el momento. No tuvimos esa paciencia ni esa fluidez de llevar el balón banda a banda para agarrarle la espalda. No lo tuvimos y no hay que darle más vueltas al tema porque es así".

El club de Martiricos consiguió la permanencia. "Con los sentimientos encontrados. Feliz porque un año más estamos en Segunda, pero las maneras no fueron las correctas. Dolido", aseguraba Guede, que hablaba de la reacción de la grada: "Quería tratar de mantenerlos al margen [en referencia a los jugadores] porque sé que es esto, la responsabilidad que conlleva esto. Las emociones hay que saber manejarlas. Con la cabeza gachas, llevan razón. No hay otra manera de reaccionar. Llevan razón. Es que llevan razón. No puedes reaccionar de otra manera".

No encontraba palabras para decir qué cambio de Tenerife a este sábado. "No tengo explicación. No tengo explicación. No la tengo. Yo creía que era con el tema de la paciencia, mantener la tranquilidad. Había que hacer lo mismo. Donde estaba todo a nuestro favor desde que llegamos a la esquina. Pero bueno. El fútbol te pone donde corresponde. Nos puso que nos teníamos que salvar. Pero no las maneras. Eso es clarísimo", decía, mientras era preguntado por la última jornada: "¿Qué quieres que te diga? No te puedo mentir. Es así y esos sentimientos es difícil controlarlos. Hay que preparar el partido de la mejor manera porque yo quiero ir a ganar a Lugo. Eso no me lo va a cambiar nadie".

Pablo Guede estaba emocionalmente tocado. "Es lo peor que viví en mi vida. Y mira que tuve palos. Perdí la Copa Libertadores, perdí con equipos de Segunda estando en el equipo más grande Chile, he perdido con San Lorenzo... Es lo peor. Sufrí demasiado personalmente. Los sentimientos juegan un papel... Estos sentimientos me pasaron cuando estuve en San Lorenzo, que también amo a ese equipo. Son muy fuertes. Muchas veces te nublan la visión, muchas veces necesitas estar frío para poder tomar las mejores decisiones. Cuando llegue a casa me caerán las lágrimas", afirmaba.

El técnico era cuestionado por el futuro. "Esto es un trabajo de equipo con el club. Yo ya dije que no vine al Málaga para pedirle nada sino para darlo todo. Es una cuestión de ver todo lo que se puede y no se puede hacer. No sé ni lo que es el límite salarial. No tengo ni idea de lo que el límite salarial. No sé si se puede firmar, si no se puede firmar. No tengo ni idea porque no me importó nada. Cuando me asesore y me prepare yo daré mis opiniones y empezaremos a hablar con tiempo, que tenemos bastante tiempo, para la temporada que viene con lo que se merece la gente. Lo tengo claro", cerraba: "Por supuesto que a esto se le da la vuelta. Estar en el Málaga para mí es el reto más importante de mi vida porque es el club que amo. Y para adelante. Que no te quepa la menor duda. Es un reto hermoso".

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