Pellicer, su duelo con Cazorla como jugador y otras alabanzas
"Es un catedrático del fútbol, nuestros jóvenes tienen que fijarse en él", sostuvo
Cazorla: "No celebraré un gol si marco en Málaga"
Sergio Pellicer se tuvo que medir en el verde a Santi Cazorla como futbolista. Un cara a cara que recordó ante los medios de comunicación ahora que el asturiano regresa para el Málaga-Oviedo. Uno estaba en el ocaso y el otro emergiendo. El de Nules se rinde ante un superclase histórico del fútbol español.
“Ya lo ha dicho su entrenador, que es una plantilla con un objetivo claro de pelear por el ascenso directo. Ya estuvo cerca el año pasado. Está en su mejor momento de la temporada. Tiene el sello de su míster, Calleja, es atrevido, va hacia delante. Maneja varios registros, cuando busca jugar entre líneas y cuando quiere aprovechar la velocidad de sus extremos y su delantero Alemao. Luego, la figura de Santi Cazorla, un catedrático del fútbol y un instructor para toda la gente joven, para todos los futbolistas. Nuestros jóvenes tienen que fijarse en él, en cómo entender el juego, la inteligencia. Puedo decir que jugué contra él, yo lo marqué en mi última época, y puedo decir que es el mejor jugador que he visto manejar las dos piernas. La hábil y la no hábil, que no sabemos cuál es. Un jugador además muy querido aquí, de una época muy dorada”, comenzó.
¿Cómo fue aquel marcaje a Cazorla? Pellicer lo recordó con cariño. Jugaba entonces en un equipo llamado Onda, corría la temporada 2003/2004: "Era mi última época, estaba él en el Villarreal B, en Tercera División. Al año siguiente ya debutó con el primer equipo. Estaba además con Pablo Hernández, que era un chico recién llegado y también jugó en el Valencia. Se notaba, se notaba enseguida… La experiencia no fue buena porque no sabía si se me iba por la izquierda o por la derecha, yo que era un lateral muy agresivo, imaginen...”.
Huella en un año
Fue un añito solamente, pero qué añito. Santi Cazorla regresa al estadio de La Rosaleda enfundado en la camiseta del Real Oviedo, con quien reparte sus últimas gotas de magia. En el Málaga CF se le recuerda con cariño y se espera un recibimiento antológico. El asturiano también lleva tatuado ese año en la piel.
"Para mí, es un partido muy especial. Jugué solo una temporada en Málaga, pero fue una experiencia maravillosa en lo personal y en lo profesional, además de que mi familia estuvo genial en la Costa del Sol. Me siguen demostrando cariño y estoy eternamente agradecido por aquel año, será muy especial. Disfrutaré de ese momento porque Málaga fue mi casa y siempre estaré agradecido", comenzó Cazorla.
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