Jaime Sicilia
OHLA (+23,11%)
La previa del Alcorcón-Málaga CF
Como si la vida se hubiera parado al compás que marca el Málaga, en el entorno malaguista esta semana todo ha circulado alrededor de Víctor Sánchez del Amo. Atrás quedan las 34 jornadas con Juan Ramón Muñiz, borrado del mapa a pesar de que con él nunca el conjunto blanquiazul abandonó la zona de play off. Se ha entrado en una especie de paréntesis temporal en el que sólo hay ojos para el cambio, para las ocho jornadas que restan para que concluya la temporada regular en Segunda División.
Los focos apuntan desde todos los ámbitos a Víctor, un joven técnico de discurso intrépido y aires de coach (no deportivo, de los nuevos) que llevaba tiempo en el paro y procede de la escuela de Míchel a pesar de que hace ya unos años separaron sus caminos. Sus aventuras con el Deportivo y el Betis no terminaron bien, pero no existe entrenador sin mácula en su currículo.
Ahora, en una categoría desconocida, tiene la ocasión de tomar los mandos del equipo con mayor presupuesto de Segunda pero que andaba perdiendo fuelle en una categoría que comenzó dominando y en la que tras 34 citas está al borde de perder su plaza como candidato a subir. Víctor resultó ser el elegido, pero lo que se le exige es lo mismo que a los demás: Primera División. De un modo u otro.
Cuando se cambia de entrenador es que algo no va bien. De momento, ha reactivado el optimismo en el vestuario. A muchos futbolistas se le han olvidado las molestias de manera milagrosa en apenas unos días. Hay tabla rasa y todos se quieren invitar a la fiesta de Víctor, que todavía no tiene nada definido. La convocatoria es un buen reflejo de ello.
Entran en la misma jugadores que estaban en el más absoluto ostracismo como Boulahroud y Miguel Torres. También los tres porteros por una cuestión de seguridad. El resto tampoco es una sorpresa, pero sí un indicador de que se parte de cero. Ahora habrá que ver qué cosas cambian también en lo que viene siendo el césped.
El once es una incógnita, como también lo es cuál será el dibujo que utilice ante el Alcorcón. Ni siquiera la portería tiene un dueño asegurado. En su carrera, Víctor ha tirado en ocasiones de un sistema con tres centrales, algo que no se puede descartar en un Málaga que lleva todo el año agarrado a su línea de cuatro.
Hay figuras que sí parecen fijas en el Málaga. Es difícil imaginar una alineación sin Pau Torres, Alfred N’Diaye, Adrián González y Blanco Leschuk. Y en ese sentido parece que Víctor lo tiene claro. Ahí debería entrar también Javi Ontiveros, aunque no se puede olvidar que el técnico se lleva a Alejo, Mula y Renato Santos. Competencia en las alas.
Enfrente habrá un rival que está en ascuas. Sabía a lo que atenerse contra un Málaga de Muñiz, equipo muy similar en idea y confección. Ahora el Alcorcón, así lo admite su entrenador Cristóbal Parralo, no tiene ni idea de cómo va a plantear Víctor el choque. Eso debe suponer una cierta ventaja por aquello del “factor sorpresa” al que hacía alusión el nuevo comandante en jefe de la nave blanquiazul.
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