Volver a la raíz para romper la dinámica (16:00)

El Málaga ha ido resquebrajándose con el paso del tiempo. Deteriorándose poco a poco. El inicio de la temporada fue verdaderamente prometedor, ilusionante y difícil de igualar para una categoría a la que parecía que el conjunto blanquiazul se había amoldado con facilidad. La idea tan recurrente en palabras de Juan Ramón Muñiz, esa de la constancia, de la regularidad que hará que uno u otro optó por el mes de mayo a ascender a la élite, era real. Su equipo ha ido perdiendo fuelle con el paso de los meses, perdiendo consistencia y pegada, el gol que tan vital es en este deporte y con ello se ha ido alejando del ascenso directo y ve peligrar incluso los puestos de play off.

El Málaga visita esta tarde en el Nou Estadi de Tarragona (16:00) aun Nástic con unas necesidades terribles, vigésimo a ocho puntos del Lugo, que delimita la salvación. Si la de los catalanes son terribles, las necesidades de los blanquiazules son agónicas. La racha habla por sí sola: un triunfo, una derrota y seis empates en las últimas ocho jornadas. Nueve puntos de los 24 que estaban en juego en este últimos dos meses. Números que explican el porqué del bajón del equipo en la tabla, actualmente quinto clasificado con 51 puntos, a nueve del líder Osasuna, a seis del Granada por el ascenso directo y a tres y cuatro están Cádiz y Oviedo, respectivamente, que buscan billete para la fase de ascenso. El cuadro está complicado y premia al equipo a voltear la situación cuanto antes si no quiere comprometer todo el trabajo que se ha llevado a cabo hasta el momento.

Para Muñiz fue una convocatoria compleja, por el gran número de bajas que tiene el equipo con respecto a la pasada semana. El gijonés no podrá contar este domingo con varias piezas importantes en su engranaje como son Pau Torres, N’Diaye y Munir, los tres internacionales del equipo que están concentrados con la sub 21 de España, Senegal y Marruecos respectivamente. Aprovecharon los dos primeros, además, para cumplir ciclo de amarillas sabedores de que se perderían esta cita. Otro que cumple ciclo es Iván Rodríguez, que tampoco estará en Tarragona, al igual que Seleznov, por lesión, o Hugo Vallejo, por decisión técnica.

Las seis ausencia las solventa Muñiz con las novedades del meta Werner y el lateral zurdo Brezancic, recupera tras sus lesiones a Dani Pacheco y Javi Ontiveros, e incluye a Jack Harper y Lombán, ausentes en Soria.

Muñiz viene cavilando durante esta semana, tras errar en Los Pajaritos, sobre las soluciones y cambios que puede efectuar para dar un giro a la situación. Ante el Numancia el equipo ralló una sus peores versiones de la temporada y ello invita y exige dar con la tecla en Nou Estadi. El gijonés piensa en volver al sistema que mejor rendimiento generó entre los suyos y que encaja con el arranque de la temporada, cuando se sumó de tres en tres con asiduidad. El 4-4-2 le dio a Muñiz y a su plantilla la mejor versión de sí mismos, con Blanco Leschuk y Jack Harper como referencias y Adrián y N’Diaye en el doble pivote siendo los extremos lo más volátil en aquellos días. Aquello funcionó hasta que se desgastó la idea y el técnico quiere recuperarlo.

Sin N’Diaye, Keidi Bare y Adrián postulan para ocupar el centro del campo sin olvidar a un Erik Morán que no ha terminado de cuajar. No se descarta al de Portugalete porque el acompañante de Blanco Leschuk, aunque todo apunte a Jack Harper, podría ser el medio madrileño. Alejo también parece inamovible por la derecha por lo que Ontiveros, Renato y Pacheco optan a otro. Kieszek volverá bajo palos y Diego González y Cifu ocuparán los sitios de Pau Torres e Iván Rodríguez.

En frente estará un Gimnástic de Tarragona fuerte en el Nou Estadi, donde ha sumado 10 de los últimos 15 puntos y que no tendrá entre sus filas al aún blanquiazul Mikel Villanueva, llamado a filas por Venezuela, único internacional de los catalanes en esta ventana de selecciones.