"No se puede ir de sobrado, un día estás arriba y otro, en lo más bajo"

Ontiveros se siente más maduro, entiende que tiene que pelear cada día, cuidar su alimentación...

Dice que en caliente le cuesta entender que le cambien, pero está encantado con Muñiz y la confianza que le da

"No se puede ir de sobrado, un día estás arriba y otro, en lo más bajo"
"No se puede ir de sobrado, un día estás arriba y otro, en lo más bajo"
Félix Godoy

05 de octubre 2018 - 01:38

Málaga/Javi Ontiveros (Marbella, 9 de septiembre de 1997) tiene la sonrisa pícara del que puede, el que sabe que encierra algo que ni se compra ni se vende. Pero su aún corta carrera ha sufrido más altibajos de los que debería tratándose de un chico de su edad. De la mano de un milagrero llamado Muñiz está comenzando a cumplir las expectativas que un día puso sobre él un tal Manel Casanova, a quien recuerda a diario. Pese a un par de pequeños tropiezos deportivos en el arranque, ha conseguido que su talento y el trabajo circulen por la misma vía. Esto es sólo el principio. Aun manteniendo su humildad y sabiendo de dónde viene, tiene muy claro que su techo es el cielo. Marcar el gol del ascenso, vestir La Roja. Poco a poco.

-¿Cómo lleva el carnet de conducir?

Todo trabajo traerá sus frutos; si no es ahora, será el año que viene o cuando sea, pero algún día vestiré la Roja

-Bien, me saqué el teórico en Valladolid y pronto me sacaré el práctico.

-¿Tiene ganas de llevar ya su propio coche?

-La verdad es que ya tengo ganas de venir solo. Ahora normalmente vengo con mi padre o con Luis Hernández.

-¿De qué se habla durante ese trayecto?

-Se habla de fútbol, se escucha música. Cuando vengo con mi padre sí puedo hacer de Dj, cuando me trae Luis, la música la pone él. Se habla de muchas cosas, de la familia, de si cada cual está a gusto, de todo.

-¿Es un poco padre Luis con usted?

-Sí, a veces se porta como si fuese mi segundo padre. Es uno de los compañeros con los que más confianza tengo.

-¿Le gusta que le reconozcan por la calle?

-Algunos días sí y otros, no. Depende. Si tengo un mal día... La fama no es algo que me guste mucho. Si me tengo que parar a hacerme fotos con la gente, lo hago, pero bueno.

-¿Y qué le gusta?

-Bueno, mi vida no ha cambiado mucho al ser jugador. Llevo la misma de siempre, pero ahora como mejor que antes. Cuando chico no comía así. Por lo demás, casi todo es lo mismo. [Ontiveros apareció con varios tuppers con el almuerzo del día tras el entrenamiento en el Ciudad de Málaga] Me llevo la comida de aquí y luego la caliento.

-¿Ha notado la importancia de una buena alimentación para el deportista de élite?

-Sí, es causa de lo que se ve luego en el campo. Es importante la alimentación y se demuestra.

-¿Está Ontiveros en el mejor momento desde que llegó al primer equipo?

-El último tramo de la primera temporada con Míchel, también me sentía muy bien. Pero sí es verdad que me encuentro en un gran momento. Estoy bien físicamente y jugando bien.

-¿Usted nota que tiene algo más que otros futbolistas?

-No, cada uno tenemos nuestras cosas. Unos tienen velocidad, otros golpeo. Cada cual tiene sus características. -Pero ahora combina ese talente que posee con un trabajo colectivo más eficaz.

-Sí. A mí lo que me faltaba era la confianza y la verdad es que el míster me la ha dado plenamente. Y yo se la devuelvo en el campo. El año pasado ya se vio que no la tenía y cuando salía al campo, no era yo, no me sentía yo. Quería hacer una cosa y no me salía. No me sentía como este año. Si tengo que intentar un regate, lo intento. Y si no me sale, lo intento otra vez. La confianza hace mucho.

-Y los kilómetros para el equipo...

-Sí, y los kilómetros para el equipo, tanto en defensa como en ataque. El míster lo que quiere es que trabajemos hasta los extremos. Porque como nos quedemos descolgados, como me pasó a mí el otro día, te cambia. Hay que trabajar duro.

-¿Lo entiende cuando le cambia? Porque se le nota y mucho que le enfada...

-Yo en caliente no lo entiendo, pero en frío... El otro día estaba más cansado. En otros me encontraba muy bien. Yo quiero jugar los máximos partidos y minutos posibles. -¿En algún momento pensó que se le escapaba el tren?

-No, en ningún momento. Siempre hay oportunidades. Pero bueno, eso ya ha pasado. Estoy aquí y me quiero afianzar en el equipo.

-¿Cuál fue su momento más difícil?

-Cuando me apartaron del equipo. Lo pasé muy mal, pero ya está solucionado. Eso hay que dejarlo atrás y mentalizarme en el presente.

-¿Cree que se fue injusto con usted, que pudo haber más gente que actuó de manera parecida y no se le castigó?

-Yo soy de la cantera y a un veterano no se le va a castigar como a uno. Pero bueno, prefiero no hablar más del tema.

-En muy pocos años ha tenido en el Málaga a Gracia, Juande, Gato Romero, Míchel [José de manera casi testimonial] y Muñiz...

-Primero, a Gracia siempre le estaré agradecido por hacerme debutar con el primer equipo. Estaba súper contento. Me decía que estuviera tranquilo y que adelante, que si tenía que tirar un caño, que lo tirara, que si tenía que regatear, que lo hiciera. Con Juande también fue muy bien, transmitió mucha confianza al equipo y fuebastante bien. Con Gato jugué poco. Ni bien ni mal, normal. Un entrenador normal.

-¿Y con Míchel?

-En el momento en que llegó, jugaba y estaba todo muy bien, pero después pasó lo que pasó y ya no teníamos el feeling que teníamos antes, ya se apagó la llamita esa que teníamos. Antes estábamos muy bien, me gastaba bromas, hablábamos... Como entrenador, normal, estoy de acuerdo en que me castigara.

-Y además también a Sergio en Valladolid.

-Nada más llegar , transmitió alegría. Todo lo que nos faltaba nos lo dio. Desde que llegó el equipo empezó a subir y acabamos ascendiendo cuando nadie se lo esperaba porque estuvimos toda la temporada en mitad de la tabla.

-¡Qué sensación subir con un equipo mientras ves que el tuyo se va a Segunda!

-Yo veía todos los partidos y sabía que era súper difícil, pero no imposible. Cuando fueron pasando las jornadas y el equipo no ganaba, sentía mucha tristeza por mis compañeros, la afición... Mi familia y yo también estábamos tristes. Pero el ascenso fue una experiencia inolvidable. Algo increíble. Nunca pensé en eso, ni en el momento en que firmé. Espectacular.

-Imagine vivir eso con el Málaga...

-Uf... Sería increíble, espectacular, ojalá. Pero ahora estamos en el día a día, en cada entrenamiento, en cada partido. El ascenso está súper lejos, Segunda está muy igualada. El año pasado con el Valladolid, toda la temporada el 10, el 11, el 9... Y al final entramos quintos y subimos. Aquí como no subas directo... en la liguilla puede ascender cualquiera.

-¿De qué le sirve a Ontiveros la experiencia en Segunda?

-Hablé con algunos compañeros, con los que tengo más confianza. Les dije que la Segunda es muy difícil, cualquiera te puede ganar en tu campo. Mire el Rayo Majadahonda. Está ahí , el 17º, y les salió un buen partido y nos pudieron empatar.

-Igual no se le está dando tanto mérito a lograr un seis de siete...

-Claro... seis de siete en Segunda es muy difícil. El míster nos lo dijo el otro día, que parecía como si hubiéramos empatado. Ganamos 1-0 y tenemos que ser fuertes y saber que cada victoria se sufre, como sufrimos el otro día. Cada victoria son tres puntos de oro que al final de temporada le daremos el valor que tiene.

-Gracia, Juande, Muñiz... ¿No será que le viene bien un entrenador de ese perfil?

-A los que me han dado confianza, yo les he respondido. Si juego diez minutos un partido, otro sin convocar, cinco minutos otra vez, vuelven a no convocarme... así es difícil. Eso es lo que me pasaba. Este año, al darme confianza, estoy dando buen rendimiento.

-¿Sabe que tiene cosas que no tienen otros?

-No, yo no sé si tengo cosas que no tienen los demás. Yo me implico en el entrenamiento al cien por cien y en el partido, igual.

-Pero tiene un punto de calidad diferente a otros.

-Eso ya lo dirán los demás. Yo miro mi trabajo y me esfuerzo cada día por ser mejor. Hay cosas que hago que en el momento no las pienso, simplemente las ejecuto. Y que venga lo que tenga que venir.

-El fútbol le sale solo.

-Sí, nada más que hay que verme. Cuando llego al campo nada más que sólo busco el balón. Las quiero todas...

-¿Le regañan por no soltarlo a veces?

-No me regañan pero me dicen que la suelte antes. Pero a mí lo que me gusta es el balón. Si tú me das el balón, yo intento jugar. No sé si tengo capacidad para formar un lío, pero para dar asistencias y marcar goles, sí.

-Goles y asistencias, algo que también se espera que dé Juanpi pronto.

-Claro, a Juanpi también era lo que le faltaba, confianza. El míster ahora se la está dando. El otro día hizo un partido muy bueno. Hablamos mucho porque nos llevamos, muy bien dentro y fuera del campo. Es como si fuera un hermano mayor para mí. Me da muchos consejos, hablamos, bromeamos. Se ha hablado mucho de que se iba a ir, pero él tenía la cabeza aquí. Pero ya sabe cómo son las cosas...

-Se ve que tienen química entre ustedes.

-Sí, conectamos de siempre. Cuando llegué aquí, él fue uno de los que me escogió. Yo creo que nunca habíamos jugado juntos de inicio. Nos entendemos muy bien, sabemos lo que va a hacer el otro.

-¿Le da Juanpi un salto de calidad a esta plantilla?

-¡Claro, cómo no lo va a dar! Juanpi es puro espectáculo. Lo ha pasado mal en estos tiempos con el tema de la lesión, que arrancaba, que no arrancaba... Entrenaba y le dolía. La lesión de pubis es jodida. A mí gracias a Dios se me curó bien. Pero a él le ha costado un poco más. Eso ya es pasado también.

-¿Cree que con ustedes dos a la vez en el campo a su nivel, el Málaga habría logrado la permanencia?

-Eso no lo sabe nadie [sonríe]. Lo del año pasado fue un accidente. Desde que empezó. De primera hora se vio. Se fueron jugadores, no hubo buenos fichajes. Salen Sandro, Camacho y Fornals. Es un salto de calidad muy grande. Vinieron buenos jugadores, pero no al nivel que tenían ellos. Eso lo nota el equipo. Camacho... era el que mandaba. Como Weligton y Duda. Al irse se quedó un vacío en la plantilla. -¿Y cómo ve a Ricca en la capitanía?

-Fede muy bien. Está dando un nivel en el campo... fenomenal. Y también es un buen capitán. Me ha sorprendido. Lo está llevando muy bien.

-Regresando a su juventud. ¿Cómo fue aquello de irse al Betis?

-Estaba en el Vázquez Cultural y me firmaron. Me llevé una gran experiencia. No fue un año bueno, pero sí distinto. Tenía 12 años y vivía en un bungalow prefabricado. No lo llevé tan mal como pensaba.

-Y después del Betis le recluta Manel Casanova para el Málaga. ¿Le llamó directamente?

-Sí, me llamó directamente Manel. Había escuchado hablar de él alguna que otra vez, pero no sabía quién era. Tenía un ojo, vaya, que daba miedo. Fornals, por ejemplo, que venía de Castellón. Lo vio y mire ahora cómo está.

-¿Mantienen el contacto?

-Alguna vez que otra hablo con él. También coincidimos en la boda de Mula. Da gusto verlo jugar, es muy bueno.

-Hablando de futbolistas buenos, a usted le ha llamado mucho la atención N'Diaye.

-N'Diaye es puro músculo, en el centro del campo es increíble , pura fortaleza. Lo que hace lo hace muy bien. No sé cómo ha venido al Málaga a Segunda División. Tendría sitio en casi toda Primera. Jugaría fácil. El Málaga ha tenido que darle algo distinto. A nosotros nos viene fenomenal.

-Otro que es espectacular es Blanco Leschuk.

-Blanco igual. Viene del Shakhtar, de jugar Champions. Trae mucha experiencia de allí. Le tiras un balón largo y te hace una jugada. Como el otro día, que de un pelotazo terminó sacando un disparo que dio en el poste. Son dos muy buenos jugadores.

-Y buenos son los que siguen saliendo de La Academia. El otro día eran cuatro jugadores de la casa en el once titular.

-La Academia... Manel hizo un gran planteamiento en la cantera. Y sigue dando sus frutos. Yo siempre le estaré agradecido a Casanova y también a Ruano por mi formación.

-Hablando de formación. ¿Qué habría sido de no ser futbolista?

-Bombero. Siempre me gustó. O policía. Aunque a mí eso de estudiar... regular. [Risas]

-¿Qué hace en su tiempo libre?

-Es que ahora ha salido el FIFA... Lo estamos reventando.

-¿Se coge a sí mismo?

-¡No! Cogemos los equipos punteros. Madrid, Barça, City, Bayern...

-¿Y no prefiere ganar con un gol de Ontiveros?

-Claro que me gusta, pero si me cojo el Málaga y otro se coge el City... Lo más probable es que me gane.

-¿Pero EA se ha portado bien con su media?

-La verdad es que normal. Ni bien ni mal.

-Pues Peñaranda se quejó públicamente de la suya.

-¿Sí? [Risas] No lo sabía. Peñaranda es muy gracioso...

-¿Qué falló con Peñaranda? Talento también le sobra.

-En Granada hizo una temporada espectacular. De vez en cuando hablamos porque me llevo muy bien con él. No sé qué le pasa.

-¿Dónde sueña con meter un gol?

-El gol que dé el ascenso sería lo más bonito ahora mismo. Pero todavía queda mucho para eso.

-¿Sabía que Celades le tenía en sus planes para la sub 21 cuando era seleccionador?

-No tenía ni idea.

-Jugó en las categorías inferiores de España, pero el salto a la absoluta queda muy lejos aún.

-La selección siempre es lo más bonito. Que te llame es un impulso de energía. Todo trabajo traerá sus frutos. Si no es ahora, será el año que viene o cuando sea. Pero algún día vestiré La Roja.

-Tiene que seguir creciendo.

-Lo sé. Y en cada partido me veo más cómodo jugando y más maduro. Sobre todo jugando en los últimos tramos de partido y en los últimos tramos de campo. El año pasado o el anterior se le daba al primero que veía. Tomo mejores decisiones.

-Y es un enamorado de Ronaldinho.

-Magia tiene para dar y regalar. Verlo era puro espectáculo. Recuerdo cuando se fue aplaudido por el Bernabéu. Al que cogía, lo rompía. Fantasía. ¿Imitarle? Alguna vez lo he intentado. Como la cola de vaca. No cada día, pero cada semana me veo vídeos de Ronaldinho.

-¿De quién más ve vídeos?

-De Neymar. Las dos faltas que mete el otro día... es que va muy sobrado. También me gusta Mbappe. Con lo joven que es y ya está para jugar donde quiera. Se parece a Ronaldo Nazario. Dentro de poco será Balón de Oro. Y no uno, dos o tres por lo menos.

-¿Se ha imaginado alguna vez levantando un Balón de Oro?

-La verdad es que no. Eso queda muy lejos todavía. Eso... joder, sería lo más. Pero yo, juegue donde juegue, voy a seguir siendo el mismo. No hay que ir de sobrado porque un día estás aquí y dentro de un año estás en Segunda B, Tercera o en otro trabajo. Cada día es un mundo. Un día estás en lo más alto y otro en lo más abajo. Mi padre y mi madre me enseñaron eso, a ser humilde.

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