El parqué
Jaime Sicilia
Jornada de caídas
El Málaga pierde, sobre todo, porque los jugadores –salvo honrosas excepciones– ni tienen hambre, ni amor propio ni generosidad. Gran parte de ellos son top en la categoría en consideración y sueldo, pero no en rendimiento. Lo peor es que sin ellos a veces parece hasta mejor el equipo. O menos malo.
No transmite seguridad y no impone en el área, que son cosas que tiene que ofrecer un meta.
De los pocos que se pueden salvar de esta cita, pero también hay que exigirle más, sobre todo en precisión en ataque.
No es el capo de la defensa que se pensaba. A veces cuando la salida pasa por él no ve el pase.
En teoría no tendría sitio ni en defensa ni en el medio. El gol regalado lo resume todo. Si tiene que ser titular porque los demás no están para sentarle, es muy grave.
Hace ruido con algunas de sus subidas y poco más. Otro futbolista que evidencia cómo está el Málaga. Si tiene que ser indiscutible, estás en descenso o cerca.
Si La Rosaleda le aplaudió al salir, fue por algo. De los pocos que aprueban. A veces se echa de menos que alguien le ayude.
No están bien. Lento, desubicado en ocasiones, pero imprescindible. Tuvo un par de balones para marcar, pero tampoco le sale lo que intenta, como esa extraña chilena.
Al menos alborota, incordia a los defensas, permite al equipo salir... Pero es que en toma de decisión y ejecución no acierta.
Tirando de Ali: “Baila como una avispa y pica como una mariposa”. No está mal escrito, es el giro que le define.
Mel tiró de él por su costado natural y le quitó al descanso. Es decepcionante su bagaje. Dentro no ha gustado lo mucho que ha tardado en volver a jugar.
No puede hacer mucho más. Intenta asociarse, ganar balones entre gigantes, buscarse sus tiros y, mientras, no morir de pena y soledad.
Entró en el descanso por Gallar y visto lo visto tiene que seguir jugando en este equipo. Algo de desborde y frescura aporta.
Un balón que le cayó lo cabeceó muy desviado. No gana duelos aéreos, no aguanta el balón, no intimida, no remata.
Sin estar bien, porque no lo está, tiene más agallas que otros que juegan en zonas similares y aporta algún destello.
Minutos para el canterano, que no anduvo muy fino, pero no se merece ser parte del sainete.
Su media de rendimiento debe ser algo así como un ratito bueno por cada cuatro partidos insulsos.
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