Tribuna Económica
Gumersindo Ruiz
Por qué se calienta el Mediterráneo
El empate del Málaga en el campo del Valladolid costó sangre y sudor a los jugadores blanquiazules, que hicieron un esfuerzo enorme. Brandon Thomas abrió su cuenta goleadora de penalti y Dani Martín salvó varios goles cantados.
Muy atento, hizo una difícil parada a Cristo en la primera mitad y luego salvó varios goles claros. Se afianza.
Se le vio algo corto de ritmo pero con el pundonor de siempre. Tuvo altibajos y no sumó mucho en ataque.
En su línea de los últimos partidos, aunque tenía delante a una delantera difícil.
Muy atento y enchufado, a veces su mera presencia da empaque. Varios cortes de mérito. Al final sufrió también.
Otro ejemplo de coraje y derroche. Le buscaron y a veces pasó problemas pero también resolvió algunos.
El equipo gana con él. Volvieron a aflorar sus virtudes tanto en defensa como en ataque. Cerca del gol en la estrategia.
Va a la verdad. Expeditivo y aplicado en sus tareas, va mostrando un buen nivel.
Extremo de los que necesitan tener la tarde. La acción del penalti es una muestra de calidad. También trabajó duro.
Cuando le encorsetan luce menos. Hay que dejarle a su aire y el Málaga mejora. A balón parado también lució.
Batalla como pocos. A veces es difícil entender cómo se maneja tan bien en el contacto. Jugó el partido completo.
De nueve y con hambre. Marcó de penalti. Tuvo dos acciones ante Roberto que no terminó de rentabilizar.
Nada más entrar en el campo aprovechó un robo para sacarse un misil que Roberto paró con dificultad.
Entró en la recta final por un fundido Brandon. Arrancó desde la banda derecha y le puso empeño, pero sigue sin salirle.
Cambio para perder algo de tiempo y amarrar el punto. Ocupó el lugar de Jozabed.
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