50 razones
El Málaga toca la orilla y se saca la espina de no competir contra los grandes negando las tres derrotas seguidas
Suele destacar Sergio Pellicer que su Málaga nunca ha perdido tres partidos consecutivos. Y así es, desde que hace más de medio centenar de encuentros y año y medio que se hiciera cargo del equipo, el Málaga ha negado siempre una tercera derrota. Es una seña de identidad que ha conseguido inocular a sus jugadores. Aunque se pueda dudar internamente, no se exhibe en el campo ese pesar por dos derrotas anteriores. Ante el Mallorca se aprobó una asignatura pendiente de esta temporada. No se había sacado ningún punto en los seis partidos que se habían jugado ante los cuatro primeros clasificados en la tabla. El conjunto bermellón no lo pasó bien en La Rosaleda y la última palabra la tuvo el Málaga con esa falta en el descuento para Lombán que no anduvo lejos de ser el 2-1.
50 puntos, 50 razones para pensar que ha sido una temporada óptima. Sólo hay que mirar cómo se estaba en septiembre, con un equipo en descomposición, con jugadores saliendo y entrando, poco número de profesionales y una incertidumbre máxima sobre el futuro, no sólo deportivo, de la entidad. El Málaga mantiene nueve puntos de ventaja con la zona de descenso con 12 por jugar, así que ya la próxima jornada se puede conseguir la salvación matemática. Jugará el lunes en Oviedo (19:00 horas) cuando ya se hayan disputado los partidos de los rivales. Logroñés y Castellón están empatados con 41 puntos en los puestos 18º y 19º, con 42 del Cartagena y el Alcorcón y 40 del Sabadell. Son varios los equipos que pueden pinchar y que el Málaga alcance la salvación. Parece un trámite, no obstante. El equipo blanquiazul está en mitad de la tabla, con 50 puntos en el puesto 11. Hay que recordar que la posición en la que se acabe marca parte del dinero que se percibe. Por ejemplo, la diferencia entre ser octavo o ser 14º es considerable para las estrecheces en las que se mueve el Málaga. En el primer caso serían 1.280.000 euros por el concepto de clasificación si se acaba octavo y 581.000 euros si se queda 14º. Son 700.000 euros de diferencia, un tercio de las fichas en el límite salarial actual. Redondeando, son casi 100.000 euros más o menos por cada puesto. En el contexto actual, una cantidad bastante respetable.
Con cuatro jornadas por delante y un pie en la orilla, es tentador hablar del futuro y de lo que acontecerá en el banquillo. Cuesta imaginar ahora mismo a alguien diferente de Sergio Pellicer en el banquillo. Ha optimizado recursos, se ha metido en la piel de un entrenador de club que tiene un discurso acorde a la realidad de la entidad. Difícilmente, si no se mira dentro de la casa, habrá alguien que conozca mejor el percal económico y deportivo, con un profundo alcance sobre lo que se cuece en la cantera, un alimento para el primer equipo necesario en estos tiempos de carestía. El técnico ha remitido a que se alcancen los 52 puntos en las últimas comparecencias para abordar entonces la firma de su contrato de ampliación. Entonces debe ser un hecho la continuidad del castellonense en el banquillo. Un formulismo que se ha resistido y que los protagonistas explicarán en su momento.
Mientras tanto, siguen debitando jugadores con el primer equipo, el último Mini, que horas después jugaba con el Malagueño en el mismo escenario. Es una de las señas de identidad de este proyecto.Quedan cuatro partidos en los que se debe acabar con buen sabor, más allá de por el tema económico, para finalizar con buen sabor de boca. Aunque es cierto que la plantilla está explorando sus límites físico, se compitió bastante bien contra uno de los mejores equipos de la categoría y se mandó un mensaje reconfortante para lo que queda de temporada. Ver cómo Luis Muñoz volaba en la segunda mitad después de la reaparición de su lesión, cómo se fajó Joaquín Muñoz o cómo Benítez y Casas, que sufrieron en el 1-1, le echaron casta para frenar a la poderosa delantera mallorquina son detalles que hacen creer. Algunas de las 50 razones.
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