Esto no está resuelto
Sigue coleando alcanzar la salvación, a expensas de los errores de los rivales
Aunque el equipo no se rindió, volvieron a verse defectos nítidos de toda la temporada
La sensación mejoró algo con el arreón final que casi trae el empate por medio de Roberto, pero no gustó la versión del Málaga en Las Palmas. Salió timorato el equipo de Guede, sin el brío y personalidad que le había insuflado el argentino a la plantilla. El equipo canario, que atesora mucha calidad, se siente cómodo si no está apretado. Y no lo hizo el Málaga como sí había ocurrido en los tres primeros encuentros.
La realidad es que la salvación no acaba de cerrarse. Habrá que mirar de nuevo este domingo a lo que hace el Amorebieta ante un Fuenlabrada ya desahuciado y lo que pueda realizar la Real Sociedad B contra el Oviedo el lunes. El colchón de siete puntos debe ser suficiente, pero hay que sumar. Los 44-45 puntos pueden ser necesarios. Después de Leganés parecían muy cercanos, pero siguen resistiéndose con el paso de las jornadas. Podía haber arrancado un punto el Málaga en Siete Palmas. Para el entrenador blanquiazul la clave del partido estuvo en el segundo gol de Las Palmas, decisivo en el tramo final y que alejó a su equipo de las opciones del empate. “Nuestro gol llegó cuando tenía que llegar”, analizaba Guede que señalaba el error: “El tema es el segundo gol de ellos, ese sí que nos hace daño”. Una pérdida absurda en la salida de balón tras un saque de banda habilitó a Jesé Rodríguez, suplente en lo que da idea de la profundidad de una plantilla con dinamita, para batir a Dani Martín y poner muy cuesta arriba al partido. En la vertiente positiva, que destacaron los jugadores tras el partido, no se perdió la cara, se siguió apretando y se rozó el empate. Pero la sensación fue que se regalaron demasiados minutos, que la puesta en escena fue muy pobre y recordó a los peores momentos de la temporada. Paradójicamente, se acabó ganando la posesión en el partido (53%-47%), pero cuando el Las Palmas marcó las diferencias su dominio del balón fue más productivo. Cinco tiros a puerta de cada equipo, con un mayor volumen de acercamiento amarillo.
El calendario sigue trayendo a equipos que pelean por los puestos altos de la clasificación, el siguiente el Oviedo de Borja Bastón por La Rosaleda. Y hay que volver a subir el nivel para competir contra un equipo que vendrá pleno de concentración y de ganas al estadio malaguista. Es cierto que la derrota en el estadio canario dejó algunos jugadores señalados. Quizá el que más un Mathieu Peybernes que fue cambiado al descanso para dar salida a Aleix Febas. El zaguero francés, que tiene un año más de contrato, jugó 45 minutos de museo del horror en Gran Canaria. Si en este tramo final no sólo se pelea por la salvación sino también para construir para el futuro, está haciendo números para que su continuidad se plantee de verdad. La ausencia de Andrés Caro, con España sub 18, y la baja ya de larga duración de Juande Rivas más la de Escassi obligaron a utilizarle, pero no es la primera vez que Peybernes juega un partido de tan bajo nivel. Igualmente, los atacantes que salieron de partida no escatimaron carreras pero carecieron de brillo para generar algo distinto, fue desde el banquillo donde llegó algo de chispa en el partido.
La conclusión tras la derrota en Las Palmas es que esto no está aún resuelto y que todavía hay que sumar. Es verdad que los últimos partidos de la temporada pueden deparar enfrentamientos ante rivales que no tienen mucho que jugarse ya, pero ya está comprobado que esa es un arma de doble filo. Y de fondo está también que hay que construir para el futuro y algunos parecen empeñados en que se dude de su continuidad.
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