Granada CF-Málaga CF: Los Vengadores de Pellicer (2-2)
Épico punto con multitud de héroes blanquiazules y una conexión especial
Así te contamos el partido en directo
El Málaga se lleva más que un punto de Granada. Con sufrimiento y toneladas de épica, trae en la bodega del autobús oro en muchos estados. Es sólido, líquido y gaseoso. Compite, fluye y disfruta. Posee una fe inquebrantable en que todo va a terminar bien aunque parezca lo contrario. Como en el guion de una película de acción. Pero no de héroes solitarios y taciturnos, sino más del estilo Marvel. Coral, que reparte el protagonismo y la magia. Son tantos sus nombres propios: Herrero, Cordero, Nelson, Manu Molina, Ochoa, Dioni... Los Vengadores de Pellicer, al que le falta un parche en el ojo para ser Nick Furia, reunidos.
El de Nules sigue construyendo el Málaga sobre una tabla de continuidad y meritocracia. Sobre el césped siguieron un buen puñado de titulares que partían a priori con otro cartel. Desde los veteranos del año pasado a los que les habían traído refuerzos en sus puestos hasta los adolescentes que estaban para agitar un poco partidos raros.
El equipo que logró ganar al Huesca y que era casi un calco del que saltó en Córdoba, fue capaz de completar una notable primera mitad en el Nuevo Los Cármenes, un estadio que hace nada visitó para medirse al filial nazarí, un estadio que hace nada recibía a la jet set del fútbol español.
Supo hurgar en las dudas del Granada el entrenador de Nules. Los locales recibieron con pitos a su propio técnico, que aun así apostó por despegar desde la apertura los peones del rey. El Málaga atacó bien la espalda de la zaga. Unas veces por mérito propio y otras por saber pescar en el error.
Le faltó algo de acierto a los malacitanos, en el que casi todos hacen de todo llegado el momento. No tardaron Cordero y Yanis en mandar avisos con sendos disparos. El Málaga era capaz de apropiarse además del balón, con Luismi, Manu Molina y Ochoa leyendo el mapa y sin ningún tipo de complejo a la hora de reiniciar desde Alfonso Herrero.
Estuvieron nuevamente los extremos cerca de descorchar la meta de Marc Martínez. El meta evitó por dos veces un gol del jerezano. El primero de falta directa y el segundo después de un balón exquisito de Ochoa cuyo rechace acabó en córner tras despejar un segundo intento de Rahmani.
El Granada, sin llegar a encontrarse cómodo nunca, sí le gritó al Málaga que estaba en su casa y que tiene poderío en punta. El georgiano Tsitaishvili tuvo un par de ellas, la segunda frustrada por Herrero no sin dificultad.
Al regreso del descanso, el Málaga tuvo una muy clara tras una gran acción de Puga que conectó Yanis y Hongla sacó. A partir de ahí se reactivaron los anfitriones, que acumularon varias llegadas peligrosas, especialmente dos que enganchó Ricard. Y fue sin embargo Neva -al que no siguió el francoargelino- el que inauguró el tanteador con un verdadero golazo tras un centro del mencionado Hongla.
Cuando parecía que el Málaga podía hundirse, nada más lejos de la realidad. Recuperó para desquitarse Rahmani. Dioni condujo y espero el instante preciso para encontrar a Cordero. El jerezano la coló de fuerte disparo cruzado por el palo del portero. Y casi hace el segundo un minuto después.
Los cambios no terminaron de darle algo extra al Málaga pero sí al Granada, aunque sólo fuese por ímpetu y rabia. Jozwiak centró y Corbeanu remató, se metió por medio Nelson para obrar el milagro pero con la mala fortuna de que Uzuni estaba allí para hacer el segundo de rebote.
Pellicer se la jugó en la recta final con Dani Lorenzo y el debutante Chupete, quedándose casi desnudo atrás. Y ahí obtuvo su premio. También porque en el campo estaba Cordero. Una falta directa que Marc envió a córner. Pero el jerezano hizo de las suyas sirviendo al segundo palo un esférico que Nelson introdujo con cabeza y corazón.
Pero el árbitro tenía ganas de marcha y señaló al propio portugués un penalti en un saque de esquina. Una de esas miles de acciones que hay en cada partido. Entonces Alfonso se puso la capa y sacó con el pie su segunda pena máxima del curso, esta vez a Weissman.
El aire ha cambiado en el invicto Málaga, como ese halo de pobrecito al que todo lo que le puede salir mal le sale peor. A ver qué nos trae la escena postcréditos, a ver si todo esto no es un remake de una saga que ya hemos visto antes...
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