Roko Baturina, con todo de cara para redimirse

El delantero cuenta con la confianza del técnico y del público

El deseo de Einar Galilea

Roko Baturina firma autógrafos.
Roko Baturina firma autógrafos. / Javier Albiñana

Al inicio de la temporada, una de las tareas más importantes que tenía por delante Loren Juarros era la de traer a dos delanteros para acompañar a Dioni Villalba como los puntas de lanza de la ofensiva armada por Sergio Pellicer con dos extremos y un segunda punta. El director deportivo se decidió por firmar a Sergio Castel libre y por acometer la cesión de Roko Baturina, procedente del Gil Vicente, que fue el equipo de destino de Kevin Medina durante su préstamo.

Desde el comienzo de la campaña, las dos nuevas incorporaciones sembraron bastantes dudas en la afición, que, con el paso de las jornadas, comenzaba a pedir cada vez más la presencia de Chupete, que ha comenzado el curso con unos números goleadores solo superados por Robert Lewandowski, aunque el atacante croata comenzó con una asistencia al extremo de La Trinidad para que anotase un gran gol por la escuadra en Ferrol.

Tras esto, fue perdiendo poco a poco la confianza de un Sergio Pellicer que prefería apostar por Dioni Villalba y Sergio Castel y llegó a estar hasta cuatro partidos seguidos sin participar durante el mes de octubre y tuvo que recuperar el terreno perdido ante sus compañeros de posición hasta que el mes de diciembre llagase su oportunidad.

Con la disputa de tres partidos en tan solo una semana para finalizar el año y el esfuerzo exigido por el entrenador de Nules a sus puntas en la presión, llegó el momento inevitable de que apareciese de inicio ante el CD Eldense. A pesar de tener reiteradas ocasiones, no llegó a marcar, aunque lo intentó. Lo que sí es cierto es que ya se inventó un chut lejano y potente que se estrelló con la cruceta y no acabó en el fondo de las mallas por centímetros, pero levantó a toda la afición de su asiento y comenzaron a apoyarle en lo que restaba de contienda.

En tierras asturianas, volvió a hacer un intento similar que sí que acabó en gol y, además, adelantaba a los blanquiazules en el luminoso. Un primer paso hacia la redención deportiva que tanto ansia el delantero croata para poder ganar importancia en el plantel entrenado por Sergio Pellicer y conseguir la confianza de directivos y técnicos del Gil Vicente portugués.

Después de todo lo acontecido, llegó el entrenamiento a puertas abiertas del Málaga CF y la hinchada blanquiazul se volcó con él e incluso llegó a corear su nombre al unísono en reiteradas ocasiones y vibraron con sus goles todavía más que con los de muchos de sus compañeros que demostraron una gran puntería de cara a puerta en el terreno de juego de La Rosaleda.

Tras dos titularidades consecutivas con buen desempeño y con el apoyo de una hinchada que lo prefiere sobre Sergio Castel, Roko Baturina tiene todo para darle la vuelta a la situación y toda la segunda vuelta por delante. Esto se debe a que sus últimas actuaciones del año le ponen para Sergio Pellicer por delante del exjugador de la UD Ibiza, que no ha contado ni con minutos ni con protagonismo en los tres últimos duelos desde su mala imagen en La Rosaleda ante la UD Almería, cuando los indálicos empataron en el descuento.

Tanto el punta español como el delantero croata tienen el partido a puerta cerrada contra el Go Ahead Eagles de Países Bajos para poder demostrarle el técnico natural de la localidad de Nules sus capacidades contra un equipo de la zona alta de la tabla clasificatoria de la Eredivisie. Un parón navideño que deja puede ser la antesala de la liberación de un Roko Baturina que, de momento, ya ha recuperado la sonrisa como buen punto de partida.

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