Sedes del Mundial 2030: Málaga y La Rosaleda esperan la oficialidad
Según Marca, es uno de los 11 estadios seleccionados
Prudencia y optimismo en la candidatura malacitana
Las opciones y los inversores
Igual que sucedió en 1982, todo hace indicar que Málaga será una de las sedes españolas para el Mundial 2030. La Rosaleda albergará partidos del torneo futbolístico por excelencia. Según Marca está dentro de los 11 estadios que España presenta para la cita en la que comparte espacio con Marruecos y Portugal, si bien fuentes cercanas a la candidatura malacitana prefieren guardar cautela todavía y esperar la confirmación oficial. Se intentó por todos los medios llegar a 13 o, al menos, a 12, para poder incluir a un par de ciudades más, pero FIFA no transigió.
Ya están confirmados los 11 estadios de nueve ciudades, puesto que las dos capitales más importantes contarán con sendas sedes. Madrid, con el Santiago Bernabéu y el Metropolitano; y Barcelona, con el Camp Nou y Cornellà. Andalucía también tendrá dos focos. Uno, como era previsible, La Cartuja de Sevilla. El otro, tras mucho esfuerzo, La Rosaleda de Málaga. En Euskadi también tendrán dos: Nuevo San Mamés (Bilbao) y Anoeta (San Sebastián). Completan la lista La Romareda (Zaragoza), Riazor (La Coruña) y el Estadio de Gran Canaria (Canarias). Vigo, que pujaba muy fuerte, y Valencia, las últimas opciones en caerse.
Una obra poderosa en Málaga y La Rosaleda
La Rosaleda, como la mayoría de los estadios elegidos, se tiene que someter a una transformación poderosa. Sobre el mismo recinto se expandirá un nuevo coliseo con capacidad para unas 45.000 personas y que se llevará por delante el Anexo y el IES Guadalmedina para empezar. El proyecto, según las últimas estimaciones, se estaba por encima de los 260 millones de euros. Habrá que ver qué acaban decidiendo las administraciones dueñas del mismo (Junta de Andalucía, Diputación de Málaga y Ayuntamiento).
La cuestión es que se pretende llevar esta obra mucho más allá del fútbol y convertir la manzana de La Rosaleda en un lugar donde seguir la expansión del centro y convertirlo en un foco comercial con un hotel de lujo y más servicios. Esta elección afecta a toda la zona, que será sometida a una transformación radical. Para cumplir con lo exigido por FIFA, una parte clave son los accesos, las comunicaciones y, por supuesto, los aparcamientos, que deben llegar a los 5.000. Recientemente desde La Casona se licitó un estudio por 300.000 euros para valorar las posibilidades comerciales y atraer capital privado.
Una de las personas que más han trabajado para que Málaga estuviese entre las seleccionadas ha sido José María Arrabal, secretario para el Deporte de la Junta, que habló en este sentido del proyecto. “El proceso está en un momento decisivo. Es una oportunidad dorada para que Málaga pueda experimentar otro salto, crecimiento. Proyecto muy ilusionante, no solo por el Mundial, también por el día después. Es un proceso que tiene sus vicisitudes, su brega, su dificultad, pero estamos preparados para sortear todos los obstáculos que se puedan ir planteando. El resto de ciudades también los tienen. Se viene trabajando en todos los escenarios desde hace mucho tiempo. Todos están previsto. Desde el más básico, que es la remodelación del estadio en su chasis, podríamos decir, hasta los escenarios más avanzados donde es estadio se convierte en una infraestructura que es un eje de regeneración de la ciudad, con un gran músculo comercial, lo cual sabemos positivamente repercutiría en un menor coste para las administraciones públicas. Málaga tiene toda la capacidad para ofrecer un proyecto del cual estemos orgullosos", argumentaba Arrabal en SER Deportivos.
Con respecto al último estudio licitado por el Ayuntamiento de la capital para estudiar la explotación comercial del estadio y sus aledaños, Arrabal tocó alguna tecla importante: “El Ayuntamiento de Málaga es una administración que hace las cosas muy bien y lo que quiere es aportar todavía más vigor al proyecto. Desde luego, en la medida que seamos capaces de seducir a inversores privados para que ese proyecto no sólo se quede en el chasis sino que vaya más allá, pues más garantía de éxito. Existe interés de inversores privados que preguntan pero creo que este proceso estructurado es una buena fórmula para completar una base que garantizan las instituciones. Creo que eso es un elemento diferencial de Málaga. La capacidad de pensar en grande, de pensar más allá. Si el rol de las instituciones se completa con músculo privado, podríamos llevar el proyecto más lejos. Le daría más potencia. Málaga tiene capacidad para ser una sede de éxito y dejar un legado que dure décadas”.