Las señales de Antoñín

El atacante dejó un gol de bandera en La Romareda, pero se espera la continuidad en esta segunda vuelta

El malagueño se juega mucho de cara a su futuro como jugador

Antoñín conduce ante el Zaragoza. / La Otra Foto

En la situación actual del Málaga, cualquier jugador desequilibrante arriba es extremadamente necesario. Sekou Gassama no le ha entrado por el ojo a Natxo (sólo cuatro minutos), de Pablo Chavarría no hay noticias de una inminente vuelta. Roberto está dando el nivel, pero es un chaval de 19 años. Y Brandon Thomas ha ido menguando su rendimiento. También está por ahí Antoñín, al que hace dos semanas se veía fuera, para ello trabajaban sus agentes. Pero no se fue y en La Romareda metió un gol de mucha calidad, con una arrancada de potencia y una definición no muy ortodoxa pero de calidad.

Son meses importantes para la carrera de Antoñín. Poco antes de la pandemia, su irrupción permitió una venta que fue considerada vital para las depauperadas arcas de Martiricos. Unos meses en ese Granada que se metió en Europa League no convencieron a Diego Martínez. Llegó una cesión al Rayo Vallecano, en la que empezó muy bien (siete goles en la primera vuelta) pero en la que fue dejando de tener protagonismo para Iraola. Ayudó, empero, al ascenso a Primera.

Y esta cesión la veía Antoñín como un reto para reflotar su carrera. Robert Moreno le descartó y el técnico catalán quiere estabilizarse en Granada, ha salvado alguna situación delicada. Esta segunda vuelta es importante para que Antoñín suba sus acciones tras una primera en la que apenas ha dejado destellos.

En La Romareda fue el jugador que más peligro transmitió, gol aparte. Aprovechó ese robo de Roberto para plantarse en tres zancadas ante el meta rival y definir. Dos goles y dos asistencias en casi 1.000 minutos de juego son una cifra pobre para un jugador de su potencial. Está también aún en edad sub 21, con la que jugó en el anterior ciclo, compartiendo césped con Pedri o Brahim. Se cayó de la carrera y está a tiempo de reengancharse al Europeo de 2023.

Son señales de Antoñín, que no desentonó en el naufragio de Miranda y al que Natxo le dio la camiseta de titular en La Romareda, respondiendo con ese tanto. Ha marcado 14 como profesional, seis en Málaga, siete en el Rayo y uno en Granada. Le valieron cuatro en sus primeros meses con continuidad en el Málaga para que llamara la atención del club nazarí, que hizo una inversión superior al millón de euros para atraerle.

Partiendo desde la banda izquierda es como le han empleado José Alberto y ahora Natxo. Sí es verdad que le han demandado más esfuerzo los entrenadores y mejora en la fase defensiva. Sólo en el partido ante el Leganés jugó los 90 minutos completos. También puede jugar en punta, pero no se le ha visto ahí.

Tras su affaire, en el que hubo momentos de tensión y dejó de ir convocado en un par de partidos, es labor de todos reconducir la situación porque ambas partes, Málaga y Antoñín, se necesitan bastante. El club porque no tiene jugadores diferenciales arriba (Kevin ha perdido chispa y Brandon ha perdido peso en el juego). Y Antoñín porque su carrera vive momentos trascendentes y necesita mostrarse en el escaparate. Tiene hasta 2024 de contrato con el Granada, dos años más cuando llegue junio. De momento, el tanto en La Romareda valió un punto y fue también una señal de Antoñín, al que se demanda continuidad

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