El Sporting de Braga gasta 6,2 millones en su último fichaje

Firma al joven central Bright Arrey-Mbi y ya lleva gastados más de 20 kilos en refuerzos

Una odiosa comparación con la venta de Roberto

Loren y el mercado de fichajes

Bright Arrey-Mbi firma con el Sporting de Braga
Bright Arrey-Mbi firma con el Sporting de Braga / SCB

El Sporting de Braga acaba de anunciar el fichaje del joven central alemán Bright Arrey-Mbi por un total de 6,2 millones de euros procedente del Hannover 96, que se guarda un 10% de un futuro traspaso (firma por cinco temporadas y lo blinda con 50 kilos de cláusula de rescisión). Una operación llamativa porque es una cifra importante para tratarse de un defensa y que ahonda un poco más en la herida por la venta de Roberto Fernández al club portugués. Los lusos llevan más de 20 millones empleados este verano. Pagó 3.750.000 por el pivote Thiago Helguera (18 años) a Nacional de Montenvideo; 3,5 millones por el extremo Joao Marques (22) al Estoril Praia; 3,5 también al Guimgamp por el delantero centro Amine El Ouazzani (22); 1,5 por el lateral izquierdo Wdowik (23), del Jagellonia; y 1,2 por Robson Bambu (26), un central de Niza. También incorporó libre a Gabri Martínez del Girona.

Hay que recordar que el Málaga vendió a su delantero estrella, ojito derecho de la afición, por apenas 1,8 millones de euros (posibles bonificaciones al margen) y se guardó también un porcentaje de una futura operación. Para muchos la cantidad se quedó muy corta por el potencial de Roberto, que venía de marcar 20 goles aunque fuese en Primera RFEF. Para muchos no fue un buen trato aunque el de Puente Genil estuviese en último año de contrato.

Escoció especialmente porque además el club comprador es el Sporting de Braga, con quien existe un conflicto desde hace años por el caso de Ricardo Horta, llevado hasta la última frontera de la justicia deportiva. Además, con bastantes declaraciones polémicas del presidente del conjunto portugués durante estos años. El Málaga cree que el caso está ganado y que sólo es cuestión de tiempo, que además corre a su favor en forma de intereses.

Escuece ver la capacidad económica del Braga y que no se pudiera estirar aún más la cantidad de la venta de Roberto, con una cláusula de rescisión desde el 1 de julio que ascendía a 10 millones de euros. El Málaga culpa a su entorno, a su agente, de no querer ni siquiera escuchar la oferta de renovación y presionar para que el destino fuese el Sporting sí o sí. Tampoco gustaron sus formas. La otra parte tiene una versión diferente. Y en mitad de todo el jugador, un futbolista noble y que lo dio todo en el campo por el escudo malacitano, que lleva tatuado en su piel, y que recibió mucho hate durante las pasadas semanas por culpa de una historia mal contada y de una operación mal resuelta.

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