Sporting - Málaga CF: El último baile (18:30)

Sporting de Gijón-Málaga CF (18:30 horas), un duelo con historia que hace demasiado no se produce en el lugar natural de ambos clubes, la Primera División. La travesía del desierto asturiana es aún más larga que la malagueña. Es el duelo que deparó el calendario para el último partido de la primera vuelta y de 2024, un año inolvidable para el malaguismo, en el que se rebotó desde el fango de la Primera RFEFpara volver al fútbol profesional. El dicho de un paso atrás para coger impulso parece que se ha hecho realidad. La inercia, siempre con ese yugo de una situación judicial y accionarial que topa el crecimiento de la entidad, es positiva deportivamente. Parece que hay un modelo claro, un entrenador que lo cree al 100% y una plantilla que lo sigue como al flautista de Hamelín.

El Molinón, ahora con el apellido del mejor jugador de la historia del Sporting, Enrique Castro, Quini, es el termómetro final para un Málaga CF que ha cumplido los mínimos de esta primera vuelta pero que puede mejorar la nota. En esa proyección de 50 puntos en la que se suele situar la salvación, aunque hay experiencias recientes en las que hizo falta más, los de Pellicer, con sus 27, se van a 54. Una victoria en Asturias permitiría al Málaga distanciar el descenso y acercarse a la fase de ascenso, pero, sobre todo, seguir llenando el granero para el futuro. Hay un premio extra que Pellicer prometió a la plantilla, más días de vacaciones navideñas, si se consigue la primera victoria del curso lejos de La Rosaleda.

Viaja el Málaga con 23 jugadores, sólo hay dos ahora fuera de dinámica (Haitam y Dani Lorenzo) y Pellicer tiene que descartar a tres. Moussa, Murillo y un Castel que se ha caído en las últimas semanas, esa expulsión ante el Estepona en la Copa del Rey no gustó y su rendimiento no está siendo óptimo. Roko Baturina y Dioni están por delante, con el croata en esa crisis existencial que sólo el 9 entiende, la del gol que le abandonó. Se recurre en estos casos a la teoría del bote de ketchup de uno de leyenda que vistió la blanquiazul, Ruud van Nistelrooy.

Esa plantilla larga es un arma que puede ser muy poderosa en la segunda vuelta para llegar como un tiro al tramo final, sobre todo con un núcleo importante de jugadores que está debutando en la categoría. Va con las luces largas Pellicer, rotando bastante y descargando minutos aunque siempre haya jerarquías y jugadores troncales. Pero no hay grandes oscilaciones de rendimiento colectivo cuando se intercambian piezas, es una buena señal. En cualquier caso, es básico mantener los pies en el suelo y seguir con la humildad y el esfuerzo por bandera.

El Sporting de Rubén Albes, con el que Pellicer tuvo algún rifirrafe en un Albacete-Málaga CF hace un par de años, ha perdido algo de fuelle en el último mes aunque tiene un conjunto peligroso. Pierde a Dubasín, una pieza clave, por sanción pero tiene jugadores rápidos y peligrosos delante. El Molinón acoge el último baile de 2024, con buenas vibraciones para 2025. Pero mejor irse a las vacaciones con buen sabor de boca.