El timón es propiedad exclusiva de Adrián

Ha pasado de hijo de Míchel, silbado en la grada, a Adrián, el tipo indispensable en la medular. Porque hace su trabajo bien y porque tapa los boquetes que va dejando Rolón cuando le toca actuar a su lado. Marcó el tanto que daba la clasificación y minutos después casi hace el 2-0. Fue el único valor al que aferrarse, una afirmación que vale tanto para anoche como para próximos compromisos.

Fue una noche de rendimientos extraños. Ontiveros y Jony son el fiel reflejo de ello. Ambos horadaron las bandas para permitir un juego muy abierto en la primera mitad y luego se vieron abajo de manera evidente, sobre todo el asturiano, al que le sentó bastante mal reconvertirse en lateral cuando Míchel sustituyó a Álex Robles. Poco se puede achacar a los canteranos; el de Pizarra galopó bien por su banda y hasta centró de manera notable con la zurda, que no es la suya. Lástima para Ían Soler que Ergezabal le ganara la marca en la acción del empate, puesto que hasta entonces se había mostrado como un central sereno y atento.

Juanpi capitalizó las ocasiones... y los fallos, incomprensibles dos de ellos y que costaron caro. Desde el banquillo llegó el ruido de En-Nesyri y la aportación por la banda izquierda de Rolan; la entrada de Mula fue casi testimonial, si bien le permitió jugar muchos partidos después.