Torremolinos-Zamora: Los finales siguen siendo una condena (1-2)
Los malagueños se adelantaron pero encajaron un gol en la recta final de cada mitad
El Marbella sí pasa de ronda
Lo deseaba con todas sus fuerzas el Juventud de Torremolinos, que pretendía rememorar la hazaña de un par de años atrás ante el Huesca. El escalón contra el Zamora, al fin y al cabo, no era tan grande, pese a que los castellanos contaban y cuentan con un núcleo de jugadores expertos y de nivel. Anduvo cerca, sí señor, adelantándose en el marcador y mostrando un mejor fútbol, especialmente en la primera mitad. Pero se dejó remontar con sendos goles en las rectas finales de cada parte (1-2).
La puesta en escena, con El Pozuelo a reventar, fue excelente. Nadie habría dicho que los locales eran los de Segunda RFEF. Sobre todo porque tienen un jugador en el centro del campo que es una delicia. Fran Castillo dio una clase magistral de conducción, visión de juego, último pase... El malagueño sigue acumulando temporadas sin que le abandone la sensación de que está para categorías mayores.
Le faltó matar al Torremolinos, que sin embargo se adelantó en un saque de esquina porque el meta del Zamora hizo una jaimitada y la metió en su propia portería. El 1-0 no era mal premio para irse a la caseta, pero los malagueños se dejaron sorprender en el último suspiro. 1-1 firmado por Campadabal, que todavía tiene 31 años. Quién lo diría.
El Zamora no entró mal en el segundo tiempo pero su ímpetu fue bajando y el Torremolinos volvió a dar un paso adelante, especialmente cuando el balón pasaba por los pies de Castillo, cómo no. Con El Pozuelo creyendo y empujando, con Calderón quemando sus naves, y cuando parecía que el choque se iría a la prórroga, zarpazo letal. Rufo que había entrado en la segunda mitad, firmó el 1-2 y cercenó el sueño del Torremolinos, que esta vez no verá a un Primera en la Copa.
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