La Costa del Sol reclama ayudas para combatir el alga invasora

Los ayuntamientos piden al gobierno soluciones ante los problemas que genera la recogida y el tratamiento del vegetal

Las administraciones lamentan la afectación al sector turístico

Las labores de retirada del alga invasora en la costa benalmadense.
Las labores de retirada del alga invasora en la costa benalmadense. / M. H.
Mª Jesús Serrano

24 de julio 2022 - 06:33

Marbella/Los ayuntamientos de la Costa del Sol enfrentan la temporada turística un año más con la problemática que supone la presencia del alga invasora -la especie asiática Rugulopterix okamurae, que está inscrita en el ‘Catálogo español de especies exóticas invasoras’ del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico-, que implica costes en su retirada y tratamiento y daños en la imagen de los destinos turísticos, por lo que solicitan ayudas.

El primero en dar la voz de alarma esta semana ha sido el Ayuntamiento de Estepona, una localidad en la que se recogen 20 toneladas de algas diarias de este vegetal, por lo que el Consistorio ha tenido que destinar una partida económica adicional para hacer frente a las labores de retirada y tratamiento, que han supuesto en este año un sobrecoste de un millón de euros, según ha destacado el alcalde, José María García Urbano.

De este modo, la Administración local realiza labores de retirada y tratamiento durante todo el año con un servicio que funciona a diario, de lunes a domingo de 23.30 a 10.00 horas, contabilizando desde el pasado mes de enero la recogida de “más de 2.000 toneladas de algas”. Para ello, existe un operativo compuesto por “más de 14 vehículos” que trabajan en los 23 kilómetros de costa de Estepona.

El regidor ha puesto de relieve que los ayuntamientos no van a poder asumir con recursos propios “la erradicación de este problema”, por lo que solicita al Gobierno de la Nación que ponga en marcha un “plan estatal que aborde el problema que supone el alga invasora en las costas de España y que ayude a los municipios en la retirada y tratamiento de este residuo”.

Una máquina acopia los restos del alga asiática en la costa de Estepona.
Una máquina acopia los restos del alga asiática en la costa de Estepona. / M. H.

A esta petición se ha sumado el Ayuntamiento de Marbella, que lleva solicitando al Gobierno central “ayudas” desde hace el pasado año, según ha indicado la directora general de Medio Ambiente y Playas, Victoria Martín Lomeña. La responsable municipal ha detallado que al igual que muchos municipios de la Costa del Sol, el litoral marbellí se aqueja de la presencia de esta especie, llegando “arribazones de este alga a las playas del centro”, principalmente a las de El Faro, La Fontanilla, La Venus, San Ramón y La Bajadilla, así como en San Pedro Alcántara.

Lomeña ha detallado que el Consistorio ha retirado en lo que va de año “50.000 toneladas” de este alga, la cual ha indicado que ha comenzado a aparecer en las costas desde la Semana Santa, por lo que ha calculado que en el mes de junio se retiraron “30.000 toneladas, casi 15.000 en julio y unas 5.000 en mayo”. Sobre el coste, ha estimado que “cada año es cercano a los 400.000 euros por las tasas de vertedero”.

Según ha explicado, el Ayuntamiento ha desplegado un dispositivo para la retirada del vegetal basado en un “sistema de alerta temprana” que opera de 00.00 a 10.00 horas, y está compuesto por maquinaria municipal como “tractores y camiones limpiaplayas” que acopian los residuos fuera de la costa para su “secado” y posterior traslado al “vertedero”.

La directora ha valorado que “el principal problema es que el mar es un elemento vivo”, al tiempo que ha subrayado que la presencia de esta especie “perjudica la imagen” del destino turístico, ya que “la playa no está en perfecto estado”.

El alga invasora es desplazada por las corrientes marinas.
El alga invasora es desplazada por las corrientes marinas. / M. H.

La especie asiática Rugulopterix okamurae también ha recalado en la costa mijeña, donde se ha implementado un ‘plan de choque’ para evitar la proliferación de este vegetal invasor. El concejal de Playas, José Carlos Martín, ha precisado que durante el mes de junio “se han retirado 2.200 toneladas, lo que ha supuesto un coste de 115.000 euros”.

Según el edil, “la retirada de esta especie invasora, el transporte y el canon que pagamos a la planta de reciclaje hace que tengamos esa inversión mensual aproximada”, para lo que en horario nocturno trabajan seis tractores todos los días quitando algas que posteriormente son trasladadas para su utilización en el proceso de compostaje y su uso como biofertilizante. Para evitar su proliferación, el Ayuntamiento se adhirió el pasado año al ‘Foro alga invasora’ con el objetivo de proteger el patrimonio natural y autóctono marino.

La costa de Benalmádena sufre igualmente la presencia de este alga, en la que cada día se retiran de la orilla las algas con “retroexcavadoras” por parte de “la contrata responsable de la limpieza y mantenimiento de playas”, según ha indicado el Ayuntamiento, destacando que “entre el 6 y 7 de julio, que fueron los días de más avalancha”, se recogieron “más de 82 toneladas”.

Desde la Administración local han destacado que la presencia del alga invasora en el litoral benalmadense “está afectando considerablemente porque en cada jornada tenemos que retirar una gran cantidad” del vegetal. Asimismo, han valorado la afectación negativa que suponen estos residuos marinos para “la imagen de un municipio turístico como el nuestro, ya que en plena temporada estival muchos turistas no quieren bañarse por esta elevada presencia de algas”, han recalcado.

Por ello, desde el Consistorio valoran que el alga invasora en las costas “es un problema común a todos los municipios de la Costa del Sol Occidental”, por lo que han asegurado que “durante las últimas reuniones mantenidas en la Mancomunidad de Municipios, se constató la necesidad de establecer alguna medida o recurso extraordinario que contribuyese a paliar” la problemática.

La presencia del vegetal afecta también a las costas de Casares, registrando este municipio desde abril hasta ahora la salida de “más de 80 camiones, a una media de 14.000 kilos” por cada uno y donde en “una semana mala pueden salir unos 22” vehículos de alga, que suponen “más de 300.000 kilos”.

Una manta de algas invade la orilla de Casares.
Una manta de algas invade la orilla de Casares. / M. H.

La concejala de Playas casareña, Noelia Rodríguez, ha señalado que “económicamente es una barbaridad” lo que implica para las arcas municipales la retirada y el tratamiento del vegetal marino, aunque no ha detallado datos concretos puesto que “habría que contabilizar las horas extraordinarias de los trabajadores, el gasoil de la maquina retroescavadora para su retirada en playa y el alquiler de camiones para traslado”.

Rodríguez ha destacado que la recogida del alga “es un trabajo enorme, añadido al que se realiza diariamente para la limpieza de las playas”, al tiempo que ha remarcado que la presencia de la especie invasora “tiene un gran impacto para el turismo”, por lo que desde el Ayuntamiento de Casares “se reivindica al Gobierno un plan de ayudas para la retirada y el tratamiento de este alga”.

En la costa de Manilva hay presencia de las algas invasoras, pero “no en cantidades por ahora preocupantes” y de momento “no se ha convertido en un problema grave”, han indicado desde la Administración local, desde donde han valorado que “todo lo que sea mejorar, erradicar un problema o prevenirlo siempre es bueno”, en relación a la petición de ayuda realizada por otros ayuntamientos.

Sobre el tratamiento y retirada del vegetal marino, han señalado que los operarios municipales son los encargados de acometer estas labores con maquinaria del Consistorio, señalando que “el esfuerzo es casi inútil porque vuelve a aparecer”, pese a que “no son grandes cantidades ni hablamos de toneladas” en el litoral manilveño .

Por el contrario, municipios como Fuengirola o Torremolinos no se ven afectados por el vegetal. La explicación la tiene el director de la Cátedra Ciencias del Litoral Costa del Sol, de la Universidad de Málaga (UMA), Francisco Ignacio Franco, quien ha detallado que la Rugulopterix okamurae esun alga que crece sobre roca, no sobre la arena”, por lo que no puede colonizar zonas “con arenas arenosas”.

De esta forma, en municipios como Fuengirola, Torremolinos o Málaga no se contempla esta problemática, ya que “los fondos son más arenosos”. Ello se debe a que la “estrategia de expansión -del alga- es que se suelta de la roca y las corrientes la llevan hasta otras zonas donde hay rocas” que “las puede colonizar”, ya que “no puede colonizar la arena”.

En el caso de Estepona, el experto ha indicado que “hay fondos rocosos donde el alga se ha reproducido prácticamente en la orilla” - en base a la “estrategia de supervivencia”, que es la “invasión”-, con un mecanismo mediante el cual “se suelta muy fácilmente de la roca y las corrientes la van arrastrando al tener una densidad ligeramente al superior al agua, por lo que va arrastrándose por el fondo marino como si fuera una alfombra de residuo de algas”.

Un camión acopia los residuos del alga en la costa casareña.
Un camión acopia los residuos del alga en la costa casareña. / M. H.

El experto ha explicado que cuando llega el alga a la arena “empieza un proceso de descomposición” al seruna zona muy porosa donde hay mucha humedad y es un cobijo de insectos”, por lo que “afecta la calidad del entorno litoral”. Asimismo, ha relatado que cuando el vegetal se descompone “puede generar una afección al medio marino, la cual es mínima o nula cuando la descomposición del alga ocurre en el agua en una playa”. Mientras, cuando el proceso se produce en un puerto o en una cala “la descomposición produce el consumo del oxígeno del agua y libera ácidos que hacen que el pH de las aguas sea ácido, produciendo una mortandad masiva de peces”.

El vegetal ha llegado a las costas de Almería

El alga asiática Rugulopterix okamurae, inscrita en el ‘Catálogo español de especies exóticas invasoras’ del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha alcanzado las costas de granada y parte de las de Almería, según ha destacado el director de la Cátedra Ciencias del Litoral Costa del Sol, de la Universidad de Málaga (UMA), Francisco Ignacio Franco.

Según ha destacado, “seguramente el alga llegó al Estrecho de Gibraltar en las aguas de los lastreros que vienen de Asia, de China”, donde “encontró un ecosistema debilitado, aprovechó la oportunidad y empezó a crecer en las rocas cercanas a Ceuta” en 2015.

Franco ha señalado que cuando las algas “se desprenden son las corrientes las que las trasladan a otros lugares y colonizan las rocas de otras zonas como ocurrió posteriormente en Cádiz en 2017, y después los residuos pasaron por el Estrecho de Gibraltar y llegaron a la costa de Estepona” en 2018. Más tarde, ha indicado que alcanzó “Marbella, Mijas, Casares y Manilva por este orden y ahora ha llegado también a Granada y a parte de la costa de Almería”, ha precisado.

Los expertos piden una “estrategia” para frenar la invasiónEl vegetal ha llegado a las costas de Almería

El director de la Cátedra Ciencias del Litoral Costa del Sol, de la Universidad de Málaga (UMA), Francisco Ignacio Franco, ha solicitado desarrollar “estrategias” para frenar la invasión en las costas mediterráneas del alga asiática Rugulopterix okamurae, que está inscrita en el ‘Catálogo español de especies exóticas invasoras’ del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico desde marzo de 2020.

Así, el experto ha valorado que a partir de su catalogación como especie invasora, “deben de empezar a tomarse actuaciones para que la invasión no avance más de la cuenta y hay que proteger los fondos marinos que hay en el levante español y en el Mediterráneo”.

Franco ha asegurado que a día de hoy, “no hay ninguna estrategia que permita frenar el alga, salvo la natural”. En este sentido, ha explicado que “en toda invasión hay una primera etapa en la que el ataque es muy agresivo”, algo que “ha ocurrido desde 2016 hasta la actualidad”. Durante este período, ha señalado que “la especie ha desplazado prácticamente al resto de las algas de las rocas”, lo que ha provocado “modificaciones en el ecosistema porque este alga tiene un sabor muy amargo y los bancos de peces al no poder alimentarse de ella se desplazan hacia otros lugares”. Posteriormente, “hay una fase de recesión en la que la invasión se frena y las algas autóctonas pueden recuperar su espacio”, un proceso que se observa “en algunos lugares de Estepona”.

Franco ha apuntado que actualmente “no hay una estrategia clara que permita la erradicación del alga invasora sin que afecte al ecosistema marino”, por lo que “no se pueden tomar medidas alegremente”. “Lo que sí podemos hacer es establecer estrategias para evitar que una vez que el alga se arranca de la roca llegue como un residuo arrastrado por las corrientes y la marea a la arena”, ha agregado.

En este punto, ha destacado que “esa recogida selectiva del alga antes de que se deposite en la arena o sobre las rocas que están en la orilla del mar, podría frenar en gran medida el avance que está teniendo el alga invasora en las costas de Andalucía”.

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