Crimen de Natalia, la mujer decapitada en Marbella: Submarinistas buscan, por segundo día, restos del cadáver
Especialistas de la Guardia Civil tratan de localizar la cabeza y las manos de la víctima
Su expareja confiesa que la mató y el ADN lo confirma
Málaga/El mar sacó el cuerpo de Natalia, arrojado al agua por su expareja -autor confeso del crimen-, a la playa de Las Cañas, en Marbella, "sin cabeza, sin manos y abierto en canal". Por ello, miembros del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil de Málaga realizan ahora búsquedas para localizar los restos del cadáver.
Por segundo día consecutivo, los especialistas se han sumergido en las aguas de la costa marbellí, pues Leonel, que ya ingresó este jueves en prisión, indicó en su confesión a los agentes de la Policía Nacional que había arrojado también al mar la cabeza y las manos de la que fuera durante cinco meses su pareja sentimental.
La investigación, llevada a cabo por agentes adscritos a la Brigada Local de Policía Judicial de la Comisaría de Marbella, se inició el pasado domingo a partir de la denuncia interpuesta en dependencias policiales, por parte de unos familiares, en relación a la desaparición de una mujer de 46 años, de nacionalidad colombiana y víctima de violencia de género.
En la denuncia, la familia de la desaparecida expuso que ésta había recibido amenazas –vía telefónica– días atrás por su ex pareja sentimental, Leonel, que habría quebrantando las medidas cautelares dictadas por la autoridad judicial, tras su detención a mediados de diciembre por malos tratos.
El mismo día de la denuncia de desaparición de la mujer, un cadáver decapitado fue avistado flotando en el agua de la playa de Las Cañas, en Marbella, a la altura del restaurante Club 200, entre los núcleo de Cabopino y Elvira, en el este de la localidad.
La madrugada del lunes, los agentes establecieron un dispositivo tendente a localizar a la expareja de la mujer. Tan solo unas horas después, a primera hora de la mañana, detuvieron a la expareja de Natalia, también de nacionalidad colombiana, por su presunta implicación, inicialmente, en un delito de quebrantamiento de condena.
Este jueves estaba previsto que el individuo declarase ante el juez. Pero, antes de hacerlo, confesó. Él mismo la mató, la descuartizó y luego la arrojó al mar, reconoció en dependencias policiales ante las evidencias que le incriminaban directamente en la desaparición de la mujer.
Horas más tardes, los resultados de los análisis de ADN, llevados a cabo en los laboratorios de criminalística de la Guardia Civil, confirmaron que el cadáver hallado en el agua correspondíacon el de la mujer desaparecida el pasado fin de semana.
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