Denuncian la pérdida de la fisioterapia para menores con diversidad funcional en el colegio Juan Ramón Jiménez de Marbella
Un total de 10 familias son beneficiarias de este servicio, por lo que piden una "solución urgente"
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Marbella/Varias familias del Centro de Educación Infantil y Primaria (CEIP) Juan Ramón Jiménez de Marbella han denunciado este martes la pérdida del servicio de fisioterapia escolar destinado a menores con diversidad funcional, con el que se atiende en la actualidad a 10 escolares y de los que al menos 5 son grandes dependientes al tener un grado de dependencia superior al 90%, por lo que piden “una solución urgente e inmediata”.
La secretaria de la Asociación de Padres y Madres de Alumno (AMPA) Platero, Antonia Cerván, ha explicado que la fisioterapia escolar se dejará de prestar en el centro educativo a partir del próximo viernes, 10 de marzo, debido a que “la persona que realiza el servicio se jubila y con su jubilación se extingue la plaza en el centro”.
“Dentro de tres días, nuestros hijos e hijas van a dejar de tener este servicio fundamental para su desarrollo y progreso, que lejos de ser un lujo, la fisioterapia es una necesidad en niños y niñas de las características de los nuestros”, ha señalado Cerván, quien destacado las ventajas que aporta el mismo en el día a día de los escolares.
Así, ha destacado que el servicio de fisioterapia escolar mejora “la psicomotricidad, retrasa las atrofias musculares, ayuda a la mejora del servicio respiratorio y digestivo, a la evolución del aparato motor, al refuerzo del equilibrio y la coordinación” de los menores con necesidades especiales, lo que se traduce en “ganar en calidad de vida”.
La representante del AMPA ha lamentado que desde el próximo lunes, 13 de marzo, los menores “ya no van a recibir su tratamiento en el colegio, el espacio de aprendizaje e integración en el que más horas pasan a lo largo de la semana”, por lo que ha valorado que desde el “ámbito público” debe garantizarse la calidad de vida de estos escolares.
Al mismo tiempo, ha lamentado que desde la Administración autonómica las únicas alternativas que dan a los progenitores son “sacarlos del centro o acudir a profesionales privados”, algo que los padres presentes en la denuncia pública han considerado “inviable”.
Por ello, ha recalcado que tanto las familias afectadas como la comunidad educativa exigen a la Junta de Andalucía “una solución urgente e inmediata porque el servicio y la plaza podrán extinguirse, pero nuestros hijos e hijas no”. En la actualidad se trata en el centro a 10 menores con necesidades diversidad funcional que son beneficiarios de la fisioterpia escolar, de los que al menos el 50% son grandes dependientes al tener un grado de dependencia superior al 90%.
Cerván ha recordado que el CEIP Juan Ramón Jiménez de Marbella ofrece este servicio complementario al educativo desde su nacimiento como Residencia de Educación Especial en el año 1980, transformándose posteriormente en un Centro de Educación Infantil y Primaria hasta la actualidad, y existiendo en la actualidad sólo “dos centros en la provincia de Málaga” con fisioterapia escolar como son el CEIP La Axarquía de Vélez Málaga y el marbellí.
Por su parte, desde la Delegación territorial de Desarrollo Educativo y Formación Profesional de la Junta en Málaga han manifestado que el motivo de la pérdida del servicio es que el profesional “se ha jubilado”, al tiempo que han asegurado que “se están estudiando todas las posibilidades” para “poder atender” a estos menores, por lo que “está en estudio si se extingue o no”.
Los padres demandan continuar con un modelo educativo integrador
Las familias con hijos con diversidad funcional afetadas por la pérdida del servicio de fisioeria escolar del Centro de Educación Infantil y Primaria (CEIP) Juan Ramón Jiménez de Marbella han demandado continuar con un modelo basado en la integración social de estos menores, y no desplazar a centros de educación especial, según ha manifestado la secretaria de la Asociación de Padres y Madres de Alumno (AMPA) Platero, Antonia Cerván.
La rerpesentante educativa ha señalado que tras anunciar la Junta de Andalucía que "la plaza se quitaba del colegio” por la jubilación del profesional que ha venido ejerciendo esta actividad, la única alternativa que ha dado la Administración autonómica es ir "a un colegio espcífico de Málaga" (Sanat Rosa de Lima) u otro de Estepona, valoradno que estos centros "no deben de existir porque los niños tienen que estar integrados en los colegios normales".
De la misma opinión es Virginia Velasco, quien ha destacado que “le robas la normalización de vida a estos niños” al obligarlos a tener que acudir a un colegio especializado, porque “tienen derecho a una educación como todos los demás, a relacionarse con otros niños y a ser niños”. Por ello ha valorado que “además de mermar su salud, lo que hace es robarles su infancia”.
Silvana Macías ha destacado que su hijo, con “atrofia muscular espinal”, debería de “recibir fisioterapia a diario” al estar en el colegio 8 horas, al que acude a diario desde Istán, subrayando que de sus cuidados “depende su vida” al tener una “enfermedad degenerativa”. “Pido que a mi hijo lo tengan en el colegio como está en mi casa”, ha replicado esta madre, quien ha remarcado que “los niños tienen derecho a estar en un colegio y la sociedad lo necesita para saber que hay humanidad”.
De este modo, ha valorado que “es un crimen tener a un niño como mi hijo en un colegio sin los materiales necesarios, tanto de recursos humanos como materiales, porque prevalece su vida”, al tiempo que ha manifestado estar “indignada como madre” ya que “los niños espaciales tienen que están con los ordinarios, tienen que verlos, una sonrisa y hace al ser humano ser más humano”.
Lourdes Ruiz tiene un hijo de 11 años con diversidad funcional y una “discapacidad del 97%” tras padecer a los dos años una “meningitis”, por lo que no tiene movilidad o no habla”, un motivo por el que ha relatado que “necesita que lo muevan, que le hagan estiramientos de los músculos”, además de no poder estar “todas las horas en el colegio porque tiene que dormir porque tiene epilepsia” y necesita logopeda y fisioterapia.
Jenny Moetefindt tiene un hijo con síndrome de down de 5 años que además padece la enfermedad denominada “horschsprung” y “atresia de esófago”, por lo que “necesita mucha ayuda con su cuerpo como la fisioterapia para tener una mejor calidad de vida y no terminar en el hospital”. De esta forma, ha relatado que el pequeño necesita el servicio “por su postura”, asegurando que si no lo recibe “quizás lo tenga que quitar del colegio”.
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