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Marbella/El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Málaga ha dado la razón a la actual explotadora del hotel de 5 estrellas Guadalpín Banús de Marbella, la compañía Grisoma hotelera S. L., que podrá explotar las fincas que componen el establecimiento. Deberán ser destinadas de manera unitaria al uso hotelero, incluidas las cocinas y las terrazas que fueron cerradas en verano para el desarrollo de la actividad, según ha informado este miércoles el propio hotel.
Así, el tribunal zanja un conflicto que ha durado años y que ha puesto en jaque la estabilidad económica de 200 familias que forman la plantilla del complejo hotelero, al producirse el pasado mes de julio el lanzamiento de las cocinas, las terrazas y otras zonas comunes que ha impedido dar el servicio de restauración con normalidad, y que deriva de una demanda interpuesta por uno de los múltiples propietarios, la empresa SPV Spain Project 17 SLU.
En el auto fechado el 10 de octubre de 2023, la magistrada da la razón a la actual explotadora del hotel Guadalpín Banús, Grisoma hotelera S. L., al argumentar que en la escritura pública inscrita en el Registro de la Propiedad el 14 de diciembre de 2014 ya “se hace constar que las fincas registrales que componen el citado complejo hotelero están sujetas al régimen de explotación hotelera”.
Además, el documento recalca que en el título constitutivo de división horizontal se establece “de forma clara y sin lugar a dudas el uso hotelero de las fincas que componen el edificio” y, prosigue, en los Estatutos de la Comunidad de Propietarios, que en los artículos 10 y 28 refleja la obligación de éstos de “ceder los apartamentos y locales para la explotación hotelera”, según han informado desde la organización.
Todos estos argumentos han sido tenidos en cuenta por la jueza, resaltando en el auto el hecho de que todos los adquirentes “conocían el destino de las fincas al uso hotelero, incluidos los terceros SPV Spain Project 17 SLU y Caja Rural de Granada SCC”.
De este modo, la empresa explotadora del complejo hotelero no entiende que tanto SPV SPAIN como la Caja Rural de Granada “ignoren” este hecho, llevando a cabo acciones como el cierre de las habitaciones y espacios de tránsito del hotel, afectando gravemente a las instalaciones, como la cocina, rompiendo parte del mobiliario y repercutiendo negativamente en el servicio que presta a los clientes, como denuncia Grisoma, han valorado.
De la misma forma, destacan que la jueza cita el artículo 41 de la Ley de Turismo de Andalucía de 23 de diciembre de 2011 para hacer hincapié en que los establecimientos inscritos en el Registro de Turismo de la Junta “serán gestionados bajo el principio de unidad de explotación, correspondiéndole su administración a una única persona titular, sobre la que recae la responsabilidad administrativa derivada de su funcionamiento”. Además, las instalaciones inscritas en el mencionado registro deben ser destinadas únicamente para explotación turística.
En cuanto a la normativa que hace referencia al régimen de propiedad horizontal o figuras afines, como es el caso del Guadalpín Banús, en el artículo 42 se reconoce el hecho de que deben estar sometidos en todo caso “al cumplimiento del principio de unidad de explotación conforme a lo expresado en el artículo anterior (41)”.
En el auto queda claro que en caso de SPV y Caja Rural de Granada conocían a través del Registro de la Propiedad, “la división horizontal de las fincas registrales adjudicadas en los distintos procedimientos de Ejecución Hipotecaria, y su destino unitario a un uso hotelero”.
En este apartado recalca que cada uno de los propietarios “se comprometerá a que el inmueble en su conjunto, incluyendo las zonas comunes y todas las unidades de alojamiento, sea gestionado por una única empresa explotadora, mediante la suscripción del correspondiente contrato cuya vigencia no será inferior a diez años”.
En resumen, tanto SPV Spain Project como Caja Rural de Granada “conocían la división horizontal de las fincas registrales adjudicadas en los distintos procedimientos de Ejecución Hipotecaria, y su destino unitario a un uso hotelero”. Como consecuencia de lo anterior, la resolución judicial concluye que deben permitir el acceso a todas las fincas de las que son propietarios en el complejo hotelero Guadalpín Banús para su explotación hotelera, sin que puedan “obstaculizar, limitar o impedir el desarrollo de la actividad del hotel”, recalca.
En el mismo documento, la jueza añade que las cantidades a abonar por parte de Grisoma a los SPV y Cajar Rural de Granada por la explotación de sus propiedades será consensuada por las partes y, en caso de no existir acuerdo, serán un perito de Ahecos, junto con un técnico de la delegación en Málaga de la Consejería de Turismo, los encargados de fijar dicha cantidad, teniendo en cuenta las características del mercado y el tipo de complejo hotelero.
Cerca de 200 familias que forman parte de la plantilla llevan viviendo años en la incertidumbre, viendo peligrar sus puestos de trabajo. “Los empleados sólo queremos seguir trabajando, conservar nuestro puesto y si no se sientan a negociar, a dialogar de verdad, peligra el sustento de nuestras familias”, ha argumentado Jaqueline Lagarcha, portavoz de la plantilla del hotel Guadalpín.
El impedimento del uso de las instalaciones del complejo suponía que, a corto plazo, la empresa explotadora tuviera que prescindir de personal, en la mayoría de los casos, trabajadores con una antigüedad de entre 15 y 18 años. “Llevo desde 2005 en el hotel, y como yo, muchos de mis compañeros, casi todos fijos. La empresa que gestiona el hotel nos ha proporcionado esa estabilidad que ahora está en peligro”, ha añadido.
La plantilla se refuerza en temporada alta, alcanzando los 200 trabajadores. “Grisoma es la empresa que gestiona el hotel y fue escogida por la comunidad de propietarios. Cumple con todos los proveedores y su intención en mantener la actividad del hotel, que vuelva a ser el referente en la Costa del Sol. El futuro del hotel es nuestro futuro”, apostilla.
El hotel Guadalpín de Puerto Banús de Marbella es uno de los complejos turísticos referentes de la Costa del Sol y de Andalucía. A lo largo de su historia, ha sorteado numerosos contratiempos. “Desde 2009 estamos luchando y seguiremos luchando; pese a todo, siempre se ha mantenido abierto y hemos pasado muchas crisis económicas y durante la pandemia. Si sigue estando en buenas condiciones es porque los trabajadores nunca nos hemos rendido y lo hemos cuidado”, concluye.
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