Ahora o nunca, en defensa del patrimonio de Marbella

Hay cuestiones que ocurren sin aparente importancia, unos pocos protestan, la gran mayoría no le dan importancia, el equipo de gobierno cierra los ojos y piensa que el ruido pasará en unos días, pero que sin embargo se acaban convirtiendo en momentos críticos en el devenir de las ciudades, puntos de inflexión que ocurren de vez en cuando y que no tienen vuelta atrás. Trenes que pasan y que acaban definiendo como va a ser Marbella en el futuro.

Porque las ciudades construyen su identidad, su forma de ser a partir de su historia, sus relatos, sus retazos culturales y de vez en cuando aparecen esos trocitos de historia que hay que poner en valor, cuidar, restaurar y legar al futuro. 

Porque con esas pequeñas joyas recordamos nuestros orígenes, cómo la historia marco nuestra ciudad y porque hemos llegado hasta aquí. Espacios que se convierten en activos imprescindibles para el desarrollo cultural y económico de Marbella. Porque no hay otros, porque lo que ocurrió allí, pasó específicamente allí y, por tanto, una vez que pasa esta oportunidad pasa para siempre.

Marbella carece de espacios museísticos que muestren su historia, su patrimonio arqueológico y, por tanto, poco que mostrar del cómo somos a los que vienen de fuera o a los que construyen nuestro futuro, los niños y jóvenes de la ciudad. En ese sentido, sería muy importante que el gobierno de la ciudad mostrara sensibilidad y determinación en proteger el patrimonio de Marbella, vamos, si es que quiere a nuestra ciudad, porque con estas actitudes, mirar hacia otro lado, lo que muestra es una profunda falta de respeto a Marbella.

De verdad, ¿Pueden defender la necesidad de construir aparamentos turísticos justo en el Castillo de Marbella, justo en la Casa del Gobernador, siendo Marbella la cuarta ciudad de España con más establecimientos de estas características con casi 7000 apartamentos?

Si lo desconocen, porque espero que lo desconozcan, eso los hace ignorantes, pero no insensibles. Ese inmueble recibió al único Rey de España, Felipe IV junto con Fernando El Católico, que se alojó en Marbella en nuestra historia, en esa casa nació el único presidente del Gobierno nacido en Marbella, no es una casa cualquiera, su historia es única. No se encuentra en mal estado. Está dentro del Castillo que es Bien de Interés Cultural y linda por el oeste y el norte con las murallas de la fortaleza.

Simplemente es inaceptable que se destruya ese patrimonio, que se hurte a futuras generaciones ese trozo de la historia de Marbella. Que no se aproveche para recorrer ese camino en sentido contrario, precisamente para crear un espacio que reconstruya, ordene y muestre la historia de Marbella. 

Por eso, le pido a la alcaldesa de Marbella que se informe, ella ha manifestado, increíblemente, que desconoce el asunto, y que con la información adecuada tome las decisiones correctas. Esta fuera de cualquier razón practica que el Castillo, verdadero corazón y lugar de origen de Marbella, pueda ser tratado con semejante frivolidad.

Y como decía al principio, es ahora o nunca, o ahora apuesta por el patrimonio y la historia de Marbella o ahora destruye una parte de ésta. Tan simple y tan trágico como esto.