César Lucas, el fotógrafo que hizo de Marbella su segundo hogar

Retrató a Marisol en el primer desnudo de la Transición, fotografíó al Che Guevara en Madrid y a las estrellas de Hollywood

César Lucas en una exposición de fotos de Marisol.
César Lucas en una exposición de fotos de Marisol.

La imagen del Che Guevara con el Arco de la Victoria –el monumento franquista que se erigió para celebrar la victoria del ejército de los golpistas sobre la República– a sus espaldas, la retrató un joven de 18 años que ha hecho de Marbella su segundo hogar. La foto del guerrillero y uno de los ideólogos de la revolución cubana, viajero en tránsito por Madrid en junio de 1959, es posiblemente la más conocida de César Lucas.

El Che Guevara en Madrid en 1959.
El Che Guevara en Madrid en 1959. / César Lucas

Menos de veinte horas duraría su estancia, en un viaje que llevaba de La Habana a El Cairo al médico argentino y comandante comunista.

–Desde la embajada cubana en Madrid habían alertado a un redactor del diario Pueblo, que el Che –al que ya había entrevistado en Sierra Maestra– estaría unas horas de paso por Madrid. El Che llegó un sábado a las ocho de la noche y cogía otro avión el domingo a las tres de la tarde. Fuimos a recogerlo al aeropuerto, acompañados por dos funcionarios de la embajada cubana para llevarlo al hotel donde se hospedaría en la Plaza de España. Quería comprar una máquina de escribir y varios libros pero al día siguiente, domingo, estaría todo cerrado. Conseguimos que el dueño de Galerías Preciados, Pepín Fernández, abriera con su hijo la tienda para él. También quería visitar una plaza de toros. A través del hermano de Luis Miguel Dominguín, pudimos organizar para que viera el coso de Vista Alegre. El domingo temprano fuimos a la Ciudad Universitaria donde hice la foto del Che con el arco de Franco. El periódico publicó una notita. Fue en 1968, en una exposición de noticias del Museo de Madrid, cuando se exhibió la foto del Che. Me llamaron de Barcelona preguntando si la había hecho mi padre. No pensaban que alguien tan joven la hubiese hecho nueve años atrás, cuando entonces llevaba ya un año haciendo fotografías. En Almería, en otra muestra, se presentó por primera vez el pegado de todas las fotos.

–¡Mira!, si esos parecen barbudos cubanos, murmuraban algunos viandantes que nos cruzábamos en la Gran Vía, al ver al Che escoltado por dos militares, también vestidos con el traje verde oliva de fajina.

–A las diez de la mañana los bares de la zona estaban con las mesas a reventar, nos acodamos en la barra. Una camarera, que me vio hacerle fotos, lo identificó y me pidió que le hiciera una con él. Le pregunté, accedió, ella se arrimó al Che y les hice la foto. También estuvimos por el Palacio Real. Yo había hablado muy poco con él, estaba a cierta distancia haciendo las fotos mientras conversaba con el periodista. Al despedirnos me preguntó si fumaba, abrió la chaqueta y me dio tres puros. Me fui en busca de un taxi y me interceptaron dos tíos que se identificaron como policías. Yo estaba temblando, me preguntaron de qué habíamos hablado. Acojonado, le dije que de nada.

–Chaval, no nos engañes de qué habéis hablado, insistieron hasta que me dejaron seguir. No sabía de dónde salieron. Nos habían seguido todo el trayecto.

La primera vez que vio un laboratorio de revelado fue como un número de magia, al observar el papel que se convertía en una fotografía.

–Desde los 15 años me aficioné a la fotografía, a los 17 ya trabajaba en la agencia de noticias Europa Press. Para mí ha sido un privilegio, desde que empecé hasta que me jubilé en 2009, fueron 51 años en los que no he parado en ningún momento. Ahora sigo haciendo fotografías con el móvil, mi mayor motivación es que a la gente le guste lo que hago.

Manifestación de vecinos en 1976.
Manifestación de vecinos en 1976. / César Lucas

El diario Pueblo fue una escuela para muchos periodistas, una cantera extraordinaria, una lección de periodismo que impulsaba Emilio Romero, no tanto Europa Press, en la que estuve tres años.

Los toreros eran figuras importantes. Paco Camino y El Cordobés, en la temporada de 1964 arrasaban. En 1965 toreaban en Aranjuez, voy a la plaza y veo a El Cordobés con mala cara. En un momento los veo a los dos discutiendo. Era el último toro de El Cordobés, que encabronado, mata mal. Camino sale de al lado de la barrera, salta al ruedo y terminan los dos a puñetazos. Por la noche me llaman de la revista Sábado Gráfico, que están interesados en las fotos y me ofrecen pagarme el doble si no las envío al periódico. Les digo que no, que primero las mando a mi periódico. El domingo les llevo las fotos y el martes me llaman cabreados del diario. El director quería hablar conmigo porque se publicaron ese día en una edición adelantada del semanario. No volví más al diario Pueblo, lo dejé.

Entonces con un italiano, Settimio Garritano, fundamos la agencia de fotografías Cosmo Press, dedicada al reportaje de personajes populares españoles y destinado a revistas extranjeras hasta 1976.

A través del responsable de publicidad de los estudios cinematográficos americanos, Enrique Herrero, se adentró en las fotografías de las estrellas de cine.

–Coincidió con una época en que España era un plató de cine de producciones extranjeras con estrellas internacionales. El noventa por ciento de los trabajos eran en Almería, donde Clint Eastwood había hecho tres películas. Un día era una y al siguiente otra y así muchas, se vivía Hollywood, era un momento extraordinario.

Pasó cerca de dos meses junto a John Lennon, durante el rodaje en Almería de Cómo gané la guerra, con quien celebró su cumpleaños.

John Lennon, en Almería.
John Lennon, en Almería. / César Lucas

–Para festejarlo vinieron la primera mujer de Lennon, Cynthia Powell, y Ringo Star. John Lennon tenía un objetivo ojo de pez, me lo dejó y le hice unas fotos que dieron la vuelta al mundo.

Retrató a Clint Eastwood en Los violentos de Kelly, mientras le apuntaba con una pistola. Durante más de diez años César Lucas estuvo fotografiando los días de rodaje de las estrellas del cine americano y europeo, como Sofía Loren o Brigitte Bardot.

Clint Eastwood.
Clint Eastwood. / César Lucas

–Con Marisol mantenía una muy buena relación de más de una década. Nos conocíamos bien, al menos una vez al mes le hacía fotos para las revistas. En una ocasión su marido Carlos Goyanes, en una finca de Madrid, me propuso que le hiciera unas fotos en la que apareciera desnuda, para un proyecto de discos y películas. Marisol era un mito, yo estaba temblando. Le hice las fotos y me quedé con los originales, los guardé sin pensar en publicarlas.

Años después, en una sesión de fotografía para una revista me dijo que no quería fotos en exteriores porque estaba embarazada y que iba a desaparecer durante algún tiempo. Conseguí su compromiso de que me avisaría dónde se encontraba para poder fotografiarla cuando diera a luz. A finales de 1974, yo estaba con Julio Iglesias en Venezuela, ella me llama y me dice que está en Mar del Plata, Argentina. Voy para allá y su pareja, que era Antonio Gades, me dice:

–No soy como Raphael, que se hace fotos con sus hijos, no vas a sacar nada. No volví a verlos.

En 1976, ya en democracia, Antonio Asensio se entera de que tengo esas fotos y me propone publicarlas en la revista Interviú. Las fotos se habían hecho cinco años ante de la muerte de Franco y entonces no se podían publicar. Fue un pelotazo, la revista imprimió tres ediciones. Los quiosqueros llamaban para pedir más revistas una vez agotadas. La Fiscalía denunció a la revista y a mí por atentado a la moral. Me pedían nueve años de prisión y quinientas mil pesetas de multa.

Un año y pico después tendría lugar el juicio.

–Una semana antes, me encuentro a Marisol que estaba en una cena del Partido Comunista en Madrid y me dice:

–Sé que tienes problemas con mis fotos, si puedo ayudarte cuenta conmigo.

–Es una denuncia de la Fiscalía y no puedes hacer nada, le dije. Me dio un abrazo y dos besos, me emocionó.

En el juicio fui absuelto. Cuando terminó, uno de los jueces se acercó a mi abogado y le dijo:

¿Me puede conseguir una revista?, que está agotada y quiero tenerla.

Con la llegada de la democracia, en 1976 le propusieron participar en el proyecto de un nuevo periódico que daría valor a la fotografía, César sería el jefe de Fotografía de El País y tendría la misma categoría que el jefe de la sección de Economía, Política o Deportes.

–Tenía el poder de elegir el mejor fotógrafo para cada ocasión y decidir la foto más apropiada para publicar. Muchos fotógrafos están agradecidos de que se valore su trabajo y me llamaban maestro.

Julio Iglesias descansando en un avión.
Julio Iglesias descansando en un avión. / César Lucas

Ese año Julio Iglesias fichó por la cadena de televisión NBC por una cifra extraordinaria para distribuir su música y promocionarlo en Estados Unidos. Entonces le propuso ir con él a Miami para ser su fotógrafo.

–Vas a llevar mi imagen a cambio de mucho dinero. Vas a tener todo lo que quieras, me dijo.

Nos conocíamos bien, habíamos hecho muchos viajes por América y veía a sus seguidores y todo lo que se publicaba. Te agradezco la propuesta pero estoy comprometido con el proyecto de un nuevo periódico en un periodo de libertad y tengo puesta mucha ilusión, le contesté.

–Pero te has vuelto gilipollas, vas a decir que no a todo el dinero que puedes ganar y a todas las tías que te puedas tirar por ser empleado de un periódico. Algún día te arrepentirás.

–Tiempo después, en la televisión hicieron un documental acerca de su vida, en el que intervine. Julio me llamó para agradecerme lo bien que había hablado de él. Nos volvimos a ver y me invitó a su casa en Miami.

Carmen Sevilla.
Carmen Sevilla. / César Lucas

Para muchos César Lucas ha sido el padre de los fotógrafos de la Transición, periodo que retrató de una forma poética, contundente y veraz.

–La foto de un niño con el puño en alto, tomada en una manifestación y publicada el 23 de junio de 1976, fue muy mediática. Ha sido luego cartel de exposiciones de la Transición. Era la manifestación de una asociación de vecinos. Tres días después de su publicación pasó por el periódico un ministro, que enseñando la foto dijo:

–Qué queréis ahora, que España vaya a ser comunista.

Recuerdo a Adolfo Suárez, presidente del Gobierno, dialogando normalmente con Felipe González, que estaba en la oposición. Una imagen así, hoy es imposible.

A finales de los setenta, en un viaje al Líbano de Yasir Arafat, estaba en Beirut, no me manejaba en las situaciones de conflictos. Me encontraba haciendo fotos, salieron dos tipos de un portal y uno me apuntó con una pistola, solté la cámara, me habló en árabe y me subieron a un piso. Estaba acojonado, me llevaron ante un americano que me preguntó en inglés qué hacía allí, fotos a las calles y a los carteles, le respondí. Entendió que no era un espía y me dijo que me fuera.

–Cuando me ofrecieron el puesto de jefe de Fotografía de Interviú me fui del diario a las publicaciones de Asensio hasta que me jubilé. Ahí hice más de 120 portadas de desnudos.

Lola Flores y Lolita.
Lola Flores y Lolita. / César Lucas

No era un trabajo de paparazzi, se respetaba, la única forma de ganarte la confianza es siendo respetuoso. Cuando una modelo se cambiaba de ropa, ponía la cámara en el suelo, cuando guardas el respeto se sienten más relajadas. Luego he hecho fotografía de viajes y de moda.

César Lucas nació en un pueblo de Ávila, aunque en Andalucía se siente más cómodo con la gente y su comida. Está casado con María del Carmen Abreu, que ha sido Miss Madrid y primera dama de honor de Miss España .

–Aquí paso buena parte de mi vida y tengo mi segunda casa. A mi pueblo no he vuelto, desde los cinco años he vivido en Madrid. Íbamos al pueblo de vacaciones, con el tiempo los abuelos, los padres, los tíos van desapareciendo, ya no tengo a nadie. Había un bar que ya no existe, hoy solo quedan ochenta o noventa vecinos.

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