Condenan a 19 años de cárcel al hombre que mutiló y arrojó el cuerpo de Natalia al mar en Marbella

La sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Málaga ordena que el procesado indemnice a los hijos de la víctima con 100.000 euros

El acusado de asesinar a Natalia reconoce que la mutiló y arrojó su cuerpo al mar en Marbella

El autor confeso del crimen de Natalia, sentado en el banquillo de los acusados. / M. J. D. A.

La Audiencia de Málaga ya ha dictado sentencia por el crimen de Natalia M., cuyo cadáver fue descubierto en aguas de Marbella, abierto en canal, sin cabeza ni manos. De acuerdo con el veredicto de culpabilidad emitido por un jurado popular, la Sala ha condenado a Leonel H., una antigua pareja de la víctima que reconoció su autoría en los hechos, a 19 años de prisión por su responsabilidad en un delito de asesinato consumado -con agravantes de parentesco y de género y atenuante de confesión- y medio año más de cárcel por quebrantamiento de condena. Además, deberá indemnizar a sus hijos con 100.000 euros.

De esta manera, para la Sala queda probado que el 8 de enero de 2023 el condenado le pidió a un compañero de trabajo que le llevara a las inmediaciones de un centro de Testigos de Jehová. Natalia, con la que mantuvo una relación sentimental durante siete meses aproximadamente, acudía a este lugar cada domingo. El amigo de Leonel H. accedió y lo acercó. Sobre las 12:30, se encontraron y entablaron una conversación amistosa. Ella decidió acompañarlo a la playa y ambos se trasladaron en la furgoneta conducida por el compañero del procesado, que los dejó en el aparcamiento de una urbanización.

Leonel y Natalia se dirigieron hasta la playa Zaragoza. En las dunas mantuvieron relaciones sexuales consentidas, expone la sentencia, a la que este periódico ha tenido acceso. Después, el acusado "con ánimo de acabar con la vida" de la víctima, "de forma sorpresiva y encontrándose esta de espaldas, la agarró por el cuello y, sin posibilidad de que se defendiera, logró asfixiarla provocándole la muerte". A continuación, la decapitó con un cúter que llevaba encima. También le cortó las manos, arrojándolas junto con la cabeza al mar. Con el resto del cuerpo hizo exactamente lo mismo, haciéndole previamente una incisión en el abdomen para conseguir que se hundiera.

Aquel día, el acusado era conocedor de que tenía aún vigente una pena de prohibición de comunicarse con Natalia y aproximarse a ella, a su domicilio o lugar de trabajo, emitida el 21 de diciembre de 2022 por orden del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Marbella.

Asimismo, la sentencia narra que Leonel actuó "con expreso desprecio al sexo femenino de la víctima", pues no solo le ocultó que estaba casado, sino que además la agredió en otras ocasiones, lo que motivó que ella lo denunciara. El procesado no toleró que lo hiciera y la controlaba mediante múltiples llamadas telefónicas (unos 20 días antes de los hechos) "haciéndole ver su creída superioridad hasta el punto de que se creyó con poder para disponer de su cuerpo con las relaciones sexuales consentidas y, a continuación, de su vida con la que acabó poniendo de manifiesto ese sentido de la dominación y desprecio hacia la mujer incluso después de la muerte de Natalia al quitarle la ropa y cortarle la cabeza y las manos, incluso rajándole el abdomen como si de una cosa se tratara".

Tras los hechos, el acusado fue detenido por el quebrantamiento de la orden de alejamiento. Estando en comisaría, de forma espontánea, reconoció haber intervenido en la desaparición de Natalia y accedió a una reconstrucción de los hechos, donde relató lo sucedido y contribuyó al esclarecimiento del caso. Durante el acto de juicio oral, también confesó su autoría.

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