Desalojan ocho viviendas por el desborde del río Guadaiza en Cortijo Blanco, en Marbella

Desagüe de las presas de Guadalmina, Guadalmansa y Guadaiza

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Vecinos achican agua en Marbella tras desalojos de viviendas
Vecinos achican agua en Marbella tras desalojos de viviendas

Un total de ocho viviendas y doce personas han sido desalojadas en la madrugada de este martes en la zona de Cortijo Blanco, en San Pedro Alcántara, a causa de la crecida de la desembocadura del río Guadaiza provocada por el desagüe de las presas de Guadalmina, Guadalmansa y Guadaiza, según ha informado la alcaldesa, Ángeles Muñoz.

La regidora ha lanzado un mensaje de “tranquilidad” a los vecinos de la zona, y espera que en el día de hoy quede “normalizada” la situación.

Según ha explicado, durante la madrugada “ha habido fuertes precipitaciones en la Sierra, en la zona de Benahavís, donde casi se han duplicado las que hemos tenido en Marbella”, lo que ha generado que en “las 3 presas que desaguan en el embalse de La concepción como son Guadalmansa, Guadalmina y Guadaiza, el nivel era elevado”.

Así, la crecida del nivel del río a causa del desagüe de estas presas ha generado que “se haya desalojado una parte de los bajos” transformados en viviendas, porque ha habido “una subida de unos 40 centímetros de agua” llevando a los propietarios a piso superiores, ha indicado.

“Bomberos, Protección Civil y Policía Local han estado velando toda la noche para que en el caso de que se produjera algún incidente, como el de esta zona donde se han desalojado a vecinos, tuviéramos la reacción necesaria e inmediata para poder actuar como lo hemos hecho”, ha resaltado la primera edil.

Uno de los puentes que atraviesan el río Guadaiza.
Uno de los puentes que atraviesan el río Guadaiza. / Laura Domínguez

Por su parte, el concejal de OSP, Manuel Osorio, ha destacado que “cuando vienen este tipo de problemas, que es esa abundancia de agua, siempre sufre esta zona”, por lo que ha valorado que la solución es “quitar el puente” de acceso a la zona y “hacer uno en condiciones con un solo ojo”.

El edil ha recordado que el puente de acceso a Cortijo Blanco es puente se puede “rebasar”, es decir, que “está preparado para que le pase el río por lo alto”, así como ha criticado que “toda la limpieza que ha tenido desde la desembocadura hacia arriba se ha hecho por parte de una empresa privada”. En este punto, ha incidido en que “si no llega a ser así, el problema hubiese sido mucho mayor”.

Con el agua casi a las rodillas

Steffanel Vega es un residente de un bajo de la zona que esta madrugada se ha despertado con el agua casi a las rodillas: “Estábamos durmiendo y a las 04:30 más o menos me desperté y siento que estaba dando corriente eléctrica un calefactor que desconecte. Cuando miré hacia los lados, veo que el agua está a una cuarta”, ha relatado.

“La marea estaba bastante alta, subimos arriba porque nos evacuaron y hasta ahora que estamos organizando todo”, ha relatado respecto a las labores de achique que han realizado los habitantes del inmueble, que está mañana han continuado junto a las de limpieza, una vez que han podido regresar alrededor de las 10:00 horas.

La riada ha generado a los moradores de la vivienda pérdidas cuantificadas en “unos 3.500 o 4.000 euros sin contar la ropa”, ya que han sufrido daños materiales y han perdido “3 camas, un sofá cama, la lavadora, la nevera, el televisor, los muebles o la ropa”.

Así, Vega ha lamentado que “todos los de los bajos estamos igual, lo han perdido todo”, al tiempo que ha criticado que no se haya preavisado a los vecinos de la crecida del río. “No nos avisaron de que iba a suceder esto, con las alertas uno está más atento, hay que avisar a las personas”, ha recalcado.

Por ello, ha destacado que los vecinos de la zona afectados por el desbordamiento del cauce del río Guadaiza necesitan “ayuda”, como “camas, ropa o comida”. “Estamos pasando necesidad ahora, hoy ni siquiera tenemos dónde dormir”, ha referido.

Efectivos trabajando en la zona.
Efectivos trabajando en la zona. / Cecilia Danielli Merillo

Rachel Levitt es una vecina de Cortijo Blanco que esta madrugada ha visto en primera persona el paso del río por su calle, aunque su vivienda no ha resultado afectada al residir en una primera planta, un suceso que ha vivido con “todos los vecinos chillando y subiendo el agua, pues se asustaron”, ha subrayado.

“Fue un susto muy grande porque estaba lloviendo, no había aviso y nadie vino a ayudar”, ha comentado la joven, quien ha relatado que “vinieron la Policía y los Bomberos y fue todo muy rápido, pero ahora estamos limpiando solos y la verdad es que estamos bastante asustados”.

Cecilia Danielli Merillo es la propietaria del bar Exóticca, cuyos empleados se afanaban esta mañana en retirar el barro de la vía, de la terraza del negocio y del mobiliario. La hostelera ha relatado que el desbordamiento del río ha afectado a “unas 3 neveras, 2 refrigeradores, alguna parte en la que no sé qué ha pasado todavía porque no tenemos luz y las sillas”, valorando pérdidas en unos 10.000 euros.

“Llevamos desde las 06:00 horas limpiando, cuando ha empezado a bajar la marea”, ha señalado Merillo, quien ha indicado que “hasta las 05:00 la marea estaba muy alta, el agua desembocaba en el mar y estaba por los chiringuitos. No se podía circular por la carretera, era asustador”.

Según ha destacado, “la policía actuó muy rápido, había bomberos calmando los vecinos y desalojando a los que viven en los bajos, porque el agua les llegaba por la rodilla y estaban yendo todos hacia arriba”.

Una situación parecida se han encontrado esta madrugada en el negocio JP Panackes, situado en primera línea de playa, donde han podido “abrir la terraza pero no el restaurante”, ha comentado Natalia, una de sus empleadas. En el establecimiento esta mañana “no hay electricidad” y una “piscina nueva está rota y llena de agua”, ha comentado.

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